La puerta terminó cerrándose, ofreciéndole frente a él una vista de su dulce niño haciendo un puchero que le hacía ver adorable.
—mi bonito niño...—susurró ignorando al de cresta, sintiendo pronto los brazos en su cintura aferrándose con fuerza.
Le vio con pequeñas marcas desvaneciéndose, entendiendo el daño que las personas pudieron causarle en aquel lugar.
Y lo odió
Se odió a si mismo por no haber estado para protegerle.
—¿quien te hizo esto Gustabo?
Las palabras cambiaron, y Gustabo lo notó cuando miró hacia arriba y se percató que en los ojos del mayor había coraje, odio en su totalidad.
—Fue Nick Hunter
Ese nombre saliendo de los dulces labios de su pequeño le hicieron enfurecer, tratando de calmarse al sentir el miedo en el menor.
—¿por qué te dejo salir?, ¿que hiciste Gustabo?.—preguntó, Horacio permanecía detrás sin decir absolutamente nada.
Sabía que lo mejor era permanecer callado ante aquella aura que el mayor emanaba.
—Dijo que me quería.—comenzó a decir mientras se soltaba de a poco del agarre del mayor.—¿que más podía hacer Paolo?, tenía una sola cosa que hacer y la utilicé, también me dijo que podía tener el poder de toda la ciudad.—se quebró viendo a los ojos de su amado
—Debía de sonar convincente cuando me pidió información, me dejó libre a cambio de llevarle información del CNP
Horacio escuchaba atento, fijándose en el rostro del pelimorado que permanecía callado, no sabiendo si lo que sucedería a continuación sería malo o peor.
—Hace unos días hice un maldito negocio con Hunter, ¿estás diciéndome que él se atrevió a tocarte?
La cara de Gustabo cambio cuando el mayor se arrodilló frente a él, sintiendo las manos de este abrazarse a su cintura.
—Lamento no haber estado para protegerte, lamento que Horacio haya sido lastimado.—cada palabra que salía de su boca sonaba real, hasta para Horacio quien le resultó extraño ver al mayor tan derrotado frente al rubio.
—Pero va a pagar caro.—soltó de pronto, observando el rostro del rubio.—tienes que decirle a Conway todo lo que me dijiste a mi...—soltó con hastío al hablar de él.— Él podría ser de ayuda
Gustabo asintió, llevando su mano al rostro del mayor y acariciarlo con dulzura.
—levántate Paolo... tu no tienes la culpa de nada.—soltó con decepción a si mismo por no haber escapado antes de aquel lugar.
El mayor se levantó, mirando al menor antes de besarle con suavidad, temiendo lastimar a su bonito niño.
Sus manos apresando su cintura hicieron que el menor soltara un pequeño jadeo, logrando así que el mayor adentrara su lengua en su boca y comenzar una batalla de la cual saldría victorioso el pelimorado.
ESTÁS LEYENDO
Codicia -Gustabowl
FanfictionAquel deseo voraz de obtener cada cosa que se le cruzará por la mente, sonriendo burlón mientras otro nombre era tachado en aquella lista. En aquel y otro universo, el mismo rubio avaricioso solo tenía una cosa en mente El poder Y aquel único amor...