Hate to Admit (TaBarcode)

Capítulo Once

Los siguientes días ambos se quedaban para cumplir con la tarea que les habían encomendado como castigo. Para sorpresa de Barcode, todavía ninguno de los bullies se acercó a ellos para buscar revancha. No hasta ese día viernes, en que mientras avanzaban un poco más al pintar ese muro, Kreitz los estaba observando a pocos metros de allí.

—Ta... creo que hoy sí vendrán... —le comentó por lo bajo Barcode—. Tal vez debimos ir hoy sí al hospital.

—No podemos huir siempre, y además, no puedo volver al hospital.

—Ellos nos superan en número, ¿sabes? Bueno, ahora solo está Kreitz pero...

Ta se giró para poder ver dónde estaba el otro chico que los vigilaba.

—¿Ese es Kreitz? —pidió la confirmación de Code, moviendo su cabeza hacia donde estaba el bully.

—En verdad que no sabes quiénes son... —murmuró asombrado.

—Luego puedes burlarte si quieres, da igual, solo responde.

—No me burlaré —le aseguró, aunque sí le llamaba la atención—. Sí, él es Kreitz.

Ta asintió, y sin temor ni dudas avanzó hacia ese otro chico.

—¿Qué demonios? ¡No hagas eso! —le pidió Code.

Pero no detuvo la determinación de Ta para enfrentarlo. Kreitz tampoco se alejó, parecía esperar a que llegara hasta él. Podría tratarse de una trampa, o quizás estaba demasiado confiado como para hacer que le temiera como cualquier otro de los estudiantes.

—¿Qué es lo que quieres? —le preguntó directamente, si podía evitar un enfrentamiento mano a mano lo haría, pero con ese tipo de personas nunca se sabía qué podía esperar.

—¿Te conseguiste un nuevo lazarillo(*) Ta? —le dijo el otro en un tono burlón.

—Ja, me sorprende que con todas las neuronas que te faltan, por lo que pasas por tu nariz —hizo un gesto como si estuviera aspirando algo por su nariz—, sepas el significado de esa palabra.

—Así que el chico sí está haciendo su trabajo, para que sepas quiénes somos —asintió, aparentemente solo se acercó a ellos para confirmarlo—. Yo que tú lo cuido mejor que al otro.. ¿Cómo era su nombre? ¿Tutor?

La mandíbula de Ta se tensó al escuchar que se mofara de lo que le habían hecho a su mejor amigo, pero al menos ahora podía estar seguro de dos de las personas que lo hicieron.

—Por cierto, tal vez no te has enterado, pero van a desconectarlo pronto —continuó burlándose Kreitz.

Parecía gozar porque todo se acabaría si Tutor finalmente moría, solo porque sabían que Ta podría no ser un testigo confiable debido a su condición.

—Eso no es verdad... —se negó a creerlo.

No podían desconectar a su mejor amigo, aún había esperanzas de que despertara.

—¿No? Bueno, te enviaré una foto desde su funeral cuando suceda.

Kreitz se iba retirando de allí mientras reía. Ta quiso abalanzarse sobre él para golpearlo, pero Barcode intervino tomándolo por uno de sus brazos.

—No lo hagas, por favor —le pidió el menor—. Yo lo entiendo, también quisiera golpearlo, pero...

—¿Pero qué? Lo acabas de escuchar burlándose de la situación de Tutor, y él también fue uno de los que le hicieron eso... Me lo acaba de decir, y no puedo... —cerró sus puños conteniendo toda esa ira—. Deben pagar por lo que le hicieron.