Capitulo 6

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Se separa de mis labios para luego tomar mi cuello, besando mi cuerpo y mi pecho, cierro los ojos dejándome llevar.

Mete sus manos debajo de mi blusa y me la quita para luego hacer lo mismo con mi sostén.

Sus manos tomas mis pechos mientras besa mi cuello, baja sus besos hasta mis pechos, los toma con desesperación y una de sus manos baja a mis pantalones desabrochando el botón y bajando la corredera.

Nos levanta a ambos del suelo volviendo a besar mi boca, pone mi espalda en la pared con cuidado bajando sus besos a mi abdomen, no sé cómo lo hace pero el quita mis pantalones y bragas.

Su boca baja más allá de mi abdomen y sube uno de mis muslos a su hombro y luego hace lo mismo con mi otra pierna.

Siento como pierdo la estabilidad al estar en el aire, su boca se estrella contra mi intimidad y siento su lengua en mi clítoris.

Meto mis manos en su cabello empujando más su cabeza a mi intimidad.

Su lengua se mueve rápidamente y mis jadeos aumentan.

Chupa mi clítoris y cierro mis ojos siento más placer que nunca.

Jadeo más fuerte hasta que hacen eco por todo el lugar.

Cuando estoy apunto de correrme él me baja y me recuesta en el piso.

- ¿Por qué te detienes? - Refunfuño algo inquieta.

- ¿Quien dijo que me detenía? - Dice él con su gran sonrisa.

En un parpadeo el está totalmente desnudo, su boca vuelve a mis pechos y cuello.

Su dedo en mi intimidad, luego suma un segundo dedo aumentando la velocidad y luego un tercer dedo.

Se siente tan placentero que no pienso en nada más que esto.

Me corro en sus dedos y el expande mis jugos en mis pechos para luego chupar ese rastro.

Siento la punta de su miembro en mi entrada, jadeo al sentir lo gruesa que está.

- Eso no va a entrar - Susurro con un poco de miedo.

- Tiene que hacerlo - Dice y su miembro me penetra de una sola embestida.

Todo su miembro está dentro de mi de una sola embestida, jadeo fuertemente por el dolor y el placer mezclados.

No sé mueve, y sé que está esperando mi aprobación, asunto lentamente y el  empieza lentamente con las embestidas para luego aumentar la velocidad y la fuerza.

Jadeos y más jadeos llenan el lugar.

Sus embestidas son bruscas y rápidas, deliciosamente placenteras.

- ¡Más rápido! - Grito extasiada y el va más rápido de lo que ya iba.

Me corro poco despues y el sigue con sus embestidas hasta llegar a su propio orgasmo.

Se levanta aún dentro de mí y cuando creí que ya habíamos terminado me estrella contra la pared iniciando de nuevo sus embestidas.

Mis brazos rodean su cuello y el sigue sus embestidas mientras yo aruño sus hombros, cuello y espalda.

El besa mi cuello y pechos, chupando con fuerza dejando moretones.

Con nuestro segundo orgasmo el se sienta en el piso conmigo encima.

Toma mis caderas y empieza un vaivén con ellas, guiando mi cuerpo.

- Quiero que me montes - Dice casi en una súplica, alzo mi ceja sin moverme - Por favor.

Muevo mis caderas, agarrando su cuello con mis manos, voy cada vez más rápido, cabalgando al rey de las maldiciones cada vez más fuerte y más rápido.

No puedo evitar sentirme como la más importante del mundo de la hechicería y maldiciones, es decir, ¡Estoy encima del rey de las maldiciones haciéndolo jadear de placer! ¡Y como si fuera poco me suplicó para que lo montará!

Cuando llegamos al tercer orgasmo, él me besa lentamente y me siento mejor de lo que ya estoy, nuestros labios encajan perfectamente, duramos un buen rato besándonos.

Disfrutamos uno del otro, beso su cuello dejando moretones, beso su pecho y el prueba con sus labios cada parte de mí.

Me quedo dormida por el cansancio, sintiendo sus labios en mi frente y mejillas.

•••

Despierto agitadamente recordando todo, viendo al rey de las maldiciones ya vestido.

- Lamento dejarte aquí, amor - Ríe poniendo su camisa - Pero tendrás que encontrar el camino sola - Empieza a caminar alejándose de mi - Enserio disfrute esto, no lo tomes personal.

Desaparece de mi vista y reacciono rápido, me visto y invoco mi Shinigami para que encuentre la salida.

Tardo un poco, pero cuando por fin estoy fuera veo a Itadori tirado en el piso con un hoyo en el pecho desangrandose, me acerco a mi hermano corriendo.

- Lo lamento - Digo con lágrimas en mis ojos - ¡Lo lamento tanto!

- No es tu culpa - Dive intentando tranquilizarme tomando mi cara en sus manos.

- ¡Lo lamento, Megumi! ¡De verdad lo lamento! - Lloro más fuerte y el me acerca a su pecho abrazándome.

- Nada de esto es tu culpa, ¿Estás bien? ¿Te hizo algo allá dentro? - Pregunta y yo lloro más fuerte - Salió primero él, ¿Que te hizo?

- ¡Lo lamento, Megumi! ¡No volverá a pasar! ¡Lamento decepcionarlos! - Digo entre sollozos, ahogando mis lágrimas en su pecho.

- Ey, tranquila, ¿Cálmate, si? - Dice acariciando mi cabello.

- Prometo que esto no volverá a pasar, no me acercaré más a él, prometo no volver a decepcionarte Megumi - Sollozo en su pecho y el me abraza más fuerte.

- ¿Que no volverá a pasar, Mikumi? - Niego con mi cabeza - Está bien, tranquila, no me decepcionaste y nada de esto es tu culpa, tranquilízate y vámonos de aquí.

Asiento aún llorando, después de un rato me quedo dormida en el pecho de Megumi.

¿Será esta una buena decisión? || Sukuna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora