Honestamente, Gustabo no sabía que estaba haciendo frente a Conway nuevamente, con un rastro de sangre decorando sus labios y uno de sus ojos comenzando a tornarse morado.
—Sinceramente no se que sucedió Conway, no le voy a mentir esta vez
Sabía lo que había pasado, más no como había llegado a comisaría y estar frente al superintendente.
—Eres un capullo, ¿como se te ocurre aparecer así? ¿Quien te hizo esto? ¿Te duele mucho?
Preguntas y más preguntas bombardearon al ojiazul, bufando mientras negaba.
—Realmente no se que hago aquí
En aquella frase rondaba la verdad, ni siquiera sabía porque había acudido a comisaría.
Le importaba una mierda el superintendente, pero, ¿porque estaba ahí en primer lugar?
—Vamos a curarte anda.—murmuró el azabache antes de tomarlo de la mano y caminar con él hasta su oficina, siendo observados por algunos policías que pasaban cerca a ellos.
-¿te duele? Cariño, te e dicho que no te metas en peleas mientras no estoy.—susurraba el mayor mientras limpiaba la sangre que caía del rostro del menor sentado sobre él.
-Ellos dijeron que tú no regresarías, que jamás regresarías
El más alto solo sonrió, depositando un beso en los labios del rubio, escuchando un pequeño jadeo de dolor
-lo siento
Gustabo solo le observó fijamente, ese rostro que tanto amaba ahora permanecía cansado, sus ojeras marcaban las horas de sueño faltantes por algunos días, la barba que comenzaba a salir de días se notaba junto a una dulce sonrisa que le obsequió cuando se dio cuenta que le miraba.
-lamento que siempre tengas que meterte en problemas por mi culpa.—soltó repentinamente el menor mientras sentía los brazos del mayor envolverle con suavidad.
-Lamentó dejarte solo cariño, enserio lo siento...
—¿Me escuchas?
La voz de Conway lo sacó de sus pensamientos, asintiendo mientras veía como el azabache terminaba de limpiar la sangre de su rostro y depositaba los algodones en la basura.
—Tengo sueño, quiero irme a casa y dormir
Tal vez solo dejar de pensar
—Te llevo a casa, anda
Gustabo solo negó, saliendo de la oficina del superintendente con un rostro serio
-Volviste a pegarte con otros tipos
-Tu volviste a dejarme, ellos dicen cosas malas de ti...
—¿Gustabo?
Volteó hacia aquella voz, viendo al comisario ruso caminando hacia él
—¿que sucedió? Vamos anda, lo llevaré a su casa
El rubio no tenía ganas de discutir con otra persona más, así que solo caminó junto al ruso hasta llegar a la patrulla y entrar en esta.
-Tu novio no volverá Gustabo, él ya está muerto
-Cállate
—¿le gustaría hablar de lo que sucedió?
El menor solo negó, volteando a ver fuera de aquel patrulla como algunos niños jugaban en el parque, sonriendo levemente al recordar las veces que Horacio y él hicieron lo mismo
Aunque la mayoría de esos juegos terminaban en robos a algunas personas para poder comer algo
Hasta que llegó él
—Es mejor que tomé un baño y se relaje al llegar a su casa, mi número ya lo tiene así que cualquier cosa no dude en hablarme.
Mientras hablaba, notaba el rostro serio del menor, aquella energía que poseía parecía ya no estar más, sus zafiros denotando las ganas que tenía de llorar y el pequeño puchero que se asomaba de sus labios hacían que el comisario solo abrazara por un momento al menor.
—Sea lo que sea que esté pasando en estos momentos, que sepa que me tiene a mi Gustabo, no se olvide de eso
El nombrado solo asintió, alejándose suavemente antes de abrir el coche y salir de el a paso rápido, dejando atrás a un comisario preocupado.
Y otra persona en una moto en la esquina, suspirando al ver de aquel modo al rubio.
~•~•~•
Sintió escalofríos una vez despertó de aquel sueño, viendo a su mejor amigo sentado en la cama a su lado mientras le observaba fijamente
—¿quedaron peor los otros?
Gustabo asintió, tomando su manta y cubriendo su cuerpo con ella, sintiendo por algunos momentos el dolor en su cuerpo ante los golpes que antes le habían dado.
—¿Qué es lo que te pasa Gustabo?
El menor sabía lo que había pasado, no era la primera vez que veía a su amigo de aquella forma, sin embargo, era la primera vez que lo veía tan decaído.
—Dijeron que no volvería...—susurró mientras se tapaba completamente.—Dijeron que había muerto... y no lo creo Horacio, no creo posible que haya pasado eso, el prometió que volvería
Mientras hablaba, su voz se iba entrecortando, de sus zafiros, pequeñas gotas saladas golpeaban sus mejillas, odiaba sentirse de aquella forma, pero su corazón dolía.
—Gus...
No podía decirle algo más, verlo de aquella forma solo le hacía sentir triste, amaba a ese rubio, pero sabía que desde hace años, este le pertenecía a alguien más.
Y no hablaba de él como si se tratara de un simple objeto, porque Horacio sabía perfectamente que Gustabo podía valerse por si mismo.
Pero ahora... ahora ese chico que siempre le cuidó de pequeños lloraba en aquella cama, y él no podía hacer nada
Después de todo, no podía hablarle al tipo que Gustabo esperaba.
~•~•~•
—Me gustaría volver a sentirte
El mayor solo sonrió, volviendo a besar los belfos rosados de su bonito niño rubio, escuchando un suspiro salir de los labios de este con suavidad.
—Tan lindo y tan mío.—murmuró mientras fijaba su vista en los azules del rubio, viéndole sonreír con un pequeño sonrojo.
Aquel sonrojo que solo él había visto más que cualquier otra persona
—Te amo
—Yo también te amo demasiado Gustabo, daría mi vida por ti
Y aquello era cierto
Capítulo corto, tuve un poquito de ganas de escribir así que tome la oportunidad y se los traje, espero pronto seguir actualizando como antes <3
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Codicia -Gustabowl
Fiksi PenggemarAquel deseo voraz de obtener cada cosa que se le cruzará por la mente, sonriendo burlón mientras otro nombre era tachado en aquella lista. En aquel y otro universo, el mismo rubio avaricioso solo tenía una cosa en mente El poder Y aquel único amor...