Flor silvestre

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Era jueves por la tarde cuando una llamada entró al celular de Namjoon, una persona en la otra línea le decía la mala noticia, dejando a un Namjoon perdido y sin ninguna reacción, estaba parado inmobil como si de un clavo se tratara,  y veía a su compañero de trabajo hablarle, pero era raro, Namjoon lo veía borroso y lejano, era como si estuviera en un sueño del que no podía despertarse, veía a más personas acercarse a él y preguntarle lo mismo, pero no podía responder, sentía como si le costara respirar y sentir su pecho oprimirse de mil maneras, acaso su destino era eso? porque una llamada podía cambiarle la vida de esa manera? acaso estaba destinado a sólo verle el lado oscuro a la vida? y el brillo y la luz en dónde quedaba? a veces odiaba sentirse tan inútil.

La oficina estaba en un caos, nadie entendía nada, más sin embargo estaban aterrorizados al ver el estado catatónico de Namjoon, para sus amigos Namjoon era la cosa más hermosa, si había ser con más aura de vida, amabilidad y positivismo era Namjoon, nadie podía explicar como ese chiquillo de 22 años podía sonreír hasta en los días más grises y con sus aura purificar la tensión y drenar las malas vibras, pero ahí estaba siempre dando los mejores ánimos,  nunca hablaba de su vida personal, pero sabían que Namjoon tenía una familia, pues se le escuchaba muy a menudo charlar con su familia, o eso creían sus amigos,, pero ahora solo veían a este chico parado como estatua sin reacción alguna, con el celular en la mano y la taza de café en el piso roto en mil pedazos y el liquido negro desparramado y ensuciando los zapatos de los transeúntes dejando todo sucio.

Jackson Wang estaba entrando a la oficina, hablaba por celular con algún cliente, pero se detuvo al ver que sus empleados estaban aglomerados, y quitando a varios se hizo paso hasta llegar al centro en donde se encontraba aquel jovencito.

 —¿Qué le ocurre a Namjoon?— Jackson tomó la mano de Namjoon y se asustó porque estaba frío, pidió llevarlo a su oficina y le pidió a su secretaria que llamara una ambulancia, acostaron a Namjoon en aquel sofá grande del jefe, le trajeron alcohol y con un algodón le puso el alcohol a Namjoon, se vio una pequeña reacción al olor.

—Sr en 5 minutos llega la ambulancia, ¿cómo está el joven Kim?— La secretaria de Jackson es una sra de 60 años, más que una secretaria, es como la abuela de Wang, pues le trabajó a su padre y a su abuelo.

—Sigue igual, no se que ocurrió, nadie me dice nada, sólo dijeron que estaba bien cuando llego y luego sólo escucharon algo partirse y Namjoon se quedo en ese estado.

—Yo....

La secretaria Jung estaba por hablar cuando entraron los paramédicos, revisaron a Namjoon

—Al parecer se encuentra en shock, lo tenemos que llevar para ponerlo en observación, debió recibir alguna noticia muy fuerte o está bajo mucho estrés, pero es necesario llevarlo y que le hagan las observaciones, ya el doctor dirá que tan bien o mal se encuentre.

—No se preocupe, yo voy con él, cualquier me hago cargo de los pagos, vamos, no perdamos tiempo.

Jimin miraba a ese joven y era extraño ver a un muchacho de buen porte como piedra, pero bueno, así era la vida, así que sin más se llevaron a Namjoon al hospital.


Viernes en la madrugada un grito ensordecedor se escuchó en todo el hospital, el paciente de la habitación 801 había despertado, pero al despertar lo único que se escucho fue un fuerte grito e histeria, por precaución fue sedado, ahora dormía Namjoon, con lagrimas en los ojos, Jackson se asustó mucho, los ojos miraban a todos lados, pero estaban perdidos y si hablaran, dirían que estaba jodido o que estaba muriendo.


A las 7 am una llamada entrante del celular de Namjoon sonaba, y Jackson que no es de hacer estas cosas no le quedo opción, tal vez era la madre de Namjoon que estaba preocupada de no saber nada de su hijo. Pero al ver un número desconocido dudó, pero igual tomó la llamada.

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