Epílogo: El campeón de Midgard.

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Mansión Grommson

Loki estaba sentado en la reconstruida mansión de los Grommson, en la sala, a lado de él, Surtr y su esposa, quienes parecían estar enojados en esos momentos, se sentían humillados por la manera en que Freyja y su hermano los habían derrotado.

—¡Ya quiten esas caras! Me molesta verlos como perros con la cola entre las patas. —decía el Jöuton, quien estaba bebiendo una copa de vino mientras se relajaba.

—¡Tu no entiendes nada Loki, fuimos humillados por unos simples dioses Vanir! —exclamaba el gigante de fuego.

—Si algo te puedo decir de los dioses, es que no son para nada simples, de quererlo ellos, podrían destrozar a nuestras razas, pero tienen demasiada ética, bueno algunos de ellos. —Le contestaba Loki a su aliado.

En ese momento entraban los dos hermanos seguidos por un grupo de humanos, parecían ser parte del parlamento de Oslo.

—Mi señor Gloki, su cita de las nueve ha llegado. —decía Sven, señalando a los cuatro hombres de avanzada edad, que eran los nuevos senadores de la cámara de diputados de Oslo y aparte dos generales del ejército.

Loki solo asentía y señalaba los asientos.

—¿En qué puedo ayudarlos caballeros? —cuestionaba el dios de las mentiras.

—Mi señor, se nos ha traído a nuestra atención que usted y sus aliados están haciendo cosas ilegales de cierta manera, desviando algunos fondos, usando el dinero del estado para darle caza a esos terroristas, algo que no puede seguir pasando, cómo se lo dijimos, ese es el trabajo de la armada, así que veníamos a advertirle...—su voz era silenciada con un movimiento de mano de Loki quien se paraba e iba hacia donde estaba el diputado.

—¿Me vienes a qué? —dejaba salir un vaho gélido que ocasionaba que la temperatura del ser humano bajará de gran manera, ocasionando que se congelará en cuestión de segundos, muriendo al instante, dejando atónitos a los otros cinco sujetos.

—Vamos a dejar algo en claro caballeros, el que manda soy yo, el que dice dónde van los recursos soy yo, nadie tiene esa autoridad ni mucho menos pueden cuestionarme. —La voz del gigante de hielo era agresiva, mientras que con sus ojos color amarillos amedrentaba a los presentes.

—Lo entendemos, no volverá a pasar. —gimoteaba uno de los generales.

—Es muy tarde para eso, —volteaba a ver a Surtr, —Coman, sé que te has hecho adicto a la carne humana.

El gigante de fuego sólo sonreía levantándose y tomando su forma de combate comenzando a quemar a los humanos, quienes gritaban en agonía al sentir las llamas del imponente ser.

Loki salía de ahí dejando la carnicería atrás, tenía que pensar alguna manera de hacer salir al Cobijo de Bygul de su escondite, pero no había ideado como.

Observaba hacia afuera de las ventanas viendo nubes de tormenta acercándose a Oslo, con truenos surcando por ellos, esto le recordaba a alguien, le ponía los pelos de punta, pero era imposible que el estuviera aquí.

Se alejaba del lugar y desaparecía entre las penumbras de la mansión.

Montaña Gaustatoppen, Rjukan Noruega

Una tormenta eléctrica se había desatado por todo el país nórdico, se recomendaba que las personas no salieran a la calle, ya que no había un precedente ante este tipo de fenómeno, muchos templos cristianos habían sido alcanzados por los truenos quemándolos de un solo golpe.

La oscuridad era incesante, los vientos viajaban muy rápido, inclusive llegando a arrancar árboles de la raíz, los meteorólogos estaban atónitos ante esto.

Encima de la montaña Gaustatoppen, era peor aún, pero sobre todo en un pequeño templo derruido, oculto por la nieve de la temporada, con sus paredes caídas, pero en todas se notaba algo grabado en ellas, la runa Thurizas, que era asociada a un dios en particular.

El sitio estaba abandonado, siglos de que nadie había estado ahí e incluso sin haber sido descubierto por arqueólogos, un aura mágica era emanada del lugar, cómo si de una protección se tratase.

De repente un gran trueno se alumbraba en el cielo, golpeando directamente el templo con un estruendoso sonido que hacía temblar la montaña e incluso la ciudad, levantando una gran nube de polvo, rocas y nieve.

Se escuchaba entre los sonidos del relámpago balidos de cabra, a la par de que una figura alta y fornida estaba parada en la mitad de la cortina, no se alcanzaba a ver mucho de ella, sólo que varios rayos surcaban su cuerpo, mientras que sostenía un martillo de guerra en su mano diestra, de igual manera, se podía ver dos animales de los que habían venido aquellos sonidos.

—Hemos llegado mi señor. —decía una voz que sonaba animalesca.

—Tiene siglos que no visitamos Midgard, por lo que alcance a ver es muy diferente al pasado. —señalaba otra voz en forma de balido.

Pero eran silenciados por una profunda cacofonía.

—¡Cierren la boca Tanngnjóstr y Tanngrisnir! Tenemos una misión que fue dada por mi padre, concéntrense. —El sonido era imponente, como si se escuchara el choque de dos relámpagos él uno con él otro.

Detrás de la cortina de tierra y nieve se alcanzaban a ver dos imponentes ojos, color blanco con dorado, de los cuales pareciese que salían chispas, que surcaban toda la fisionomía del recién llegado, concentrando la energía sobre el martillo en su mano.

—Loki se liberó, debo llevar a esa basura de nuevo ante él Allfadr.

Con ello alzaba el arma de su mano hacia los cielos y un relámpago caía sobre él, mostrando su fornida silueta, pero sus facciones aún ocultas por él gran brillo del trueno y a lado de él, dos cabras de gran tamaño.

—Es hora de regresar Loki. Vivo o muerto.


Nota de Autor // Glosario

¡Skál aventurero! Has llegado al final de esta aventura, gracias por leer el primer libro en la trilogía "A través del mito", enfocada a la creencia nórdica, siendo yo un Asatruer, creyente de esa antigua tradición, buscando honrar a los dioses con ella.

Espero haya sido de tu agrado, cualquier comentario o retroalimentación será bien recibida.

Esta historia participa en el ONC del 2023

Runa Thurizas:

Es una runa asociada con el afamado dios Thor, que representa la dualidad de la protección de este mismo al proteger Asgard como Midgard, es también asociada al caos destructivo que llega a hacer el dios del trueno y la fuerza.

Tanngnjóstr y Tanngrisnir:  son un par de  mágicos que conducen el carro volador del dios Thor, Él puede cocinar estos animales y colocando nuevamente los huesos y la piel juntos, es capaz de devolverlos a la vida con la ayuda de su martillo Mjölnir

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Tanngnjóstr y Tanngrisnir: son un par de mágicos que conducen el carro volador del dios Thor, Él puede cocinar estos animales y colocando nuevamente los huesos y la piel juntos, es capaz de devolverlos a la vida con la ayuda de su martillo Mjölnir.

A través del mito l: La Bendición de FreyjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora