A medio día creí que las cosas no podían estar peor, mi confusión iba aumentando al igual que mis sentimientos hacia Jennie. El corazón se me partió en dos; seguía queriendo a Sana, pero Jennie se colaba lentamente abarcándolo todo.
Me sentí frustrada por desearla y no poder tenerla; quería ser fiel a mi promesa de amar a Sana para siempre, pero Jennie provocaba cosas que no creí que fueran posibles; y no quería sentir lo que estaba sintiendo por ella, pero no podía evitarlo; el amor no es algo que puedas evitar; me enamoré de la persona de quien menos quería.
Escuché los pasos de Jennie acercarse a mi habitación. Su sombra se proyectaba por debajo de la puerta, se detuvo un momento y luego dio media vuelta para retirarse. Algo dentro de mí gritaba que saliera y me lanzara a sus brazos, pero no me lo permití. Me recosté de nuevo en la cama y me quedé dormida.
Cuando desperté un par de horas más tarde encontré una nota en el suelo frente a la puerta. La levanté y por un momento me asustó la idea de que Jennie se marchara y me dejara sola en aquella cabaña.
Lisa:
Seria un honor para mí que aceptarás compartir la cena de noche buena conmigo, sí aceptas te espero a las 8:00 pm en el comedor.
Atte.— Jennie
Hice la cuenta de los días, y sí, era noche buena. Sonreí ante la ocurrencia de hacer una invitación formal, me pareció lindo.
Todo eso había comenzado por una apuesta en donde las dos nos estábamos arriesgando; pero el verdadero juego estaba comenzando y enamorarse significaba perder, y yo ya estaba perdiendo.
Entré al baño para ducharme; el contacto con el agua me ardió, sentí el calor subir a mis mejillas al recordar sus uñas clavadas en mi espalda.
—¿Qué estas haciendo Manobal?— me dije cerrando los ojos y dejando que el agua tibia recorriera mi piel. “¿Por qué no son sus manos?” Me asustó lo que estaba pensando y salí corriendo del baño, como si el agua fuera ella metiéndose de nuevo en mi piel, nunca había deseado a nadie de esa manera, no iba aguantar estar a solas con ella y no tocarla. Cuando entré a la recamara encontré de nuevo la comida sobre el buró.
Oscureció muy rápido y cuando me percaté ya estaba sentada en el comedor esperando a que Jennie saliera de la cocina. Eran las 8:40, tardé mucho en decidirme a bajar.
—Hola.
—Hola— respondí
Jennie traía un plato con la cena y una botella de vino tinto.
—Creí que no bajarías.
—Yo también lo creí.
—Ya sirve el teléfono, por si quieres llamar a tus papás.
—En un rato los llamo.
Puso el plato sobre la mesa en mi lugar.
—¿Pizza?— Pregunté viendo el contenido.
—No compramos pavo, y no se me ocurrió otra cosa, sólo hay pizza congelada.
Sonreí y ella fue por otra porción a la cocina.
—Es una extraña combinación, pero sabe bien— dijo ella.
—Sí, es extraño; pero eso lo hace encantador.
Extendió su copa hacia mí esperando que yo hiciera lo mismo
—¿Por qué brindamos?— pregunté complaciéndola
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La apuesta
Fiksi Penggemar⚠️⚠️⚠️ Adaptación Jenlisa⚠️⚠️⚠️ Está historia es original por @BaN_RoCkLust Descarto el dominio total de la trama y los personajes. -Ya sabes que por ahí se dice que del odio al amor sólo hay un paso. ¡POR FAVOR NO LO DES! - El amor es una apuesta e...