ENEMIGO - IZUKU MIDORIYA

32: 妻

"¿Qué demonios?" pensaste.

Las mujeres empezaron a murmurar entre sí mientras la mujer del fondo seguía de pie.

— ¡Me presento soy Masako Shinbata, líder de las Damas Blancas y adorada esposa del héroe Ichinose! — gritó.

— ¿Cuál de las seis que tiene el bastardo? — susurró Dai y te giraste a verla. Le indicaste con tu mirada que dejara de ser imprudente, pero solamente se encogió de hombros.

— ¡Nos honra con su invitación, señora Shinbata! — exclamaste, luego hiciste una reverencia.

— ¡Vengan por aquí! — indicó y les hizo una seña con su mano aterciopelada para que se sentaran a su lado.

Caminaron a través de las mesas bajo la mirada de cada mujer presente. Notaste que cada una tenía un lugar específico, como si hubiera algún tipo de clasificación. Se apresuraron en llegar al fondo y subieron unas escalones que habían en el costado. Sobre esa enorme mesa rectangular, solo habían cuatro mujeres mientras que en las demás habían más de ocho.

Pasaron a dos mujeres para poder tomar asiento a lado de Shinbata, quien sonreía con felicidad.

— ¡Música! — gritó y tronó los dedos. Instantáneamente, de algún lugar del vestíbulo, empezó a sonar música clásica.

Las mujeres siguieron con sus platicas mientras reían y bebían vino. Decidiste contar las mesas. 12. Estaban bien acomodadas por todo el lugar y luego observaste los ventanales. En el exterior, había una gran terraza con flores.

— Que descortés de mi parte — murmuró Shinbata y captó tu atención —. Ella es la señora Mei Ichijō, esposa del ex-héroe Frizzo.

Sinbata te señaló (indirectamente) a la mujer a su derecha. Una mujer algo anciana, elegante y tranquila. Te sonrío con suavidad cuando la miraste.

— Ellas son Haruko Aryu, esposa del héroe Trivolt y Shigeko Kujō, viuda de Crimson Riot — presentó. La primera mujer era de un aspecto extraño. Una mutante. Era una mujer anfibio. Su piel estaba llena de escamas de color verde oscuro y su cabello eran miles de serpientes pequeñas de color blanco.

La segunda mujer te provocó un escalofrío. Tenía una preciosa melena color oro que llegaba hasta su cintura y unos deslumbrantes ojos verdes. El único que te hacía sentir intranquila era que tenía el mitad del cuerpo quemado. Su ojo izquierdo estaba destrozado al igual que las células cicatrizadas de su dermis. Como si fuera poco, tenía la mirada clavada sobre ti. Y no era nada amistosa.

— Mucho gusto...— murmuraste.

— ¿Le gustaría tomar algo? ¿Champán? ¿Vino? — preguntó Shinbata con cortesía.

— Creo que...— hiciste una pausa. "Agua con hielo, estaría genial" pensaste —. Champán. Muchas gracias.

Shinbata trono nuevamente los dedos. Detrás de ti, apareció un mesero que te sirvió champán en tu copa.

— ¿Usted, señora Yagi? — preguntó Masako y Dai se removió en su lugar.

— Así estoy bien, muchas gracias — respondió.

Shinbata esbozó una sonrisa que te provocó una sensación extraña. Agarraste tu copa para darle un sorbo. Los meseros volvieron a aparecer en la sala, está vez sosteniendo bandejas de plata con la cena del día de hoy.

Era crema de espinacas con cortes de carne y ensalada rusa. De postre, había brownies. Comenzaste a comer la sopa, a la cual no le tenías muchas ganas, pero te sorprendió descubrir que tenía buen sabor.

— Espero les guste — comentó Shinbata —. Lo escogí especialmente para ustedes.

— Gracias, señora Shinbata.