Ben llegó de su viaje de negocios a su casa cuándo la encontró llena de humo. Se bajó rápidamente del taxi, acercándose asustado, un policía lo detuvo diciéndole:
-No puede pasar!
-Yo vivo aquí.
-Lo siento señor, pero no puede pasar hasta que los bomberos apaguen el fuego.
-Mi esposa, mis hijos?- preguntó espantado.
-Tranquilo señor, fueron llevados al hospital.
-Hospital...
-Sí señor, vaya!
Ben subió al taxi que había esperado y le dijo que lo llevará al hospital. Cuándo llegaron, le dió las gracias, le pagó; agarró sus maletas y entró corriendo.
Llegó y preguntó por su esposa y sus hijos cuándo un médico se acercó a él y le preguntó:
-Usted es el señor Solo?
-Sí, soy yo- le contestó.
-Venga conmigo.
Ben lo siguió, llegaron a un cuarto y el le dijo:
-Pasè.
El asintió y abrió la puerta cuándo vió a Rey que le dijo:
-Ben, cariño, ya volviste, aquí estamos.
-Oh, que bueno que están bien- dijo mientras se acercaba a ellos.
-No pasó nada, estamos bien.
-Qué bueno!- exclamó besando a sus pequeños que lo veían.
-Qué pasó Rey?- le preguntó.
Ella suspiro y empezó a contarle que se habían prendido las cortinas de la casa de la vecina, está había dejado un cerillo mal apagado que se prendió y todo el humo se metió a su casa.
-Lo siento Ben.
-Porque, no es tú culpa.
-No me dí cuenta. Sólo pasó y cuándo sucedió ya tosia cómo loca.
-No te preocupes. Intenté llegar antes pero no pude.
-Ben, no es tu culpa tampoco!
-Lo sé, pero ya no quiero dejarlos solos tanto tiempo, creo que es hora de que acepte el empleo que mi mamá me ofreció.
-Estas seguro?- preguntó ella, deseando que aceptará el trabajo, detestaba a Snoke y cómo lo hacía trabajar por semanas sin descanso.
-Claro, quiero estar cerca de ustedes, que tal si hubiera pasado algo grave y no estoy aquí, que hubieras hecho.
-Bueno, hubiera ido con tú mamá, pero me alegra oír éso; nosotros también queremos que estés aquí cariño.
-Lo sé.
Ben la besó y se quedó con ellos hasta que se durmieron, tenía que ir a ver a su mamá para decirle del trabajo y pedirle que si se podían quedar unos días con ella. No quería volver a dejarlos nunca más, de éso estaba seguro.
Otra actualización.
Saludos.