Sempiterno

Capítulo 11

¿Cómo puedes extrañar a alguien que no has conocido?
Porque te necesito ahora, pero no te conozco todavía
Pero ¿Puedes encontrarme pronto porque no dejo de pensarlo?
Sí, te necesito ahora, pero no te conozco todavía
Porque últimamente ha sido difícil
Me estan vendiendo por partes
Y no quiero ser arte moderno.

Porchay movía sus manos como si realmente supiera lo que estaba haciendo, aunque no era la primera vez que dibujaba, raras eran las ocasiones en las que se concentraba en el contenido. Cuando sus lápices tocaban el lienzo y comenzaba a trabajar su mente se desconectaba a tal punto que ni siquiera recordaba cuál había sido el proceso por el que había pasado para pintar determinada figura o paisaje. Hoy era uno de esos extraños días en los que sentía que debía buscar algo o a alguien, pero realmente no está seguro por completo del motivo, cree que expresándose a través del arte algún día podrá encontrar la razón de este infinito sentimiento de anhelo que lo impulsa a perseguir algo que a ciencia cierta no conoce.

Semanas atrás probablemente Porsche o incluso su tío lo habrían despertado del trance en el que suele envolverse a sí mismo, pero ahora su única alternativa era hacerlo por su cuenta. Pasó sus dedos por el soporte elegido bordeando cada pequeña línea, se sentía agradecido por su elección de materiales del día, de haber sido pintura en lugar de carboncillo toda la sala estaría repleta de manchas difíciles de limpiar. Si su hermano estuviera allí lo ayudaría con el desorden, como siempre lo hacía al volver del trabajo, pero no sabía absolutamente nada de él desde hace un tiempo y aunque lo había intentado le fue imposible localizarlo.

Comenzó a recoger sus instrumentos y una vez que todo estuvo en su lugar, o al menos lo suficientemente limpio como para que no digan que vive como un vagabundo, tomó entre sus manos el lienzo que acababa de utilizar y lo trasladó a la habitación de sus padres. Porsche había desarrollado una extraña obsesión por guardar todos y cada uno de los cuadros de Chay en lo que el mayor denominaba "su lugar seguro", solo era una habitación y Porchay consideraba que sus pinturas no eran tan buenas, pero aún así nunca discutía con su hermano mayor.

Al llegar al cuarto notó que todo estaba exactamente igual a la última vez, fue a la cama la noche anterior pensando que quizás su hermano regresaría de repente y subiría directo al dormitorio de sus padres como siempre que tiene un problema, entonces Chay podría prepararle un té y ambos dormirían abrazados a pesar de ser conscientes de que ya no tienen edad para eso. Lamentablemente al ingresar sólo encontró la usual soledad.

Buscó un lugar libre en la pared casi repleta e hizo una mueca al descubrir que ya no quedaba mucho espacio para sus dibujos, colocó el reciente junto a un arroyo que pintó hace un par de meses y no se sorprendió al comprobar que en ambas piezas aparece el mismo chico. Lo ha dibujado por años, siempre una idéntica figura y todo lo que puede ver de él es su espalda, nunca ha sido capaz de trazar algo más y con el paso del tiempo había desistido de intentar darle facciones a su rostro.

-¿Cuándo será el día en que pueda verte por completo? -Preguntó a la nada antes de que su celular comenzará a sonar. -Hola Mine, ¿qué pasa? No, no lo olvidé, estoy a unas cuantas calles de llegar, te veo en un rato.

Cortó la llamada antes de que su amigo pudiera reclamarle por ser un pésimo mentiroso, le dió una última mirada al muro repleto de sus incipientes obras de arte y salió de la habitación de sus padres para cambiarse de ropa lo más rápido posible.

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Una media hora después llegó a la universidad agotado, el tráfico era terrible por lo que no tuvo más opción que correr para arribar a tiempo, aún así las expresiones de sus amigos demostraban claramente su disgusto con él por la tardanza, a lo que solo pudo sonreír y disculparse un par de veces mientras todos se dividían para buscar dentro de la exposición universitaria la información correspondiente a las diferentes carreras que habían elegido. No había logrado escapar de sus compañeros y se encontraba recorriendo el campus con miles de folletos que no necesitaba, él, a diferencia de los demás, ya sabía con exactitud en qué carrera quería matricularse. De hecho, Porchay había oído hablar de un rumor bastante interesante antes de asistir a la jornada, Wik, su cantante local favorito quien estaba cursando su último año en esa universidad, haría una pequeña aparición en el evento de puertas abiertas que se llevaría a cabo en unos días.