Abril está casi sobre nosotros, y con ello una nueva temporada social aquí en Londres.
Temporada donde conoceremos a bellas debutantes impacientes por ser desposadas
Temporada donde todas aquellas debutantes esperan encontrar el amor
O bueno... no...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo primero que hizo Josephine al abrir los ojos fue sonreír. Ese día se casaría con Benedict Bridgerton, el amor de su vida. Así que tenía motivos de sobra para sonreír.
Se levantó de su cama. A decir verdad estaba bastante nerviosa, no sabía que hacer, debía comenzar a arreglarse, aunque claramente su doncella iría a ayudarla como siempre, aunque está vez también estaría su madre ayudándola.
Pero está vez su doncella no la arreglaría para un baile común, la arreglaría para su boda. De verdad seguía sin creerlo.
Pensó que aún tardarían un poco más en ir a arreglarla, pero no fue así.
—Querida, buen día—dijo su mamá detrás de la puerta—Estamos aquí para comenzar a arreglarte, viene Mildred conmigo.
Josephine se tapó la boca debido al chillido de nervios que salió de ella. Trató de disimularlo con un carraspeo.
—Ahora voy mamá—dijo Josephine acercándose a la puerta, aún estaba en pijama.
Cuando abrió la puerta vio que efectivamente se encontraban ahí su madre y Mildred, pero también venían con ellas todas sus hermanas. Para su sorpresa ya iban todas arregladas.
—Ni siquiera me mires así—alegó Hellen—Créeme que si por mi fuera seguiría durmiendo, pero mamá dice que es tu último día en casa así que tenemos que estar juntas.
Josephine rió ante el comentario.
Era verdad que Hellen se veía totalmente adormilada, incluso después de decir eso dio un enorme bostezo que hasta a ella le contagio el sueño.
—¡No puede ser! —exclamó en un chillido la melliza de Josephine, a lo que todos voltearon a verla—Se te ve incluso un brillo en tus ojos—Seguro es porque es tu boda y te vas a casar con el amor de tu vida—dijo Juliette suspirando como tal enamorada.
Josephine sonrió y la abrazo.
—Eres la primera que se casa de nosotras—Sin duda es un logro para nuestros padres—habló Hellen—Seguramente pensaron que seríamos unos solterones para toda la vida—Y bueno yo si lo seré... ¡pero incluso te casaste antes que Benjamin!
—No digas que serás una solterona, Hell—Seguro encontrarás a un esposo que te ame y te quiera demasiado—argumento Juliette.
—¿Y en qué momento mencione que quería uno?
—Yo tampoco quiero uno—habló esta vez Larissa—Quiero ser libre y poder ser institutriz.
Todos miraron a la menor de los Montgommery.
—Vaya, creo que Hellen no será la única rebelde de la familia—dijo Josephine con una sonrisa—Me gusta que mis hermanas se revelen ante lo impuesto por la sociedad, la sociedad no nos debe nada, así que nosotros no le debemos nada a ella...
