Capítulo Diecisiete

57 10 0
                                    

La explicación de la profesora Arween se opacó al ser interrumpida por el incesante sonido de mensajes entrantes, cada alumno dentro de ese salón estaba recibiendo en sus celulares el link de una transmisión en vivo que les arrebató la concentración de la clase.

Todavía faltaba alrededor de media hora para el primer receso, cuando los pasillos de la institución se vieron invadidos por los curiosos estudiantes que corrían hacia el patio trasero, desde donde se estaba realizando la transmisión. Algunos profesores, que estaban dando clases en ese horario, pretendían detenerlos pero ninguno fue escuchado.

Barcode estaba aún sentado en su banco, observando como sus compañeros también abandonaban el salón de clases. Nada había despertado su necesidad de seguirlos, hasta que también recibió el enlace que le mostraba lo que en el patio estaba aconteciendo.

Su corazón se paralizó por un instante, al comprobar que uno de los involucrados era nada menos que Ta, envuelto en una nueva pelea mano a mano con el grupo de acosadores.

Impulsado por la preocupación y el temor corrió a toda prisa, abriéndose paso entre los demás jóvenes.

Desde el pasillo cercano a la salida pudo ver que había tantas personas allí agolpadas, que le sería imposible salir. Tal vez si buscara otra salida lo conseguiría, pero antes de que la encontrara los profesores ya habían comenzado a disipar a los curiosos y puesto orden, por primera vez de manera efectiva.

—A su salón —le indicó uno de los profesores, dado que Barcode seguía intentando llegar hacia Ta.

No le quedó más opción que dejarse llevar por la ola de estudiantes que eran obligados a regresar a sus respectivas aulas. Pero eso no evitaba que siguiera preocupado pensando en que pudieron haber herido a Ta.

Los profesores no les permitieron salir al receso, hasta que la situación estuvo debidamente controlada. Los causantes de esa revuelta fueron conducidos a la rectoría, o en su defecto a la enfermería.

Para cuando finalmente pudieron salir al exterior de los salones, poca información había sobre lo acontecido. Solo un rumor que confirmaron al ver como una ambulancia se estaba aparcando en la puerta delantera de la institución. Uno de los involucrados en la pelea había sido herido de gravedad. Una vez más lo invadía el terror de que Ta sufriera la misma o peor suerte que Tutor, pues desconocían quién era el joven que había caído inconsciente.

Entre los paramédicos que ingresaban, también pudo ver a un joven que reconoció, era Boss, el hermano mayor de Ta. Ese fugaz encuentro solo le hizo tener una mala pasada, al imaginar que a quien venían a buscar en esa ambulancia podía ser el chico de su interés.

—¿Qué creen que habrá pasado? —preguntaba otro estudiante.

—¿Tú qué crees? Lo mandaron al hospital, como a Tutor seguramente —le respondió otra chica.

—¿Tú qué sabes de eso? —le cuestionó Code, hasta donde sabía el único posible testigo de lo ocurrido fue Ta, y por eso había sido señalado como encubridor del hecho.

—Ah es solo...algo que escuché —quiso evadir la pregunta la joven.

—¿De quién? —insistió, siguiéndola porque intentaba alejarse.

—No lo sé, solo es un rumor que escuché —desvió su mirada.

No parecía tan sincera al decir estas palabras como cuando aseguró que ellos le habían hecho lo mismo a Ta que le hicieron a Tutor. Code sospechó que algo más podía saber al respecto, ¿y si Ta no fuera el único que supuestamente vio lo que le ocurrió a Tutor?

—¿Un rumor? ¿En serio? —continuaba indagando, y ella lo seguía evadiendo.

La chica aprovechó la distracción de Barcode, cuando prestó atención para saber a quién se llevaban los paramédicos. Era uno de los bullies, y esto hizo que suspirara aliviado. Cuando volvió a buscar con su mirada a la posible testigo, ella ya no estaba allí.

Todos comenzaron a moverse hacia la siguiente clase, y Code buscó la manera de no ser visto por los profesores o el preceptor, movido por la necesidad de saber qué había sucedido con Ta. Necesitaba verlo, para saber que estaba bien, pero en su lugar con quien se encontró fue con el hermano mayor de ese joven.

—Boss, lo siento, no pude evitarlo... —se disculpó de inmediato al llegar a su encuentro.

—No te preocupes, Ta es así de impulsivo, solo era cuestión de tiempo —respondió con amargura.

—Pero, ¿él está...?

Temía escuchar la respuesta, pero a la vez lo necesitaba.

—Tiene un par de golpes, pero está bien. Solo que por la gravedad de lo que hizo, hay posibilidades de que lo expulsen —le explicó Boss—. Intentaré todo lo posible porque no lo hagan, aunque seguramente sí lo suspendan un tiempo.

Una suspensión se escuchaba mejor que una expulsión, faltando tan poco tiempo para terminar su último año escolar. Tan solo le quedaba esperar la decisión de las autoridades de la institución, y dependía en parte de cómo evolucionara la situación médica del estudiante que se habían llevado los paramédicos.

 Tan solo le quedaba esperar la decisión de las autoridades de la institución, y dependía en parte de cómo evolucionara la situación médica del estudiante que se habían llevado los paramédicos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hola!

Feliz domingo para quien esté leyendo.

Gracias por seguir apoyando la historia, se supone que iba a subir dos capítulos hoy pero aún no he podido terminar el otro. Si es que no puedo hacerlo hoy será pronto.

Cuídense y les deseo tengan un hermoso día.


Atte. Eddy.

Hate to Admit (TaBarcode)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora