Amenaza

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El ronroneo de Bastian recostado en su regazo, le confirmaba la duda que se planteó hace unos días en medio de la discusión de Ragnark Y Arandel. Resulta que si un dragón podía rugir y gruñir también podía hacer un gorgojeo super lindo parecido al ronroneo. Tarareo acariciando el cabello blanco de su hijo en su regazo, siempre le gustó como reflejaba la luz del sol. Estaban pasando el rato juntos, disfrutando del clima y los paisajes del sur.

Se recostaba en un espacio preparado para el descanso de los nobles. Ian y Damien tenían que estar entrenando con Ragnark, quien los había puesto al día con todas las situaciones su esposo le dijo que no quería tener a sus hijos en ignorancia y arriesgarse a que sufrieran algún daño. Por lo que ahora dedicaban más tiempo a entrenar juntos, por hoy bastian y ella decidieron escapar de la tortura qué era el entrenamiento militar de esos locos. Ameli, junto a ellos comía algunos de los dulces que Bastián le compartió hace poco, saludo a Fenrir qué se acercaba.

"Mi señora"

"Fenrir"

"El señor y los jóvenes maestros estarán pronto con ustedes, aunque, el señor me pidió que le excusara por demorarse un poco más, debe atender primero unos asuntos con el rey"

"De acuerdo ¿Donde esta Aksel?"

"Está a cargo de guiar a la compañera del rey por orden del señor, a estado buscándola de nuevo"

Asteria hizo un quejido de lamento, la risa divertida de bastian fue lo que recibió a cambio. Estiró la mano y pellizco su mejilla dándole un gruñido, suspiro, desde que el rey había presentado a la mujer como su compañera todo se volvió un alboroto, todos en el sur se volvieron locos, los nobles querían saber sobre el linaje de la mujer, su poder. No bastando con eso, le había pedido a ella exclusivamente qué la ayudara a acoplarse al lugar, "como si ella fuera muy sociable" así que le presentó los únicos nobles buenos qué recordaba de la trama y había conocido aquí, a las esposas de todos ellos y listo. El problema, la chica la seguía como un patito a su madre, Ranie era la dulzura personificada, y aunque habías sido paciente con ella toda esta semana, se sentía como la mala al negarle algo cuando la niña era super honesta e inocente, aun así necesitaba separarse y ser independiente en sociedad. No podían estar juntas siempre, Asteria tendría que volver al norte en algún momento. Debía aprender si o si. Suspiro y se fijó en el paisaje frente a ella, disfruto de la brisa.

"¿Estará pronto aquí también?"

"No, Aksel le ha informado qué se reunirá con el Duque y sus hijos para almorzar, en cambio, le ha prometido qué tomará el té con ella en la tarde"

"Que hombre tan diligente ¿Debería subirles el sueldo?"

"Considero que ya es suficientemente justo para el trabajo señora"

Ameli se rió "Señora, ya nos paga mucho"

"¿Es así?"

"Si" ambas confirmaciones la sorprendieron, ya no recordaba cuánto les pagaba no consideraba qué debía ser mucho si no se molestaba en recordarlo, después le preguntaría a Ragnark, el hombre lo recordaba todo. Hablaron un poco más hasta que sus hijos aparecieron, luciendo maravillosos como siempre.

"Madre"

"Hola niños, ¿cómo les fue con su padre?"

"Horrible"

Se rió cuando Ian suspiró dramáticamente y se dejó caer a su lado, recibió un beso en la mejilla como saludo al instante. Para dejar caer su cabeza en su hombro y recostar su peso junto a ella. Damien torció los ojos en respuesta a su hermano y los observó, se acercó y la beso en la cabeza, volvió a reír, cuando se sentó en la mesa con bocadillos junto a ellos. Su mirada le dijo que iba a recibir uno de esos "consejos" qué él y ragnark sabían dar.

Transmigre, Al Diablo Con La Trama. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora