Capitulo 11

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Aún seguía con las vendas, solo que ahora solo vendaban mis manos, mis brazos estaban libres.

Tenía una misión junto a Yuuji.

Kugisaki y Megumi tenían una aparte.

Caminaba junto a él, ambos en un silencio cómodo.

Sentí la presencia de un categoría dos, maldije a mis adentros.

Aún no podía usar ninguno de mis rituales por mis manos, así que cargaba una de las armas de Maki.

Voltee al mismo tiempo que Itadori hacia la maldición.

Ambos corrimos hacia ella, atacando por ambos lados.

Enredé mi arma logrando descuartizarlo, con su puño cargado de energía maldita logró exorcisarla.

- Wow, no fue tan difícil - Hablé confundida, ¿Cómo pudo ser tan fácil exorcisarla?

Volteó a ver a Yuuji y encontró la razón por la cual esto había sido tan fácil.

Él que había peleado junto a ella no era Itadori, era Sukuna.

Se alejó de él recordando todo lo de aquella vez, sonrojándose.

- ¿No te alegras de verme, humana? - Arqueó su ceja con una sonrisa en la cara.

- ¿Sabes que no me llamo humana, cierto? - Hablo enfadada.

- Si, ¿Cómo era? ¿Mikuse? ¿Mikume? ¿Ikaumi? - Hablaba con el mismo.

Me enojé aún más, ¿Había tenido sexo conmigo y no sabía mi nombre?

Me alejé de él para empezar a caminar, él se acercó a mi para caminar a mi lado, me tomó de la cintura y me atrajo hacia él.

- Estaba bromeando, Mikumi - Dijo con su gran sonrisa.

- ¿Te aplaudo? - Dije ya acostumbrada a su cercanía.

Me alejé de él al ver lo que había pensado, ¿Cómo era eso de su cercanía?, Esa palabra no podía existir entre ellos.

- Deja de negarte a mi cercanía, sé lo que estás sintiendo, déjalo fluir, ¿No crees? - Suspiró poniendo los ojos en blanco.

- ¿Que estoy sintiendo? - Pregunto ofendida - Entre tú y yo no hay nada, tampoco hay nada que dejar fluir.

- Tú y yo sabemos que si queremos algo, ¿No quieres divertirte conmigo ahora en la tierra? - Habló sonriendo.

- Ese es el problema - Susurro para si misma - No quiero - Habló está vez para ambos.

- Solo piénsalo, estoy seguro que tomarás una buena decisión - Se acercó a mi y depósito un beso largo y fugaz en mis labios - No hay nada que perder.

- Yo tengo mucho que perder.

- Te seré sincero, me gustas, y cuando algo me gusta - Se acerca más a ella - Lo quiero para mí - Susurró en el odio de la chica para darle un casto beso ahí.

- ¿De eso se trata todo esto? ¿De un capricho?

- Tómalo cómo quieras, pero desde que te ví te proclame cómo mía - Dijo el rey de las maldiciones para luego darle paso a Yuuji.

Las marcas de el cuerpo de Itadori desparecieron, cuando Yuuji estuvo consiente completamente le preguntó preocupado que si había pasado algo.

- Tranquilo, Yuuji, Sukuna tiene una extraña paz cuando está cerca de mi - Él la miró confundido pero asintió.

Caminaron de nuevo a la academia, hablando de diversas cosas.

- Oye, Itadori - Lo llamó y este le prestó atención - Si tú quieres estar con alguien, pero es el mayor enemigo de todos lo que te rodean, es cruel y un asesino, pero a tí no te trata tan mal y al parecer le gustas y a ti también al perecer te gusta, ¿Que harías?

- Mmm, ¿Que libro estás leyendo ahora, Mikumi-chan? - Suspiró el peli rosa.

- No sé, no me lo he terminado, pero si es así, ¿Tú te quedarías con él? - Mentí.

- Si me gusta de verdad, si, pero no por eso permitiría que lastimara a mis seres queridos, estaría con él pero le pondría condiciones - Agregó lo último de broma.

Ahí se acabó el tema y hablabamos de otras cosas, su respuesta me dejó pensativa.

Esa noche pensé en todo, quería poner mis sentimientos fuera de esto, no puedo hacerle esto a los demás, pero siento algo tan fuerte cada vez que esa maldición aparece frente a mí, sin querer tratarme mal, pero pienso en mi hermano y en mis seres queridos y pienso que no vale la pena.

Pero el enserio me gusta aunque no hablamos mucho o no lo veo seguido.

Así que quiero pensar que la decisión que tomaré es la correcta.

Odiaría equivocarme y herir a Megumi, a Satoru o alguna de las personas que quiero.

No sé si él valga la pena arriesgar tanto, pero por primera vez pondré mis sentimientos por encima de las personas que quiero.

Aunque eso no significa que ahora lo pondré de prioridad, mi prioridad es mi familia.

Quiero estar con él, pero las personas que quiero están en su contra.

Tal vez con esto no le hago daño a nadie, esto no significa que estaré en su contra.

Así que deseo, enserio deseo que está sea una buena decisión.

Por qué no puedo dejar de repetirme está pregunta.

¿Será esta una buena decisión?

¿Será esta una buena decisión? || Sukuna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora