Exhibición del corazón de un joven cristiano

Reflejas a Jesús.

Eres mi amistad más importante, tantos recuerdos a tu lado guardo en mi corazón, son mi tesoro más preciado. Dios te mando para que me hicieras compañía, la compañía que tanto anhelaba. La distancia era exorbitante, pero aun así nuestra amistad seguía creciendo y fortaleciéndose.

Tenia mucho miedo en confiar en las personas, pero tú me mostraste que si podía. Me demostraste con tu cariño único, constancia y paciencia que, si podía confiar, y pude confiar en ti. Tu lograste que muchos muros cayeran. Fuiste un gran instrumento de Dios esa noche. Te dejaste usar del espíritu santo para que yo sanara.

Estuviste a mi lado, cuando solo me sentía. Me diste ánimos para seguir luchando, eras ese espejo que reflejaba a Jesús. Fuiste la primera persona que le dije un te amo desde lo mas profundo de mi corazón, fue el te amo mas sincero. Te amo como mi mejor amigo, como mi hermano. Eres muy importante para mí.

Me duele ver como nuestra amistad se desvanece de a poco. No quiero perderte, eres uno de mis mayores tesoros. Uno de los mejores regalos que me a dado Dios. Siento que todo se está muriendo, ¿cuántas lunas llevamos sin hablar?, para mí son incontables ahora.

Te extraño, extraño que me molestes con tus chistes que a veces no entiendo, que me des esos consejos tan sensatos y puros que me das. Que me ayudes a derribar los muros que aun me quedan. Por favor no me dejes. No me hagas a un lado. Tu lograste que volviera a creer en la amistad, te confié mis secretos mas oscuros y vergonzosos. Solo a ti puedo recurrir cuando algo me da miedo, eres el único humano en quien confió plenamente, porque por algo Dios te puso en mi camino.

Muchas noches llorando te dije que no era suficiente, pero tu con amor me decías que no era así, cuando estaba confundido corría a llamarte. Eres ese hermano mayor que siempre soñé tener. Con mi corazón en la mano te pido que no me dejes sin mi mejor amigo

Jonathan Jiménez.