Amistad y Sospechas

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Camino rumbo al estudio de Arandel, le tranquilizo saber que sus hijos volvieron junto Asteria en cuanto sintieron su presencia lejos de ella; aun así, no dejaría pasar tal ofensa, pronto encontraría la manera de ajustar sus asuntos con los cachorros impertinentes que tenía como hijos. Aparto los pensamientos de su familia cuando entro en la habitación y la figura de su amigo entro en su visión. No se molestó en saludar se dirigió al sillón en la parte contraria del escritorio en el que se encontraba sentado Arandel y tomo asiento, la voz de Arandel llego a él.

"Recuerdo cuando las cosas eran divertidas y las preocupaciones más importantes eran la cantidad de demonios que tenía que matar para asegurar mi autoridad"

"Los demonios disfrutan jugar a ser aristocráticos hoy por hoy"

El silencio volvió a caer, Arandel tenía cosas que le preocupaban podía verlo y aunque no quisiera desconfiar de su amigo, su actitud se lo impedía, los acontecimientos, los informes de cassian desde el Norte, incluso los informes de los generales que últimamente estaban recurriendo a él debido al rechazo de Arandel por atenderlos, no entendía, este no era su amigo, no era el demonio dedicado que había deseado en algún momento convertirse en rey. Suspiro, rememorando esos tiempos, joder, tener familia lo había vuelto un cabrón sentimental.

"¿Han surgido problemas con la marca de tu compañera?"

"No, todo va muy bien, se ha hecho de buenas amistades entre los demonios. Aunque sigue preocupada por no poder hablar con tu compañera hace unos días, se pregunta si la ha ofendido de alguna manera"

"No" Gruño una negación de mala gana ante la pregunta, no podía simplemente decirle que quería a esa bruja lejos de su mujer sin decirle antes los motivos. "Ha querido pasar tiempo con los cachorros"

"Lo entiendo, se lo he mencionado antes también, lo cercanos que son todos ustedes como familia"

El rastro melancólico que sonó al final del tono le ocasiono un gesto de disgusto que no pudo evitar "No tenía el su propio compañero, hace un momento le dijo que estaban bien" el cambio de tema no pasó nada desapercibido para él.

"Necesito que hablemos de los arreglos para mañana en la arena, pienso que no necesitas mucho ya que lucharas contra tu hijo"

"Tres barreras"

"¿En la arena?"

"También sería oportuno retirar los palcos más cercanos y expandir la arena un poco más"

"¿No planeas contenerte contra tu propio hijo?"

"Lo has visto, ese mocoso malcriado viene con la intención de matarme ¿Qué otra cosa puedo hacer como padre además de demostrarle mi respeto por su desafío?"

"¿Estás seguro de que es por eso y no porque te parece divertido?"

"Tsk, relájate no es tu sangre, de todas maneras, no planeo matarlo, solo lo golpeare un poco, he sido muy blando con ellos estos años, así recordaran quien es su padre"

La mirada escéptica en el rostro de Arandel por un momento le recordó a la de sus empleados, le restó importancia, que más daba si otros no le creían ya lo demostraría mañana cuando el cachorro saliera vivo de la arena. No pudo evitar la sonrisa ladeada que se atravesó en sus labios ante la diversión del pensamiento y la imagen del cachorro prepotente derrotado. Ya no podría pavonearse como un príncipe impecable frente a su esposa. Olvida la sonrisa, se rio para sí mismo al imaginarlo.

"Hermano, eres siniestro y por favor no te rías solo en mi oficina, es horrible, haces que se me ericen la piel de lo retorcido que te ves, no entiendo que te vio esa maravillosa mujer, estas bien jodido"

Transmigre, Al Diablo Con La Trama. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora