—Cada vez estamos más cerca de llegar.
Pasaron varios días desde que se anunció sobre el nuevo compromiso de la princesa y el embarazo de la reina. Respecto a lo primero, las reacciones fueron varias en incluso hubo opiniones divididas dado lo repentino del asunto, pero tras la explicación de los reyes que abordó algunas cuestiones desconocidas para la mayoría, la perspectiva de los inseguros cambió, aceptándolo y confiando en que sus líderes sabían lo que hacían.
Y ello quedó constatado una vez se dio la segunda noticia, la cual generó una gran impresión en un principio pero que de inmediato se transformó en alegría pura, siendo considerada una bendición de los dioses que auguraba cosas buenas para el futuro.
Ambos temas estuvieron en boca de todos por un largo tiempo, y después de que se hiciera un pequeño festejo, la vida en el palacio continuó con normalidad hasta que llegaron mediados de julio, fechas que no tenían relevancia en Paradis pero sí en su vecina nación de Stohess.
Y eran las relacionadas a las fiestas de fundación.
Como alguna vez mencionó Levi, estaba aún en pie el plan de ir a su ciudad natal, pero con todo lo que sucedió en los últimos días, hizo un pequeño cambio que incluía llevar a Mikasa, por lo que previamente pidió autorización a los reyes y, cuando estos se la otorgaron, se prepararon y partieron una mañana en medio del resplandeciente sol de verano acompañados de las damas de la princesa y Farlan.
Estos últimos abordaron un carruaje y ellos se subieron a otro, disfrutando del viaje a solas mientras la azabache contemplaba el paisaje, mismo que ahora tenía la dicha de admirar tranquila y sin ningún pensamiento de incertidumbre como hace más de un mes.
—¿Estás emocionada?
—Como no lo imaginas. Después de todo, conoceré la ciudad en la que naciste por primera vez y en una época muy especial.
—No es muy diferente a otros lugares, aunque sí debo recalcar que en estos días sufre una transformación particular.
—Ah, ¿sí?
—Sí. Las festividades son un poco diferentes a las de Paradis, pero también entretenidas y llenas de actividades y concursos.
—Oh. Eso suena maravilloso —aplaudió entusiasmada—. Muero por ver de qué se trata todo.
—Estoy seguro de que te vas a divertir.
—¿Y vas a llevarme a conocer toda la ciudad capital?
—Por supuesto. Esa y otras si quieres porque mi intención —tomó su mano— es hacer de tu estadía algo inolvidable —besó su palma.
—Ya lo está siendo desde ahora —sonrió y apoyó su cabeza sobre su hombro.
Continuaron su trayecto tras hacer una parada para almorzar hasta vislumbrar, en lo alto de una colina, la fortaleza que rodeaba la metrópoli. Mikasa dejó escapar una exclamación de asombro a medida que se acercaban, y cuando llegaron al portón de entrada y lo atravesaron, no perdió ningún detalle de lo que se abría paso ante sus iluminados ojos, lo que enterneció al azabache a su lado.
Atravesaron las calles en medio de los vistazos curiosos de los habitantes, y a eso de las seis de la tarde los carruajes se detuvieron al frente de una casa. Levi se bajó primero para abrirle la puerta a la ojigris y esta, una vez salió, miró a un costado a sus damas y al médico real antes de avanzar hacia el pórtico, siendo recibida por Kuchel y su contagiosa alegría.
—Bienvenida, princesa —no resistió el impulso de abrazarla—. Espero que se sienta cómoda en mi humilde morada.
—Muchas gracias. Sé que así será.
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ENTRE CEREZOS Y ROSAS NEGRAS (RIVAMIKA)
Fanfiction"Eres un poema en el desierto, una joya sencilla celosamente custodiada a la que quiero atesorar por siempre... Y, por ello, te salvaré de ese cruel destino que te aguarda". Él es un noble, conocedor de muchas ciencias que llegó a servir al reino de...