Asteria reencarno como la esposa del Duque Dragon del Norte, un esposo insensible que nunca está y tiene todo abandonado por servir al señor demonio en la guerra contra la Santa y los humanos. Según la novela su papel es ser la madrastra y esposa de...
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Ian miro a la mujer que se había convertido en su madre, molesta era poco para como se veía, el duque ragnark, intentaba convencerla de que no sería diferente a un entrenamiento. Como los que solían tener en el ducado. Tomo su taza de té en silencio escuchando las palabras de su padre, quizo reír. Obviamente había aceptado el desafío de damien por diversión. Salió de sus pensamientos cuando escucho la voz que lo llamaba.
"Ian cariño, ¿podrías ver a damien?"
"Si madre, lo buscaré"
"Gracias cielo"
Sonrio y se acercó para despedirse besando su mejilla, se había hecho una costumbre para ellos siempre despedirse de su madre con alguna muestra de afecto, desde que habían comenzado a vivir juntos ella se despedía así, decía cosas como "nunca se sabe cuando te vas" "Puede ser mi último beso" era exagerada algunas veces, camino por los pasillos buscando a damien, debería estar en algún lugar escondiéndose de los regaños de madre. Decidió que debería darle un tiempo y recorrió el Castillo.
Camino por las secciones qué el no había visto aún, devolvió algunos saludos y le sonrió a unas cuantas bestias qué no recordaba. Tal ves ya era tiempo de encontrar a su hermano, dio la vuelta en un pasillo y se freno cuando salió a uno de los jardines. Por alguna razón su cuerpo freno, se negaba a moverse. "Muévete" Si no se movía ahora las personas frente a él lo verían "Da la vuelta, ahora Ian" aunque se lo dijera a si mismo, no podia moverse. Tembló inconscientemente cuando las miradas se giraron a él.
"¿Ian? ¿Eres tu?"
Apretó los labios cuando el grupo de mujeres se acercaron a él, por alguna razón su pulso se aceleró.
"¿Donde has estado todo este tiempo? ¿Como llegaste aquí?"
Observó el rostro de las mujeres que lo miraban ahora frente a él y apretó los puños cuando los recuerdos volvían a él, abrió la boca.
"Marquesa, ha sido un tiempo"
"Mira Irina este niño ha estado fuera un tiempo y ha olvidado sus modales, ni siquiera saluda correctamente a su propia madre. Niño ingrato"
"¿Un tiempo?" miro a su "tía" junto a su "madre" Marquesa del este qué hablaba de él como si tuviera algún derecho y lo miraba con disgusto. Su mirada volvió a la marquesa qué tenía cierto interés en su mirada.
"¿Como has llegado aquí?"
"He venido con unos amigos"
"Junm tienes la cara para decir que has venido con amigos hasta el sur pero no para saludar a tu madre después de tanto tiempo"
"Como dije, ha sido un tiempo"
"¿Aun sigues en la academia? ¿Cuando volverás para hacerte cargo de tus obligaciones? tu padre volvió y te ha estado esperando"
