Ruptura

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Le dolía el pecho, el cansancio y dolor qué su cuerpo sentía ya no estaba pero el de su pecho perduraba fuertemente más que el dolor de una herida, sentía el dolor de un vacío como si faltara una parte de su alma. Sollozo, podía afirmar qué faltaba exactamente cuatro partes de su alma no podía dejar de rememorar el dolor en los ojos de ragnark, cuánto sufriría su hermoso compañero, sus preciosos niños, ni siquiera pudo despedirse de ellos, no pudo decirle a bastian cuanto lo amaba. Sollozo más fuerte pensando en sus peluzas coloridas le hacía gracia como eran una familia y todos tenían colores diferentes.

"¿Planeas estar tirada llorando para siempre?"

"¿He?"

¿Qué era esa voz? Ya estaba muerta, significaba eso que estaba en el más allá, estaban viniendo a reclamar su alma.

"¿Dios?" no hubo respuestas, ay, eran estas las consecuencias de todas sus acciones se atrevió a preguntar de nuevo" ¿satanás?" Debió creer en la mitología nórdica o griega en vida así tal vez estaría viendo a un dios sexy o algo así un hades sensual o bebiendo en el valhalla.

"Niña por que no abres los ojos primero"

Lo hizo, le dolieron, el espacio que antes era negro ahora se convertía en una sala qué parecía un salón antiguo en piedra gris con candelabros su mirada observó todo y se paro sobre un hombre sentado a unos metros frente a ella en un enorme trono de piedra. Dato curioso, era un hombre hermoso ¿no había muerto hace unos minutos? El pensamiento de eso la hizo querér volver a llorar.

"Si vuelves a llorar te dejaré morir de verdad"

Hizo un puchero "¿No estoy muerta ya?"

"¿Crees que un ser con tu linaje moriría con tal facilidad?"

"Entonces ¿Que es esto?"

Se sentó, la mirada del hombre en el trono de piedra era divertida mientras la observaba, intentó calmarse y rememorar lo que le había dicho, si no estaba muerta ¿Donde estaba? Por alguna razón este escenario le recordó aquella vez en el bosque, con el cristal de Meliades, su mirada volvió al hombre, su aspecto confiado y todo, le dio desconfianza tenía que ser algún ser embaucador como Meliades, chasqueo la lengua con fastidio.

"Tch" se cruzó de brazos "¿Que quieres?"

"Niña, ese no és el tono, ni la actitud qué usarías al conocer a tu padre"

"¿Que?"

Ahora ella se mordía la lengua por la sorpresa, este no era su padre, su papá era un señor para nada sensual, amable, barbón y extremadamente dulce. Oh por dios, este atractivo hombre era el padre de la verdadera asteria su boca tenía que estar tocando el suelo, lo observó ponerse de pie y acercarse a ella, una mano con garras se extendió para que la tomará, la acepto un poco avergonzada por su actitud anterior. Qué vergüenza, había actuado como una niña de verdad. Se sacudió un poco la ropa con su mano libre, se aclaró la garganta miro hacia arriba por debajo de sus pestañas era igual de alto que ragnark pero más delgado, se fijo en su cabello rojo.

"Aunque tú ciertamente no eres mi hija"

Intentó sacar su mano de la contraria y alejarse pero el acto fue evitado, el hombre fue muy rápido apretandola aunque no detectó hostilidad proviniendo del hombre. Se quedo quieta, qué podía decir, no lo era. Como explicaba la situación que su verdadera hija la había secuestrado en este cuerpo y decidió vivir su vida se mordió el labio indecisa.

"Lo lamento"

"No te juzgo por ello" levantó la mirada encontrando la del hombre frente a ella "Me alegra que ocupes su cuerpo, pienso que eres más apropiada para el, incluso, para vivir esta vida"

Transmigre, Al Diablo Con La Trama. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora