Sospechas

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Asteria estaba realmente molesta "¿Cómo se atrevía ragnark a usar ese rostro suyo contra ella?" "ESO ERA TRAMPA" suspiro. Dentro de la habitación, en medio de la gran cama había una pequeña mujer humana, era raro referirse a alguien más como humano, cuando ella misma lo fue hace poco, no se sentía tan diferente. La observó, era hermosa, demasiado a decir verdad. Pero olía mal, arrugó la nariz. La menuda mujercita la observaba desde la cama aterrorizada. Se acercó con cautela pero dejo el espacio suficiente entre la cama y ella para no asustarla más. Aunque no quería tratar con la asustada novia de Arendel, ragnark obviamente pensaba que ella podía hacerlo. La miro de nuevo e intento a hablar lo más bajo, suave y dulce posible.

"Hola, mi nombre es Asteria"

La menuda mujer la observó desde el otro lado de la cama debajo de las sábanas sin decir nada.

"No voy a hacerte daño, Arendel me pidió que te ayudará a acomodarte, soy la esposa de su mejor amigo, te ha contado de el ¿verdad?"

La vio asentir y bajar un poco la sabana.

"Bueno, yo soy la esposa de ragnark, justo ahora los dos están hablando allá afuera"

Señaló la puerta detrás de ella y sonrio para la mujer, su mirada en la puerta con tristeza y anhelo.

"Arendel esta muy preocupado por ti pequeñita ¿Cuál es tu nombre?"

Espero pacientemente hasta que un susurro vino de ella

"Ranie"

"Bueno, es un hermoso nombre Ranie ¿puedo acercarme a la cama?"

Un asentimiento vino de la mujer, Asteria suspiro y se acercó a la cama despacio, se sentó en el borde de los pies mirándola de frente, volvió a sonreir, no podia presionarla o se asustaria más de lo que ya estaba.

"Bueno Ranie, como dije, arendel esta muy preocupado por ti, has dormido desde que llegaste y no has comido nada ¿Cómo te sientes?"

"Cansada"

"Creo que es normal, repito, no has tenido alimentos apropiados"

Volvieron a quedarse en silencio, Ranie pensaba y la observaba todo el tiempo, no le molesto, si estuvieran en su posición también estaría en guardia, por su parte encontró muy interesante el paisaje qué se extendía por la ventana ¿Donde estarían sus cachorros? La voz susurrada volvió a sonar.

"¿No te desagrado?"

"¿Que? No ¿Por qué?"

"Soy humana"

"Si, ¿qué tiene eso?"

"Los demonios odian a los humanos"

"Y los humanos a los demonios aun así aquí estamos, hablando tranquilamente, sin contar el hecho de que estas enamorada de un demonio y el de ti"

"Yo, Bueno, Arendel no me odia por que le gustó, tu no tienes ningún motivo para tratar con migo"

Se quedo en silencio, tenía razón, ni siquiera estaba emocionada por ayudarla, era mucho drama para ella, solo quería volver al norte, incluso los sermones y las quejas de Cassian eran mejor que esto. Suspiro con fastidio y se inclino hacia atrás poniendo su peso en sus brazos quedando con las piernas cruzadas, volvió a mirar a la menuda mujer que parecía curiosa ahora por su actitud.

"En eso te equivocas, como mencione antes, soy la esposa del mejor amigo de tu hombre. Están allá afuera justo ahora. Mientras Arandel este sobre ragnark por sus preocupaciones, mi esposo estará preocupado. Lo que me preocupa a mi, es por él que estoy aquí, no fue Arandel quien me pidió ayuda, fue ragnark"

Transmigre, Al Diablo Con La Trama. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora