Capítulo Doce

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Cuando llegaron a la cafetería donde trabaja Yim, se encontraron con que el chico estaba allí cumpliendo con su turno. Aparentemente había tenido también una discusión con los padres de Tutor, si bien no le impidieron volver a verlo, prefería evitarlos por un tiempo.
—Luego les comento bien qué ocurrió, pueden esperar en alguna de las mesas, mi turno terminará pronto —les sugirió Yim, invitándolos a tomar aquello que desearan del menú.
Buscaron una mesa no tan expuesta, para poder platicar en mayor privacidad.
—Solo espero que Yim pueda seguir yendo a visitarlo, realmente me preocupa que...quieran desconectarlo —mencionó Ta, eso último en voz baja, como si decirlo con mayor fuerza fuera a darle entidad.
Barcode estuvo tentado a apoyar su mano sobre la del otro chico, como si de esa manera le pudiera brindar su apoyo. Pero no creía que tuvieran todavía la confianza suficiente como para hacerlo.
—Sé cómo se siente eso, y realmente espero que sus padres no tomen esa decisión, aún debe existir algo que se pueda hacer por Tutor —expresó el menor.
Sabía cómo podría llegar a sentirse Ta, de perder a su mejor amigo, él todavía estaba pasando por ese duelo y no era fácil de superarse.
—Tú... —moduló Ta, pensando con cuidado en sus palabras para no herirlo—. Escuché cuando uno de ellos se burlaba, por lo que le pasó a tu amigo.
Barcode asintió, inspirando profundamente antes de continuar hablando, deseaba no sentirse tan triste cada vez que lo recordara.
—Sí, Henry, él murió poco antes de lo que le sucedió a Tutor...se quitó la vida —decirlo de esa manera tan abierta era un duro golpe para él, pero lo necesitaba.
—¿También tuvo problemas con esos idiotas?
Code asintió, haciendo una mueca de nostalgia, al recordar esos últimos días, cuando Henry le decía que todo estaba bien y saldrían de esa situación. Las veces que quiso hacerle creer que no le afectaba todo lo que ese grupo les hacía.
—Pero no solo tenía problemas con ellos, también estaba su familia... —comentó por lo bajo, recordando la carta que había dejado para él antes de partir—. En ese sentido son bastante similares a la mía, a excepción de mi hermano.
—Hay familias que son en verdad... —hizo una cara de disgusto, negando con su cabeza de solo pensar en sus padres.
—Pero los padres de Tutor parecen preocuparse por él, es por eso que no creo vayan a tomar esa decisión —retomó el motivo que los había llevado a la cafetería, esta vez sí apoyando su mano sobre la de Ta.
El mayor observó ese gesto, pero no apartó su mano.
—Sí, también quiero creer eso. Ellos podrán ser testarudos, quizás porque estén dolidos por lo ocurrido... Pero realmente quieren a Tutor, no lo dejarían ir tan fácilmente.
Barcode estaba sonriendo, sintiendo que de a poco Ta volvía a animarse.
—Disculpen, no quería interrumpirlos —mencionó Yim, mirando como todavía sus manos estaban juntas.
Fue Code quien rompió ese contacto, apenado de que alguien más los estuviera viendo de esa manera.
Yim simplemente sonrió y tomó asiento junto a ellos.
—Entonces, ¿fuiste a ver a Tutor hoy también? —le preguntó el recién llegado.
—Ja, si me ven allí quizás llamaban a la policía, como cuando fui a hablar con ellos a su casa —ironizó Ta sobre la situación.
—¡¿Fuiste a su casa?! —le cuestionó Code, preocupado luego de escuchar que involucraron a la policía.
—Sí, tenía que hablar sobre lo de Brendan, pero no quisieron escucharme.
—Los escuché hablar sobre eso —comentó Yim—. Fue por eso que también discutí con ellos, les sugerí que debieron escucharte, que podría ayudar al caso de Tutor.
—¿Y se enojaron? —indagó Ta, conociendo ya la respuesta.
—Sí, pero al menos no me prohibieron ir a ver a Tutor.
—¿Te estás burlando de mí? —le reclamó en broma, sabiendo que no lo había dicho en ese sentido.
Barcode los observaba interactuar, formándose ideas de algo que no existía más que en su imaginación. Llegando a pensar que esa interacción era un coqueteo entre ellos dos, por eso carraspeó su garganta. Pero solo sería Yim quien se daría cuenta de esa actitud, lo reconocía, eran celos.
—No era una burla, sino un alivio para ambos que uno pueda seguir estando junto a Tutor —le respondió a Ta, y dirigiéndose a Code le dijo por lo bajo—. Tranquilo, ninguno de los dos estamos interesados en el otro de esa manera, solo nos une Tutor.
Inconscientemente Barcode sonrió al escuchar esa confirmación.
Se quedaron por un momento más en la cafetería junto a Yim, solo hablaron de algunas anécdotas que vivieron en el tiempo que Tutor todavía no había caído en coma. Le agradaba verlo sonreír al recordar a su mejor amigo, en los tiempos que aún había luz en sus vidas.
Code fue el único que notó cómo una pareja que estaba en una mesa cercana los estaba observando, pero no le pareció extraño. Supuso que solo les había llamado la atención algo de lo comentado, o inclusive algunas risas. Fue un hecho aislado, o eso supuso en ese momento.
Una vez que salieron del lugar, ambos continuaban platicando, manteniéndose cerca por las angostas aceras de ese sector de las calles de Kiraz Hills.
—Pensar que si no fuera por ellos, ninguno de los dos estaría solo ahora —comentó por lo bajo Code, pero Ta si pudo escucharlo.
—Eras igual de cercano con...
—Henry, así se llamaba.
Ta asintió pensativo, tenía vagos recuerdos de ese tiempo, todos muy confusos debido a su situación. Pero no quería indagar demasiado al respecto, porque no solía creer en los rumores que creaban otros estudiantes.
—Siento mucho que hayan tenido que pasar por eso —se disculpaba, haciéndose cargo por no haberles podido ayudar en su momento.
En ese año tan turbulento ambos tenían sus propias situaciones a resolver, sus propios demonios a los cuales enfrentar.
—Ta, son ellos quiénes deben disculparse por todo lo que han hecho, pero ambos sabemos que no ocurrirá.
—No, no lo harán. Por eso alguien debe detenerlos, porque esto puede que solo sea el comienzo para ellos —comentaba, parecía decidido a querer hacerles pagar por lo que hicieron.
Code pudo percibir en sus ojos esa necesidad de vengarse, y le preocupaba lo que pudiera sucederle si lo hacía.
—Pero no vas a ser tú —se le salió de repente.
—¿Qué? ¿Por qué no? ¿No crees que sea capaz de hacerlo?
Detuvieron sus pasos debajo de una de las pocas farolas que iluminaban las calles. Ta parecía ciertamente ofendido de pensar que esa fuera su opinión de él.
—Nada de eso, tonto, sí eres capaz de hacerlo. Pero no quiero que lo hagas —le aclaró Barcode, aunque eso lo dejara expuesto.
No necesitaba meditarlo, Ta podía comprender que lo decía porque no quería que le pasara algo como a sus mejores amigos.
—Code yo sé cuidarme, voy a estar bien.
—Ya sabes de lo que son capaces de hacer, por favor, no lo hagas —le pidió, tomando su brazo.
Ta observó ese agarre y esbozó una sonrisa.
—Como que estás tomando más confianza que antes, no solo para llamarme "tonto", sino también para tocarme así —bromeó, solamente para molestarlo.
Pero antes de que Code apartara su mano, por sentirse apenado, Ta la sostuvo por un instante.
—Lo siento —se disculpó el menor, pasando la mirada de sus manos tomadas hacia los ojos de Ta, perdiéndose en ellos por un momento.
—Tranquilo, solo bromeaba contigo —le dijo el mayor, ofreciéndole una sonrisa al apartarse para que continuaran caminando—. Y ya que me has acompañado dos veces hoy, estoy en deuda contigo. Voy a acompañarte a tu casa.
—No es necesario —negó Code.
Pero Ta estaba dispuesto a acompañarlo de todos modos. Lo que Barcode preocupaba en realidad era que sus padres lo vieran llegar con alguien más, con un chico en específico, después escuchar con frecuencia esos comentarios que habían hecho sobre la amistad que tenía con Henry.
Cuando ya estuvieron transitando por la calle donde vivía, a pocas manzanas de llegar a la misma, su preocupación iba aumentando. Podía ver, al ir acercándose cada vez más, el auto estacionado de su padre frente a su hogar.
—Puedes volver a tu casa desde aquí, ya no falta mucho —le pidió, volviendo a frenar sus pasos.
—¿Por qué no quieres que vaya hasta tu puerta? Puedo explicarle a tus padres por qué llegas tan tarde —le propuso Ta.
—Por favor, no lo hagas. Yo puedo hablar con ellos —insistió.
—Comienzo a creer que realmente no quieres que conozca a tus padres, ¿es por algo en particular? ¿No quieren que tengas amigos?
—¿Ahora si somos amigos?
Solo obtuvo por respuesta una breve sonrisa de parte de Ta.
Tal vez admitir que podrían llegar a mantener una amistad sería demasiado arriesgado, considerando lo que estaba dispuesto a hacer para que los culpables de arruinarle la vida a sus amigos pagaran por sus palabras y acciones.

Tal vez admitir que podrían llegar a mantener una amistad sería demasiado arriesgado, considerando lo que estaba dispuesto a hacer para que los culpables de arruinarle la vida a sus amigos pagaran por sus palabras y acciones

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¡Hola!

Espero estén teniendo un buen fin de semana, y sea un mejor inicio de semana para ustedes.
Gracias por seguir apoyando la historia, todavía falta para que termine pero ya he ido avanzando en ello, por eso quería compartirles un capítulo más por esta semana.
Cuídense y hasta pronto!

Atte. Eddy

Hate to Admit (TaBarcode)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora