Capítulo 10: Oh

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Charlie terminó quedándose en casa de Castiel después de la fiesta. Se fueron a casa tarde, y las palabras exactas de Charlie fueron "Yo me pido la cama, tú puedes quedarte con el suelo, perdedor." En estado de embriaguez y semiintoxicación (tanto por el alcohol como por el agotamiento). Castiel aceptó somnoliento y cogió unas mantas para taparse.

A pesar de lo cansado que estaba, sus pensamientos parecían tener otras ideas. No dejaba de pensar en Dean. Era como si sus ojos viridiscentes se quemaran en su mente. Se quedó mirando el ventilador del techo el cual se balanceaba de un lado a otro por la corriente de aire y pensó en Dean Winchester.

Llegó a la conclusión de que definitivamente había algo entre ellos. La intensa mirada que compartieron en el tejado no era platónica. Lo sabía con certeza. Pero... ¿eran almas gemelas? Es decir que podrían serlo, pero las almas gemelas suelen descubrirse en cuestión de pocos días, si no, nada más conocerse. Dean y él eran amigos desde hacía semanas y eso no se le había pasado por la cabeza. Bueno, pensó que Dean estaba bueno cuando lo vio por primera vez. Pero tendrías que estar ciego para mirar a Dean Winchester y no pensar en que está bueno. Ciego o ser lesbiana.

¿Debería ir a por ello y probarlo? Eso sin duda le daría una respuesta definitiva. Pero, ¿y si en realidad no fuesen almas gemelas? Se moriría de vergüenza y nunca podría volver a hablar con Dean. Suspiró con fuerza. De repente se dio cuenta de que estaba muy incómodo y se levantó irritado. Se desnudó hasta los calzoncillos y sacudió las migas de su manta. Estos pensamientos iban a tener que esperar hasta mañana, cuando estuviese descansado y sobrio. Por ahora, apreciaría el calor que sentía en el pecho cuando pensaba en Dean. Dejaría que ese calor le adormeciera.

                                                                 ***

A la mañana siguiente se despertó con el olor a bacon y Charlie arrancándole la manta. Inmediatamente se estremeció y al mismo tiempo Charlie puso cara de asco.

"¡Tío!" Gritó ella, riendo. "Ponte unos pantalones y baja a desayunar." Se alejó tapándose los ojos mientras Cas se quejaba por la pérdida de calor. Se inclinó para mirar la hora en su teléfono, el cual le marcaba un 10%. Eran las 11:11, hora de pedir un deseo. Por desgracia, Castiel estaba demasiado cansado para pedir un deseo y se limitó a gruñir mientras se levantaba. Se quitaba el sueño de los ojos y rebuscaba en los cajones de la cómoda un par de pijamas o sudaderas. Encontró unos pantalones de pijama de tipo familiar y se aventuró a bajar las escaleras, demasiado cansado de preocuparse de que estaba dejando su mitad superior sin camiseta.

Bajó para ver dos diferentes líos de pelo rojo corriendo por la cocina. Vio a su hermana rodear la cintura de su mejor amiga y no pasó por alto el rubor que cruzó brevemente las mejillas de Charlie.

Se sentó en un taburete frente a la isla y todo su ser le exigió café. Entrecerró los ojos bajo la brillante luz de la mañana, que no sería tan brillante si no fuese por su fuerte dolor de cabeza. Se dio cuenta de que había olvidado sus gafas arriba. A Charlie, sin embargo no le importaba. No parecieron afectarle las payasadas de anoche.

"¡Buenos días hermosura!" dijo burlonamente mirando hacia los ojos de castiel. Puso una taza de café en la mesa frente a él, negro y amargo como a él le gustaba. Se dio cuenta pronto de la gratitud genuina antes de tomar un sorbo largo, sin importarle cómo el líquido caliente se volvía incómodo en su lengua.

Pronto le pusieron delante un plato de tortitas y huevos revueltos. Le sorprendió que Charlie y Anna recordaran lo que le gustaba. Deben estar de un humor excelente hoy. Parpadeaba lentamente y masticaba a medias, sin darse cuenta de lo silenciosa que se había vuelto la mesa. Charlie y Anna estaban sentadas frente a él, atiborrándose de comida para evitar cualquier conversación. Finalmente a Charlie ya no le quedaba comida con la que distraerse, y se armó de falso valor para hacer una gran pregunta. Cas podía ver a través de esa fachada despreocupada que intentaba mostrar.

"Entonces," comenzó Charlie, moviendo su cuerpo para mirar hacia Anna, pero sin encontrar los ojos de la otra pelirroja. "¿Quieres probar si somos almas gemelas?"

Anna casi escupe su café. Casi. Resopló e inhaló en su lugar, lo que provocó que la chica mayor tosiera a carcajadas, Charlie le diese unas torpes palmaditas en la espalda y Castiel hiciese todo lo posible por no reírse. Una vez que se controló, respondió. 

"Uh, claro. ¿Por qué no?" Charlie sonrió y sacó un bolígrafo de su bolsillo. Se estaba esforzando mucho por no parecer nerviosa y Cas la aplaudió mentalmente por ello, a pesar de que no lo estaba consiguiendo muy bien. Trazó temblorosamente en su muñeca una línea que debía ser recta antes de dejar el bolígrafo. Anna puso el brazo en la mesa y mostró su muñeca para que todos la vieran.

Y no había nada.

Se quedaron sentados, mirando el brazo de Anna durante unos 3 minutos antes de que Charlie finalmente hablara.

"Interesante." Dijo ella, sonando genuinamente intrigada. "Pero, ¿tú también lo sentiste verdad?"

"Sí." Dijo Anna en voz baja mientras se bajaba la manga para cubrirse el brazo. "No es unilateral." Sin mirar a Charlie, se levantó rápidamente del asiento para recoger su plato.

Castiel observó la incómoda interacción con los ojos muy abiertos. Charlie tenía un par de huevos, eso estaba claro. Tosió y se levantó de la mesa antes de dirigirse a su habitación. Se puso una camisa vieja de Queen antes de tumbarse en la cama. Podía ver la cara de Dean cada vez que cerraba los ojos y eso lo estaba volviendo loco.

Unos momentos después, Charlie irrumpió y se desplomó en un sillón. 

"¡Tío!" Dijo ella. 

"Tía." Castiel estuvo de acuerdo. Se incorporó para mirarla. Tenía las cejas fruncidas como si estuviese enfadada.

"Oficialmente renuncio al 100% a las cosas de almas gemelas. Es tan estupido, ¿sabes? ¿Cómo se supone que voy a saber cuando conozco a esa persona especial? ¿Y si esa persona especial vive en África mientras yo estoy aquí? ¿Cómo sé que habla el mismo idioma que yo? ¿Realmente sólo hay una persona que sea tu alma gemela, o puede haber varias? Si sólo hay una, ¿por qué siempre parece estar cerca de donde vives? ¿No es una puta coincidencia? Nada de esto tiene sentido. Lo de las almas gemelas parece una broma cruel que el dios de este universo ha decidido gastarnos. Lo odio. Y para colmo..." se detuvo para recuperar el aliento. "¡Ni siquiera puedes planear encontrarte con tu alma gemela a través de lo de escribir en la piel! La ciencia ni siquiera sabe por qué, pero no puedes planear encontrarte con tu alma gemela, ocurre cuando ocurre. Eso es una puta idiotez."

Castiel estaba bastante sorprendido por lo que había dicho. No parecía tan disgustada allí abajo. ¿Antes sólo estaba disimulando?

Tras unos instantes de silencio, Castiel se sentó en la cama y palmeó el espacio que había a su lado. Charlie se levantó lentamente y se acercó antes de tumbarse a su lado, con la cabeza en su regazo. Le acarició el pelo lentamente.

"Quizá tengas razón." Le consoló.

The Butterfly Project (Destiel) - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora