Quédate Con Nosotros

Capitulo 53

Konrad Hoffman
14 de octubre de 2023

Mis nervios aumentaron en el momento que vi a Romina entrar al restaurante, agarrada de las manos de dos de nuestros hijos, con ese vestido que acentuaba sus curvas. Mis hijos hacen que se detenga cuando les hago una señal, se van junto con mi nana y Carlo, los cuales me hacen señas de ánimo.

Dejó un pequeño beso en el cuello de Romina, logrando que se estremezca, me alejo de ella.

-Abre esos bonitos ojos nena.

Los abre poco a poco, su boca se abre ligeramente por el asombro al ver todo el restaurante lleno de flores y velas.

-Bebé y todo esto?

-Es una sorpresa para ti.

-Para mi? Espero que no me hayas comprado algo caro otra vez, Konrad Hoffman.

Niego divertido, no supera ese collar.

-No prometo nada.

Esta por decir algo más pero me adelanto en volver hablar. Tomó sus manos y besó el dorso de ambas.

-Nena sabes que te amo verdad?

-Lo se bebé, me lo demuestras cada día.

-Eres mi amor verdadero, eres el amor que sano mi corazón y el de mis hijos. Eres el amor que me dio 6 hijos más y me dio la familia que tanto soñaba.

Sus ojos se llenan de lágrimas y me sonríe tiernamente.

-Tú y nuestros hijos son el amor que me devolvió la vida, las ganas de vivir.

-Nena desde que te conocí, mi vida ha sido un sueño hecho realidad. Cada día a tu lado ha sido maravilloso, y no puedo, más bien ya no podemos imaginar un futuro sin ti. Eres mi confidente, mi apoyo incondicional y mi mejor amiga. En ti he encontrado a mi alma gemela, a la persona que completa mi ser. Por eso quiero preguntarte algo...

Me alejo un poco y saco la pequeña cajita de mi saco mientras me arrodillo, ella tapa su boca con su mano y me ve con sus ojos bien abiertos.

-¿Te gustaría hacerme el hombre más feliz del mundo y casarte conmigo? Se mi esposa, nena. Dame el orgullo de poder decir que soy el esposo de la mujer mas maravillosa que puede existir.

-Si quiero, acepto mil veces casarme contigo, bebé.

Colocó el anillo en su dedo anular para luego besarla, sus lágrimas se mezclan con las mías. Ella se separa de mis labios para poder ver su anillo, es un delicado anillo con un zafiro.

-Santo Dios mejor ni pregunto cuánto te costo.

-Mejor no, capaz y me lo quieres devolver.

Ella me sonríe divertida para luego abrazarse de mi cuello.

-Esto si no te lo devuelvo solo por el simple hecho que es mi anillo compromiso, es mío.

-Solo tuyo.

Casi nos caemos cuando 14 niños se abrazan a nosotros. Mi nana y Carlo se acercan a abrazarnos y a felicitarnos. Nos fuimos a sentar a la mesa que tenían preparada para todos nosotros y bueno pues pague para que el restaurante solo estuviera para nosotros.