Desastre.

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Paso el tiempo, el embarazo de Rey iba muy bien, Ben la consentía y trataba de darle todos sus antojos aunque a veces pedía cosas que luego él no encontraba.

Ella se reía de Ben y de a veces exageraba en sus cuidados pero aún así también le daba ternura lo que hacía.

Ya habían comprado casi todo, Ben arreglo el cuarto del bebé, incluso compró tantas cosas que parecía una bodega.

Ella lo miró y le preguntó:

-Y todo esto, dónde lo vas a meter?

-No lo sé- dijo agarrandose la barbilla.

-Pues piénsalo bien, porque no quiero tiradero en el pasillo.

Salió de la habitación y se fue a la cocina para preparar algo cuándo Ben llegó y le dijo:

-Podemos tener eso cómo reserva.

-No estoy diciendo que no, sólo quiero saber adónde lo vas a poner.

-Lo pensaré, de acuerdo; qué vas a hacer?- preguntó hambriento.

Ella se rió y le dijo:

Una carne, te sales de la conversación, allá tú!
Sólo no quiero tiradero.

Él se encogió de hombros mientras Rey sólo movía la cabeza.

Después de un rato acabo y se puso a cenar cuándo oyó un golpe y un grito, fue hacia dónde estaba Ben y preguntó al verlo en el suelo:

-Qué fue lo qué pasó?

-Me golpee y tropeze con una caja.

-Te lo dije- le susurró.

-Lo se, acomodaré todo, lo juro,

- No te quedó moretón?- le preguntó riéndose.

Él la miró ceñudo y ella le dijo:

-Lo siento, acomoda todo.

-De acuerdo, lo haré- le dijo suspirando.

Más tarde entró en la recámara y ella preguntó:

-Ya lo hiciste?

-Si.

-Muy bien.

Se quedaron en silencio y luego Ben le dijo:

-Lo siento.

-Está bien, pero para la otra ya lo sabes.

-Si, lo sé- le dijo ceñudo.

-Perdón, no quise reírme, yo lo siento también.

-Está bien.

Ella sonrió mientras lo abrazaba esperando que entendiera la próxima vez.

Otra actualización.

Saludos.

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