Reencuentro forzado

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Felicidad, sentimiento que me abraza, salgo de casa con grandes expectativas. Voy revoloteando con música retumbando en mis oídos, de un momento a otro todo se detiene, la ansiedad me hace sentir su presencia y viene de la mano con mi pasado, son la pareja dinámica. La felicidad huye de mí, todo se nubla. ¿corro?, ¿grito?, ¿huyo? ¡NO!

Te acercas a mi con tu frescura y la ansiedad se engancha en mi brazo, el pasado lograr interceptar mi mente, pensé que había superado nuestra discordia, pero al parecer aun no. Dios ¿Qué hago?, se me va el aire y mi mente se desvanece, ¿Por qué vine?, ya había decidido que no, pero Dios tenia un plan. Que espectacular eres Jesús, llegaste a mí en el momento exacto, me sacaste antes de que me destrozara.

Pero hay vienes de nuevo, era necesario que le diera frente a esta situación, no pude huir de este reencuentro forzado, debo afrontarlo como un hijo de Dios. Me alejo de ti con madurez y en una sola pieza, lo pude hacer, ansiedad te derrote; pasado quédate en donde perteneces. Dios tómame la mano, gracias por respaldarme, no sé si te volveré a ver, no quiero. Pero para la próxima peleare contra los sentimientos que traes a mi inconscientemente, corro por la grama con tranquilidad, entra en mi el aire de la libertad.

Jonathan Jiménez.    


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Exhibición del corazón de un joven cristianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora