Cierre

3.6K 402 42
                                    

Suspiro de placer al sentirse nuevamente entre los brazos de su compañero el sonido de su pecho no cesaba por fin sentía la tranquilidad de su existencia completa, podía responder a su compañero y no sentir la ansiedad qué les causaba a ambos el sello en su cuerpo. Que emoción, tenía que contarle a ragnark tantas cosas. Apoyó la barbilla en el pecho de su compañero y lo miró, hombre hermoso.

"Me volverás narcisista esposa"

"Um y tu a mi, también siento como me ves compañero"

El gruñido masculino de placer ante la mención de la palabra compañero y lo que causó en él, la emocionó. Se empino para volver a besarlo, pero el peso de dos cuerpos chocando contra ellos y llevándolos contra el suelo le saco un jadeo, la fuerte maldición qué escucho de ragnark la sorprendió casi tanto como los brazos qué la alejaban de su esposo. Reaccionó a tiempo para recibir a los dos adolescentes qué se metían en sus costillas. Se rio al sentir el olor de sus cachorros qué llego a ella, le gustaban mucho estos nuevos sentidos.

"Mis niños ¿quieren romperme las costillas?"

Las cabezas en sus hombros no se levantaron con su voz, intentó devolver el abrazo como podía ya eran tan grandes que no cabían bien en ellos. El canto en su pecho volvió a sonar tan diferente pero igual al que le causaba ragnark ¿Que era?

"Un canto materno"

Ragnark se movió a su lado metiendo los tres cuerpos en sus brazos y le sonrió.

"Pensé que solo las hembras qué conciben podían hacerlo, me sorprendes cada día más"

Ladeo la cabeza, porque le sorprendía el canto y porque los niños se veían tan afectados por él, la información proveniente de ragnark en su mente le arrugó el corazón. Encontró su mirada, la calidez junto con la respuesta la llenaron de amor. El cántico materno era algo natural que las madres obtenían al concebir para calmar a sus crías, estos niños no los concibió ella pero aún así, su dragón cantaba para ellos reconociendolos como su propia carne y sangre, incluso para Ian qué difería en raza. Suspiro, como amaba a estos hombres aun cuando se neganban a mirarla.

"No dejemos que bastian se entere de esto, se volverá loco si sabe que tenemos un abrazo grupal sin él"

Las risas en sus hombros junto con los cuerpos qué temblaban la hicieron sonreir, el primero en surgir fue Ian con los bordes de sus ojos en rojo, su sonrisa maldadosa.

"No me tientes mamá, suena como algo emocionante para contarle"

Suspiro resignada

"Cómo pueden meterse con un niño menor que ustedes"

El bufido de Damien vino con su voz ronca desde su hombro

"Por favor mamá, sabes que es más retorcido qué nosotros, le encanta meterse en problemas. Pero sí le diré que fui el primero en verte con tu forma original"

Busco a ragnark en ayuda, su risa baja la cautivo mientras se inclinaba y los apretaba a todos en sus brazos. Hombre, cómo podía un lugar destrozado y lleno de cadáveres sentirse tan pacifico y maravilloso. Los rayos del sol, surgiendo con el sol del amanecer iluminado el desastre que era ahora el castillo de Arandel. Un momento, se alejó de los tres hombres que la miraban sorprendidos desde el suelo abrazados, se levantó rápidamente buscando a su alrededor.

"¡Deprisa! Tienen que ayudarme a encontrarlo"

"¿Encontrar qué mamá?" el rostro confundido de Ian mirando también alrededor.

Transmigre, Al Diablo Con La Trama. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora