Eda Hoffman.
11 de marzo.
Un pequeño sollozo sale de mi boca cuando ella aprieta mis mejillas con una de sus manos, sus uñas se clavan en mis mejillas con fuerza.
-Deja de llorar, tú tuviste la culpa ¿quién te dijo que podías tomar mis pinturas de labios?
-Yo...yo
-Habla bien Eda.
Su mano hace más presión en mis mejillas, las lágrimas ya caen por mis mejillas mientras miro a mi mamá.
-Yo solo quería intentar verme bonita para que me quieras mamá.
Una sonrisa se forma en su rostro, una sonrisa llena de burla.
-Ni así lograrías eso querida.
Me levanto sobresaltada ante la pesadilla que tuve, siempre lo mismo, soñar que mi madre me hace daño, lo peor que no solo son en mi sueños, si no que en la vida real también, miro a mis hermanos dormir, dormimos los 8 juntos en un cuarto bien grande, no estamos listos para tener un cuarto cada uno, ni nosotros que tenemos 10 años, simplemente por las pesadillas que tenemos, las mismas pesadillas que tengo, tienen mis hermanos.
Son las 6:17 de la mañana, bueno al menos dormí un poco más que la vez anterior, me levanto para dirigirme al baño y verme en el espejo.
Odio mis ojos, los odio con toda mi alma, son los mimos ojos fríos de mi madre, de un color verde oscuro. Mi hermano Evan y Emma heredaron la heterocromia de mi padre al igual que los mismos colores de ojos, Elisa tiene ojos celestes, Johan los tiene azules, Mathew grices, Connor azul grisáceo, Ethan celestes.
-Hey.
Me sobresalto ante el llamado de Evan.
-¿Tuviste pesadillas?
-Si, por lo que veo tú también.
-Si, soñe cuando me pego solo por que se tropezó con uno de mis juguetes cuando teníamos 4 años.
Tenemos muchos malos momentos con esa señora, no hay ninguno bueno que recordemos, vamos acostarnos nuevamente para tratar de dormir ya que en un rato nos llevarán con la pediatra, ya se lo que pasará no más lleguemos a su consultorio, en ves de vernos a nosotros y estar pendiente de mis hermanos, toda su atención se irá a papá y tratará de llamar su atención, cierro mis ojos mientras abrazo con fuerza mi almohada.
Siento un pequeño beso en mi frente.
-Arriba princesa, ve a darte un baño y alistarte, luego los espero para desayunar.
Estiro mis manos y lo abrazo fuertemente.
-Te amo papi.
-Yo también te amo cariño.
Me da otro beso en la frente, sus ojeras me dice que no tuvo una buena noche, lo veo ir por Connor e Ethan, me río cuando Mathew choca contra la pared.
-¿Quien puso esa pared ahí?
-Mat, hijo abre los ojos si no quieres volver a chocar contra la pared.
Veo a papá salir de la habitación con Connor e Ethan, uno en cada brazo, ambos colgando boca abajo de los brazos de papá mientras siguen dormidos.
Estamos terminando de desayunar junto con los abuelos, quieren darle el visto bueno y cómo será con nosotros. Mi familia es la mejor, al menos la de parte de mi papá, ya que la de mi mamá nos odia tanto o más de lo que nos odia ella.
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Quédate Con Nosotros
RomanceKorand Hoffman Serio, frío y desconfiado con las personas que no son su familia, padre soltero de 8 niños, niños que ahuyenta a toda mujer que quiera estar con su padre y entrar en sus vidas, ya que la mujer que se decía que tenía que amarlos los...