Capítulo 1: Pesadilla

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El proyecto mariposa:

1) Cuando sientas que quieres hacerte daño, coge un rotulador o un bolígrafo y dibújate una mariposa en su lugar.

2) Ponle a la mariposa el nombre de un ser querido o de alguien que realmente quiera que te mejores.

3) Debes dejar que la mariposa se desvanezca de forma natural. No restregarla. 

4) Si te haces daño antes de que desaparezca la mariposa, la habrás matado. Si no lo haces, vivirá. 

5) Si tienes más de una mariposa, la autolesión las matará a todas.

6) Otra persona puede dibujarte mariposas. Estas mariposas serán muy especiales. Cuídalas bien.

7) Aunque no te autolesiones, no dudes en dibujarte una mariposa de todos modos para mostrar tu apoyo. Ponle el nombre de alguien a quien conozcas que esté sufriendo; podría ayudarle.

                                                                 ***

Dean se despertó sobresaltado en medio de una noche de otoño muy fría. Sintió el familiar cosquilleo en la piel y suspiró. Bajó la mirada hacia su muslo, donde se había producido la sensación. Efectivamente, una mariposa azul brillante estaba siendo artísticamente dibujada sobre su piel. Habló, como si se estuviese comunicando con su alma gemela a través del garabato.

"¿Qué demonios haces levantado a las 4 de la mañana?" Dijo con una sonrisa juguetona. Obviamente no recibió respuesta, se envolvió de nuevo en las sábanas y se dio la vuelta.

Tras intentar conciliar el sueño durante media hora, se rindió y bajó a tomar un café. Bajó los chirriantes escalones lo más silenciosamente posible para no despertar a su hermano menor, Sam. El café hizo lo que él pensaba y le calentó, con la ayuda de la manta que todavía tenía envuelta alrededor de su cuerpo. Observó como el sol terminaba saliendo por la pequeña ventana que había sobre el fregadero de la cocina y pensó en el sueño que había tenido aquella noche.

Recordó... caer. En algo profundo, oscuro y desconocido. Daba miedo ya que no sabía dónde aterrizaría.

Intentó no pensar más en ello y fue a despertar a Sam. Tras oír un "vale" a medias a través de la puerta, se dio por satisfecho y bajó a enjuagar su taza de café.

Cuando se vistió esa mañana, se puso más capas de ropa, necesarias después del frente frío de la noche anterior. Sobre su camiseta de manga corta, llevaba una franela, una sudadera con capucha y su chaqueta de cuero. Sonrió mientras miraba el material desgastado en el espejo. Pensó en la primera vez que su padre, John, se la había dado. Había sido su mejor regalo de cumpleaños hasta la fecha.

Se arregló el pelo con gel, se calzó las botas con un par de calcetines extra y se dirigió hacia la cocina. Vio a Sam ya vestido para la escuela comiendo un tazón de cereales. Al pasar por detrás del chico más bajo, le alborotó el pelo.

"No hagas eso." Se quejó Sam mientras trataba de poner el pelo en su lugar.

"Relájate, Sammy." Fue su única respuesta.

Cogió las llaves que estaban en su sitio junto a la puerta y salió por ella, seguido torpemente por su hermano.

"¿Estás listo para tu primer día de instituto, Sammy?" Sam tanteó con su respuesta.

"La verdad es que no." Admitió. "¿Estás listo para tu último primer día de instituto?"

"No podría importarme menos. De todas formas, el tiempo no es real." Dijo el chico mayor con un juguetón encogimiento de hombros.

"¿Touché?" Respondió Sam más como una pregunta que como una afirmación.

Se detuvieron ante la gran escuela, el alto edificio sobresalía por encima del Impala. Sam juntó las cejas, preocupado. Dean fingió no darse cuenta, no tenía suficiente energía como para preocuparse por Sam. El chico iba a tener que arreglárselas solo. Era inteligente.

Ambos recorrieron juntos el aparcamiento antes de separarse para buscar a sus propios grupos de amigos.

"¡Dean!" Escuchó una voz familiar gritar desde atrás. Se giró para ver nada más y nada menos que a Jo, su mejor amiga de toda la vida. El amigo de su padre, Bobby, se casó con la madre de Jo, Ellen, y él y Jo congeniaron casi inmediatamente. Ella corrió hacia él y él la coge y la aprieta con fuerza, ambos riendo todo el tiempo. La deja en el suelo y sonríe.

"¿Dónde has estado forastera? ¡No llamaste ni viniste en todo el verano! Me tenías muy preocupado." La voz de Dean subió de tono al darse cuenta de lo preocupado que había estado por la rubia.

"¡Te dije que me castigarían por suspender biología!" Se defendió ella.

"¿Durante todo el verano?" Sus cejas se levantaron.

"Conoces a Ellen mejor que nadie, Dean. Es una mujer estricta."

"Bueno, sí, pero me imaginé que te habrías librado del castigo besándole el trasero."

"¡Lo intenté! Creo que después de lo de Bobby... ya sabes... ha sido súper duro para ella. Está muy tensa y... sobreprotectora."

Dean asintió en señal de comprensión. Bobby era el alma gemela de Ellen. Se conocieron mucho más tarde de lo que lo hacen la mayoría de las almas gemelas, pero seguían enamorados. Bobby sufrió un accidente en su garaje que le dejó paralítico de cintura para abajo. Ellen estaba devastada, quizás incluso más que Bobby. Ella también se sentía culpable, como si hubiese sido culpa suya aunque no lo fuera.

Sonó el timbre de la primera hora y se dirigieron a sus respectivas clases, consultando los horarios que habían impreso. Dean tenía inglés a primera hora. Caminó por el pasillo hacia la clase de la Sra. Macleod. Una vez allí, eligió un asiento y se dejó caer en él, sin reconocer a nadie de la clase. Genial, pensó para sí mismo. Esta clase va a ser un aburrimiento.

Se remangó la camisa para dejarle un mensaje a su alma gemela, quienquiera que fuese. Sacó un rotulador de su mochila.

"Dios, estoy muy aburrido." Escribió. "La escuela es una mierda."

Poco sabía él, que un chico de pelo oscuro con ojos cerúleos estaba sentado al otro lado de la clase, se había remangado la camisa después de sentir esa sensación tan familiar. Vio las palabras y sonrió débilmente para sí, dejando una simple respuesta.

"Te entiendo."

The Butterfly Project (Destiel) - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora