Nicolas Gambino
ver a Valentina llorar fue un sentimiento espantoso, sé que es por lo que vio anoche cuando me estaba follando a Lucrecia en la sala de juegos. Me siento como un completo imbécil, me detesto por no poder decir lo que siento, desearía cambiar todo, volver el tiempo atrás. Sus ojos, me mostraron cómo su corazón se rompía en su pecho mientras me observaba y eso, eso destrozo mi alma.
Yo llame a Lucrecia, necesitaba distraerme de todo mi mundo, así que la llame para follar, ella es una prostituta la cual trabaja en uno de mis burdeles, la conozco hace años y siempre que necesitaba una follada ella estaba dispuesta, era sexo fácil, pero, ver a Valen observando desde la pequeña abertura de puerta desperto en mi más deseo por ella, el ver sus ojos penetrando los mios mientras yo no dejaba de cogerme a esa puta, y pensar en como ella podria retorcerse debajo de mi cuerpo, me volvió loco.
cuando la vi huir, me corrí en la boca de Lucrecia y luego la mande a irse, de una manera no tan amable eso la llevo a ella a golpear bruscamente la puerta cuando salió.
Valentina se está volviendo un caso difícil, decirle lo que siento sería una idiotez en este momento, pero mi corazón quiere hacerlo, decirle, tenerla entre mis brazos y decirle que la odio por no poder quitar su maldita mirada de mi mente pero no, me niego a hacerme débil por mis malditos sentimientos.
me voy a mi cuarto y me tiro en mi cama rápidamente para luego abrazar mi almohada y entrar en un sueño profundo.
Tengo sus caderas entre mis manos, mis dedos se clavan en su carne mientras su cuerpo rebota encima de mi regazo, sus pechos rebotan alocadamente justo enfrente de mis ojos mientras ayudo sus movimientos golpeando mis caderas contra las suyas, gime como una perra desquiciada mientras una de mis manos se eleva hacia su cuello ahorcandola pero sin obstruir sus vías respiratorias, mi otra mano sigue firmemente ajustada a su cadera y las suyas se clavan como garras en mi pecho, sus labios suaves se separan para soltar fuertes gemidos. esta imagen me vuelve loco.
-¡Mierda y mil veces mierda! Me voy a correr Nico..
-Hazlo entonces Valentina, correte y mojame la polla con tu liberación...- en un movimiento rápido la levantó dejándola nuevamente sobre mi escritorio, su espalda se apoya contra la madera mientras la penetro profundamente, sintiendo la rugosidad de su vagina apretada, sus paredes aprietan fuertemente mi pene dejándome casi imposible mis movimientos, pero no me importa en lo absoluto, yo sigo, follandola como un animal salvaje, como un lobo devorando su última comida, golpeó sus tetas haciendo que grite, me gusta el combinar dolor con placer, hacer que las mujeres lleguen a sus límites más profundos, la siento ajustarse aún más a mi pene y sé que su liberación está cerca, tomó sus caderas nuevamente, hundiendo mis anillos en su carne magullada.- que puta más hermosa eres Valen.
-No pares, por favor. -- sus palabras me llenan de aliento para seguir cogiéndome su coño como loco. -- ¡carajo!
- Correte, libera todo sobre mi.- y así lo hizo, un grito descomunal sale de su garganta en carne viva y se remueve como un gusano.- me correre dentro de ti para que sepas a quien carajos perteneces.
asiente desesperada mientras se muerde el labio inferior pero lo liberó de su prisión cuando uno mis labios contra los de ella fundiendonos en un beso abrasador, me libero dentro de ella esperando unos segundos antes de salir de sus paredes estrechas, un hilo de semen y sus jugos llega hasta mi pene y lo limpio, mi orgasmo se chorrea hasta la superficie donde se encuentra.
despierto aturdido por el sueño tan caliente que tuve, me doy vuelta en mi cama quedando de espaldas, restriego mis manos por mi cara, despertándome por completo intentando olvidar lo sucedido, estoy duro como una roca, ninguna jodida mujer había logrado ponerme así, mucho menos con un sueño, con algo que no ha pasado. Me levanto, no me importa si son las seis de la mañana, decido levantarme y empezar mi día, no podré pasar un segundo más en mi cama. Entró en la ducha, solo con agua fría mi erección cederá, mi mente viaja hacia Valentina; ¿como carajos podré mirarla a los ojos luego de lastimarla? ¿cómo le diré que Lucrecia no es nadie para mi? si ella ni siquiera debe querer oír una explicación de mi parte, ya me lo dijo..
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Perdición
RomantikEl Infame Nicolas Gambino cae a los pies de Valentina Russo y su deseo de protegerla lo llevara a confundirse aunque su corazón sigue cautivo de un amor del pasado, ella hará cualquier cosa para asegurar su futuro y quedarse con ese hombre. La sangr...