Aquel deseo voraz de obtener cada cosa que se le cruzará por la mente, sonriendo burlón mientras otro nombre era tachado en aquella lista.
En aquel y otro universo, el mismo rubio avaricioso solo tenía una cosa en mente
El poder
Y aquel único amor...
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Sus ojos miraban fijamente la foto de su bonito niño acariciando al gato naranja.
—Señor...hay un hombre... Nick Hunter que también busca conquistar a Gustabo García.—decía el chico mientras servía un poco de whiskey en el vaso y lo entregaba al mayor.
Este solo miró el vaso antes de tomar un poco, sonriendo levemente asustando al menor en aquella sala.
—Se-señor, ¿se encuentra bien?
El mayor dio otro sorbo a su bebida, haciendo un gesto con su mano.
—Retírate a cuidar a Gustabo, no dejes que nadie lo toque sin su permiso
Y con eso, el chico salió de ahí, directo a hacer lo que se le ordenó, dejando solo al mayor que detuvo su reír para volver a ponerse serio.
—Espero no me hayas olvidado mi niño...—suspiró mientras observaba la foto.—Este tiempo no a sido lo mejor para mi
~•~•~•
—Gustabo, vamos anda, solo un poco.—decía el de cresta mientras veía al rubio reír, negando divertido.
—No quiero salir hoy Horacio, mejor vamos a casa a dormir
—Gustabo, es sábado por la tarde, hoy es el primer día que no trabajo en fin de semana y quieres que vaya a encerrarme a casa, no es muy...
—Gustabo.—hablaron a sus espaldas, volteando rápidamente
El rubio solo sonrió, mirando un poco a Horacio que solo se acercó a él para protegerlo.
—Hola Hunter, ¿Que tal?
El castaño sonrió, acercándose y tomar la mano del rubio con delicadeza
—Solo te vi mientras estaba arreglando unos asuntos cerca y tenía que alcanzarte
Horacio miraba la escena mientras movía sus manos a la cintura del rubio y lo jalaba hacia el.
—Bueno, ya lo viste, ya nos vamos, anda Gustabo
Gustabo tuvo que tragar la risa que iba a salir de sus labios, asintiendo y despidiéndose con su mano hacia el castaño que solo suspiró, viéndolos alejarse.
—Debes de ser más cuidadoso Gus... hablas con todos y haces cosas que pueden ponerte en peligro
El mayor se abrazo del crestas, sintiendo como se tensaba por unos segundos.
—Vamos osito, eres un celoso.—susurró mientras lo soltaba y tomaba de la mano.—Deberías de cuidarte más y no cuidarme a mi, a veces es molesto
—Me preocupó por ti Gus, y se que él se preocuparía si ambos nos divirtiéramos de ese modo con gente que no anda en buenos pasos como...
—Cállate Horacio.—le interrumpió mientras volteaba a verlo serio.—No digas su nombre, ni siquiera se te ocurra decir que se preocuparía porque eso ya lo sé
