Desde el primer momento
Supe que eras tú
Eres la pieza faltante de mí rompecabezas
Que finalmente fue encajada
Mi corazón estaba roto pero
Estas heridas están siendo llenadas también
De repente te has convertido en mi todoBangkok, 2004
Sabe que esconderse no puede ser algo bueno, su padre se lo ha repetido tantas veces que a su corta edad ya ha memorizado todas las razones existentes por las cuales su progenitor desaprueba la idea de que él crezca como un cobarde, pero aunque es consciente de que recibirá un castigo cuando lo encuentren los guardaespaldas o Chan, se escabulle por los pasillos abandonados del gran complejo familiar con la esperanza de tener un poco de tranquilidad. La paz que solía haber a su alrededor desafortunadamente ya no existe, su madre ya no es cariñosa como solía serlo, Kinn ya no toca la guitarra y Khun ya no puede sonreír, muchas veces ve como el mayor de sus hermanos simplemente se queda en blanco gran parte del tiempo y cuando no es así tiene ataques de pánico tan fuertes que incluso la idea de que Kim se acerque lo asusta, extraña como solía ser todo antes de que esos hombres se lo llevaran.
Le da miedo que las cosas no vuelvan a ser como eran antes, porque él no está nada feliz de comenzar a entrenar en artes marciales, no quiere saber sobre armas o cómo es importante que aprenda más rápido que su primo Vegas e incluso se destaque por sobre Macao que apenas es un bebé. Sabe que el tío Kan obliga a su primo mayor a ser mejor que Kinn, también es obvio que el contrario no puede alcanzar a su hermano si al igual que Kim, Vegas solo tiene 5 años mientras que Kinn acaba de cumplir 7 y ya ha superado varios de los entrenamientos que Chan preparó para él. A veces se pregunta si su tío no ama a sus hijos, ha visto cómo golpea a Vegas cuando no hace lo que él quiere y llegó a pensar que su padre era mucho mejor ya que nunca los había golpeado, aunque ahora no está tan seguro de si eso es verdad.
Su madre llora casi todo el tiempo y su padre solo la ve como si estuviera cansado y luego se va, Kim ha intentado consolarla cuando están solos, pero solo recibe miradas frías y en algunas ocasiones algún que otro regaño. Se prometió a sí mismo que no guardaría rencor hacia su mamá, ella está sufriendo y él debe ser un buen hijo, solo tiene que darle algo de tiempo, intenta creer en que algún día las cosas volverán a la normalidad.
A medida que se acerca a la antigua sala de música de Kinn puede ver como todo comienza a llenarse de polvo en esa área, sabe que su hermano mayor no ha vuelto a venir en meses lo que es realmente triste. Aún mantiene en su mente la escena de cuán emocionado se encontraba cuando por fin terminaron de instalar la sala con todo tipo de instrumentos bonitos para que pueda practicar, Kim recuerda haberse alegrado también y claramente le dijo a Khun que él también aprendería a tocar instrumentos en el futuro.
—Tenemos que hablar, ¿podemos encontrarnos en tu casa? —La voz conocida de su madre hizo que Kim redujera la distancia restante y se escondiera junto al mueble de la puerta para escuchar la conversación ajena.
—Sí, está bien, te veré en un par de horas.Frunció el ceño al ver lo sospechosa que se veía la mujer. ¿A quién vería más tarde? ¿Por qué vino a éste lugar si solo iba a hablar por teléfono? Tenía muchas preguntas pero sabía perfectamente que no obtendría respuestas de su madre por lo que sin hacer ruido salió de allí y se dirigió de nuevo a su habitación, Khun parecía haberse calmado y ahora todo se encontraba en silencio una vez más.
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Kim sintió como alguien lo movía suavemente, después de volver a su habitación se acostó para tomar una pequeña siesta, pero ahora no sabe realmente cuánto tiempo ha pasado desde ese momento. Al abrir lentamente sus ojos se topó con la mirada imperturbable de Chan, después de todo fue él quien volvió a encontrarlo.
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Sempiterno
FanfictionEl amor puede surgir de maneras inesperadas y muchas veces tu felicidad puede ser motivo de molestia para aquellos que te rodean. Dos jóvenes inexpertos que encontraron el amor en su soledad caen presos de un juego ajeno a ellos, pero que por azare...