"Maldita sea, Dai" pensaste "¿Porque siempre haces lo mismo?"
— ¡No entres! — le gritaste a todo pulmón. Tu propia voz hizo que retumbara tu cabeza con dolor y miraste de reojo a Izuku, quien seguía dormido plácidamente.
"Pesa mucho" te quejaste en tu interior.
— ¿Por qué no? — preguntó del otro lado de la puerta.
— ¡Estoy...eh...! — exclamaste e hiciste una pausa para encontrar alguna excusa —. ¡Estoy indispuesta!
— ¿Ah? ¿Cómo que indispuesta? — insistió.
— ¡Solo vete, Dai! ¡En un rato bajo! — le gritaste con ganas de lanzarle una roca encima.
— ¡Tenemos que ir a elegir el vestido, lista! — vociferó, notaste su molestia y dejaste salir un suspiro.
— ¡Elijo el de princesa, el pomposo! — exclamaste —. Ve a buscarlo tú. Tengo resaca.
— ¿Qué te costaba decir eso, niña? — te regañó y escuchaste sus pasos de regreso por el pasillo.
Dejaste salir un suspiro mientras cerrabas los ojos. Tu cabeza seguía punzando con dolor y ciertamente, tu cuerpo estaba fatigado por lo que paso en la noche. En realidad, no recordabas mucho más que algunas sensaciones y el rostro contorsionado de placer de Izuku. No había que ser el ser más inteligente del mundo, para deducir lo que había pasado.
Y a decir verdad, lo único de lo que te arrepentías era de no tener los recuerdos tan vívidos.
Estuviste despierta, aguantando el dolor de cabeza y sin poder moverte durante alrededor de cuarenta minutos. Cuando el celular de Izuku empezó a sonar y el hombre comenzó a removerse sobre de ti. Todavía estaba medio somnoliento cuando se medio levantó para contestar, pero extendió su brazo hacia tu mesita de noche y no encontró nada.
Sus ojos cansados y entre abiertos se deslizaron por la forma de tu cuerpo hasta que sus ojos se encontraron. Izuku bostezo con fuerza antes de sonreír con dulzura.
— Buenos días, bonita.
Aprovechaste para admirar su escultural cuerpo mientras se estiraba sobre tu pequeño ser. La forma en que los músculos de su abdomen y de sus brazos se contraían te hicieron desear abalanzarte contra él por un segundo round.
— Está en el suelo — le dijiste e Izuku dio un último bostezo.
— ¿Sabes qué hora es? — te preguntó, tomando la sabana de tu cama para cubrir su desnudez.
Giraste la cabeza hacia tu otra mesita de noche, en dónde descansaba un reloj digital de color amarillo. Sobre la pantalla oscura del reloj, marcaba las once y cuarto de la mañana. Bastante tarde, considerando que te levantabas a las siete. Aunque habías llegado a las tres de la mañana, era algo coherente.
— Son las once — le respondiste, girando tu cabeza en dirección a Izuku.
En el momento que lo volviste a ver, tu prometido te estaba dando la espalda y había soltado la sábana para sostener su teléfono celular. No querías ser una pervertida, pero en ese ángulo tenías una vista perfecta a su trasero desnudo.
— Mierda — lo escuchaste decir.
Decidiste sentarte sobre tu cama con lentitud mientras veías como Izuku corría por toda tu habitación para agarrar sus cosas. Luego, te levantaste de la cama y tu prometido a penas estaba colocándose la ropa interior. Suponías que se le había echo tarde, así que no le preguntaste lo obvio.
Estabas algo irritable por tu dolor de cabeza, estabas acalorada y tu único alivio en lo que se iba Izuku a trabajar fue tomar una ducha, pero una idea traviesa cruzó por tu mente mientras cruzabas el umbral del baño. Te detuviste en el marco y miraste a Izuku por encima de tu hombro.
— Izuku — lo llamaste.
Tu prometido levantó los ojos para mirarte y se quedó imbécil al verte en esa pose.
— ¿S-sí?
— ¿Quieres tomar una ducha antes de irte?
El rostro de Izuku se tiñó de rojo mientras un millón de ideas perversas atravesaban su mente. "Joder, sí, sí, si quiero tomar una ducha contigo" pensó. "No, no Izuku Midoriya. Piensa con la cabeza, piensa con la cabeza".
— Yo...yo...— tartamudeo —. No...no puedo. Voy muy tarde.
Parpadeaste, notando que en realidad si quería, pero no ibas a rogarle.
— Está bien. No te preocupes.
Izuku se colocó el traje en un dos por tres, pidiéndote ayuda únicamente para subir el cierre. Tuviste una especie de flashbacks por aquel acto y agitaste la cabeza con desesperación.
— ¿Puedo salir por esa ventana? — te preguntó, señalando a la izquierda. Miraste en aquella dirección y asentiste mientras pronunciabas un "sí". Una vez estuvo presentable, agarró la sabana que tomó hace rato del suelo y regreso para taparte.
— ¿En serio? — le dijiste cuando la sabana cubrió tu desnudez.
— P-para que no tengas frío — se excusó con las mejillas sonrojadas.
— Me voy a bañar, Izuku — hablaste —. ¿Para que demonios me querría tapar?
— Alguien puede entrar y verte...
— Voy a hacer como que te creo.
Izuku carraspeó y recuperó su compostura.
— Aún tenemos algo de que hablar — te recordó —. Vendré otro día, lo más pronto que pueda, ¿está bien?
— Está bien, Izuku.
— Te veo luego...
Se encaminó hacia la ventana, la abrió de par en par y dejó que el aire frío invadiera tu habitación. Te aferraste a la sábana por la repentina corriente de aire que se deslizó por tu piel expuesta. "Me retracto" pensaste. Antes de que Izuku saltara por ahí, retrocedió unos pasos y se dirigió a ti con velocidad.
Ni siquiera tuviste tiempo para reaccionar, su zurda te tomó por la cintura mientras que su diestra se acomodó en tu mejilla. Te acercó a su rostro y estampó sus labios contra los tuyos en un sensual y breve beso. Te dejó deseando más.
— Te veré luego, esposa — susurró contra tus labios antes de mirarte directamente a los ojos.
"Si crees que por verme de esa forma, voy a perdonarte..." pensaste. "Quizás estas en lo correcto, Izuku Midoriya".
Sus cuerpos se separaron y anhelaste su calor a los segundos que abandono la habitación. Dejaste salir un suspiro, luego te dirigiste al baño, dispuesta a tomar un baño de agua fría. Izuku dio un brinco desde tu ventana que lo llevo a la calle. Se quedó quieto ahí unos segundos a la par que revisaba su celular.
— ¿Joven Midoriya? — preguntó una voz a su izquierda y por la familiarización del timbre, supo de quien se trataba.
Izuku se quedo helado y deseo que la tierra lo tragara cuando se giró para ver al dueño de la voz. All Might sostenía las bolsas del mandado. Ciertamente, se quedo perplejo al ver a su alumno (casi hijo) saliendo de tu habitación. Ambos se quedaron viendo unos cuantos minutos hasta que por fin, Izuku habló:
— No le digas a nadie, por favor.
All Might parpadeo, luego asintió con la cabeza. "Gracias" le dijo Izuku antes de dar un enorme salto y salir volando. Su mentor lo observó irse, se quedo mirando al nada hasta que siguió caminando para entrar a su casa.
"Entonces..." pensó Toshinori Yagi. "¿(Nombre)-san ya desayuno?"
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Está cortito, pedom😔
Luego, publique un tiktok de la historia y como tres o cuatro personitas empezaron a comentar: "¿y esa quien es?" "Quien la tope" "Pensé que iba a salir Bakugo" y yo de 🧍♀️ 🧍♀️ 🧍♀️ a unos cuantos si les puse que se trataba de un fanfic, pero que les cuesta leer las etiquetas, vd?
P.D ¿Alguien conoce Blue Lock :)?
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ENEMIGO - IZUKU MIDORIYA
Fanfic"La guerra había terminado. Nacida desde la tragedia, tu padre, All for One te llamó (Nombre). No obstante, la sociedad te puso muchos otros nombres más: Abyssmo, la dama oscura, el soldado más fiel. Todo lo que hiciste para ser llamada así, la s...