Transmigre, Al Diablo Con La Trama.

La Unión De Arandel

Ragnark despertó desorientado con el ruido que provenía de las ventanas, estaba atardeciendo, la luz rojiza se adentraba por la ventana iluminando la habitación, no se movió observando a su alrededor. La cama estaba vacía, los cachorros no estaban "¿Así de cansado estaba? No sintió nada a su alrededor mientras dormía". El movimiento del cuerpo en sus brazos lo distrajo, Asteria dormía cómodamente.

Le causaba gracia como se enredaba con él, desde la primera noche que compartieron cama se había enredado con piernas y brazos a su cuerpo, lo sorprendió tanto esa noche, jamás había sentido el cuerpo de otra persona mientras dormía, sentía que era de sus momentos vulnerables. Por lo que no dormía casi, ahora, ni siquiera sentía a sus cachorros en la habitación. Se sentía tan cómodo con su familia. 

La puerta se abrió y Damien entró con Ameli qué traía un carrito con alimentos, Ameli le sonrió y saludó suavemente mirando a asteria, le dio un asentimiento y la vio retirarse. Damien se acercó, se dejó caer en un sillón frente a ellos encontrando su mirada. 

"Buenas Tardes padre" 

"Damien" 

"El rey te ha estado buscando hace un tiempo" 

Gruñó de mala gana, no podía Arendel solucionar su Mierda solo. Suspiro, recostandose de nuevo, pasando su mano libre por su cara.

"He dicho a los empleados qué no estabas disponible, pero comienzan a ponerse inquietos, son más insistentes" 

"Entiendo, gracias Damien" lo observó de nuevo, se veía inseguro sobre decir lo que pensaba, miro la comida "Gracias, por la comida" 

"Padre"

"umm" 

Acarició el cabello rojo de asteria, dándole su tiempo a damien, lo vio de reojo parecía pensar, recordó cuando se ponía celoso por verlo abrazando a su esposa, sus hijos estaban creciendo. Ya no era tan fácil sacarlos de sus casillas. No a damien, qué aprendía rápido y no se dejaba llevar como Ian o Bastian. No a menos que el tema fuera asteria. 

"Madre se preocupo por ti" 

"He hablado con ella" 

"Entiendo" 

No era eso de lo que su hijo quería hablar, siguió tranquilo enredando el cabello en sus manos, sentía la inquietud de su hijo. Se sorprendió por la pregunta que damien hizo. 

"¿Tu, estás bien? Quiero decir, la situación en la frontera ¿Es muy difícil?" 

"Lo estoy, no tienes de qué preocuparte, aunque la frontera está protegida" 

Se quedó en silencio pensando en la situación de Arandel, se encontró de nuevo con la mirada de Damien. No tendría a sus hijos en ignorancia, sería un error no prepararlos para cualquier situación. 

"Sería lo mejor estar en guardia, cuida de tus hermanos".

"Si, ¿papá? ¿Estarás bien para combatir?" 

Se rio fuertemente, sus hijos pocas veces lo llamaban papá. Justo ahora, se veía avergonzado. Entendía porque asteria decía que Damien esperaba su combate con ansias. La cabeza de su esposa se levantó mirándolo por el ruido de su risa. 

"No perderé ante un cachorro ni estando herido, no faltaré a mi palabra damien. Lucharemos" 

lo vio asentir su mirada confundida y su rostro sonrojado, se puso de pie cuando un golpe en la puerta sonó, beso a su esposa que se sentaba desorientada y le sonreía a damien, su cabello era un desorden gracias a él. Colocó su mano en el hombro de su hijo, le sonrió.