Hate to Admit (TaBarcode)

Capítulo Trece

Después de la discusión con sus padres, por haber llegado a casa tan tarde sin haberles avisado, recibir la notificación de un nuevo mensaje proveniente de Ta le daba a Barcode un poco de confort.

Sus ojos todavía estaban rojos, y su mirada nublada, por eso debió lavar primero su cara para poder despejarse. Estaba tan cansado de tener que volver a esa casa, para vivir con un clima tan tenso, con tanta presión para ser perfecto a los ojos de sus progenitores.

[ Ta: Ya estoy en mi casa, "amigo". ]

Code sonrió al leerlo, porque trajera ese tema de nuevo a colación. Y antes de que pudiera responderle a ese primer mensaje, del cual ya habían transcurrido varios minutos desde que lo envió, recibió uno nuevo de ese chico.

[ Ta: Espero no te hayan quitado el celular como castigo. ]

[ Code: Tranquilo, "amigo", todavía conservo mi celular. Si estuvieron bastante bravos, pero ya estoy acostumbrado. ]

[ Ta: Debí acompañarte. Me iba a hacer cargo de que llegaste tarde a causa mía. ]

[ Code: Conociendo a mis padres, en ese caso sí posiblemente me quitaban celular y no sé qué más. ]

[ Ta: ¿Tan exageradamente estrictos son? ]

Barcode dudó en responderle, temía sobre lo que sus padres pudieran llegar a pensar de que él se estuviera relacionando con Ta. No solo los demás estudiantes tendían a señalar al chico como uno de los responsables de lo ocurrido a Gabrielle y a Tutor, sino también algunos padres, entre ellos los suyos por supuesto.

Toda oveja negra debía ser igualmente rechazada o castigada, no había un "inocente hasta que se demostrara lo contrario". Y como los verdaderos causantes del hecho jamás habían sido señalados, el testigo era al único al que cargaba con esa culpa, como si los estuviera encubriendo.

[ Code: Son personas complicados podría decir, y conmigo son muy estrictos o exigentes. ]

Ta aún estaba leyendo ese último mensaje, cuando sintió la presencia de alguien tomando asiento a su lado, en una de las bancas del jardín trasero de su casa.

—¿Quién es? —le preguntó su vecino.

El mayor al verlo sentado solo, se acercó para platicar con el chico.

Ta giró su vista hacia él, para confirmar que se trataba efectivamente de Bible, aunque ya lo sospechara. Era el único que cada vez que tenía oportunidad se aproximaba para platicar.

—Es... —iba a responder, pero se detuvo al no saber cómo definir su relación con Barcode—. Un compañero de clases.

—¿Un compañero? —hizo una pregunta solo para que lo afirmara, pero aún seguía dudando antes de asentir—. ¿Y cómo se llama este compañero?

—Barcode —fue su escueta respuesta.

Bible parecía esperar algún otro tipo de comentario, pero como siempre era difícil que Ta conversara sobre sus temas personales.

—Que bien, te estás abriendo a conocer nuevas personas —lo animó.

—Bueno, pasamos mucho tiempo juntos en el castigo últimamente, no tenía más opción.

Bible sabía muy bien que le estaba mintiendo.

—Claro, otro revoltoso, ¿verdad? —comentó—. ¿Barcode también hace arte como tú?

—No, él... —se dio cuenta de que estaba a punto de hablar de más sobre ese chico—. Si le gusta el arte, pero no del mismo tipo. Creo que le gusta más la música.