Situación Inesperada.

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Aun con todos los años de amistad que tenía con Arandel, jamás cuestionaron las desiciones del otro. Se apoyaron y se aconcejaron cuando alguno pidió una mano amiga estuvieron el uno para el otro. Pero hoy, ragnark estaba bastante preocupado por el razonamiento de su amigo.

"¿Estas pensando en tu esposa?"

Ragnark levanto la mirada y saco su espada del cuerpo a sus pies. Le gruñó a su amigo con un asentimiento, no era de eso que quería hablar y su humor no era ciertamente el mejor para aguantar sus comentarios y bromas sobre su familia.

"Ustedes son tan dulces juntos, jamás espere verte así ragnark"

"¿Tiene mi familia algo que ver con que estemos aquí justo ahora?"

Se miraron el uno al otro por un momento, envaino su espada en su espalda y se cruzo de brazos para estar frente a frente con Arandel "A la Mierda" el no se iba a mover hasta que el comenzará a soltar información. Observó a su amigo con su apariencia más cambiada, pareciendo casi humana, sus cuernos fuera, sus ornamentos dorados no estaban podía parecer casi inofensivo si no sentías su poder mágico. Tenía los labios apretados mientras pensaba y aunque sabía que estaba molesto por su respuesta. Justo ahora le importaba una Mierda, tenía más derecho a estar molesto el que su amigo.

"Oh tiene que ver más, con aquello que te ronda en la cabeza hace meses y me tiene cubriendote en tus putos deberes reales"

"Esta bien, se que has sido paciente con migo y me has estado ayudando, incluso ahora. Que te alejaste de tu familia, pero estarán bien en el reino ragnark"

"Hablame Arandel ¿por que me mentiste?"

"No fue una mentira exactamente"

"Bien", apretó los labios con enojo, si no comenzaba a hablar iba a irse con algo más físico y doloroso para ambos "¿No le había mentido?" se paso una mano por la cara y gruñó de nuevo.

"Arandel, me pediste ayuda en la frontera. Eso fue hace tres día y esto. No es la frontera"

Señaló a su alrededor con una mano, estaban en territorio humano, habían cruzado la frontera hace días, estaban buscando algo, lo sabia. Había estado siguiendo a su amigo desde que llegaron a la frontera con algunos de sus caballeros principales. Para que arendel les diera ordenes de permanecer en el lugar, mientras ellos cruzaban. Había notado que su amigo sabía a donde se dirigían. Lo que no sabía era ¿Que estaban buscando? Y ¿Por qué Arandel parecía tan decidido a ocultarselo?

"Falta poco ragnark, cuando lleguemos te lo contaré todo. Lo prometo, eres mi amigo, no te mentiría. Pero ahora necesito de tu ayuda"

Suspiro, hacia tiempo que no veía así a su amigo tan decidido por algo, Asintió de mala gana y volvieron a encaminarse. Sea lo que sea que buscará su amigo. Estaba bien protegido o en poder de los humanos sacros. Había perdido la cuenta de los que había matado hasta ahora. Seguía viéndolos y esperando que alguno se convirtiera en una de las bestias como las que atacaron su territorio pero no había cambio en ninguno de ellos.

"Arandel"

"¿Que?"

"¿Has notado los cambios en las tropas humanas?"

"¿En sus habilidades?"

"Umju"

"Si, he pedido a los generales qué obtengan algunos cuerpos para estudiarlos"

"¿Hace cuanto?"

"Desde la última batalla"

Pensó en el tiempo que llevaban sin ser atacados "¿Que había estado haciendo Arandel desde la última batalla?" no podía ser posible que su territorio fuera el único atacado y el siendo el rey no supiera de los caballeros convertidos en bestias. Salió de sus pensamientos cuando lo escucho.

Transmigre, Al Diablo Con La Trama. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora