Capítulo 10

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Empapado de agua, con el sol ocultándose, y una inocente sonrisa, Hyunjin caminaba hasta la fortaleza, hasta la comodidad de su hogar; repasando en su mente lo vivido la noche anterior y parte del día que apenas terminaba. Aunque sus pensamientos lo mantenían alejado de la realidad, pudo ver a su madrina de lejos. Selene al verlo, giró su cuerpo con intenciones de escapar pero el menor, notando sus intenciones, corrió hasta ella, logrando detenerla a tiempo.

—¡Contigo quería hablar! —tomándola del brazo, reclamó sus ojos.

Sin poder oponerse, Selene lo observó, sin ningún rastro de expresión en su semblante.

—Creo que es hora de que me digas todo lo que sabes.

—¿Todo lo que sé? —repitió la mujer, soltándose—. ¿A qué te refieres? Sé demasiado del Olimpo, de las ninfas, de los dioses, los poderes...

—¡Los dioses! —exclamó sonriendo de oreja a oreja—. Empecemos por ahí.

Imaginando lo que pasaba por la mente de su ahijado, Selene exhaló con rudeza.

—¿Cómo estabas tan segura de que podía tocar a Félix? No... —sacudiendo su cabeza, Hyunjin frunció sus labios—. ¿Por qué estabas tan segura que al tú poder tocarlo, yo podría hacerlo?

Evaluando la curiosidad que salpicaba de los ojos del pelirrojo, Selene se cruzó de brazos.

—¿Es eso lo que quieres saber?

—No. —sonrió—. Quiero que aclares todas mis dudas.

—Es imposible.

—Empiezo a creer que para ti no lo es, madrina. —insistió Hyunjin, en lo que Selene decidió guardar silencio por varios segundos. En ocasiones odiaba que su ahijado fuera tan astuto.

—Lo sabía porque era luna llena. —se limitó a responder.

—¿Son los poderes de la luna los que interfieren?

—Sí, pero era algo que ya sabías.

—No del todo. —negó el menor, bajando la mirada—. Pensé que tenía algo que ver con ser hijo del rey del inframundo. Siendo Félix un dios puro, al tocar a alguien como yo...

—¿Alguien como tú? Eres un dios puro, igual que él. —intervino Selene, al ver como la expresión del menor se oscurecía.

—Al inicio no tenía sentido, cuando Félix me comentó que perdía sus poderes las noches de luna llena, yo...

—¿Félix te confió eso? —interrumpió Selene, en medio de su confusión.

Hyunjin calló enseguida, extrañado por la forma en que su madrina lo miraba. Parecía asombrada pero a la vez, preocupada.

—Madrina, ¿cómo sabes que Helios pierde los poderes en luna llena? Imagino que por eso supiste lo que pasaba con Félix.

Tensándose por aquello, Selene forzó una sonrisa.

—¿De qué me hablas?

—Corriste a ayudar a Félix sin preguntar qué pasaba. Supiste de inmediato que podías tocarlo, y pediste ocultarlo, dijiste que nadie podía conocer su condición.

Al verse acorralada por las palabras del pelirrojo, la mujer fingió indiferencia.

—Sé que no escuchas conversaciones ajenas, por lo que todo me conduce a Helios. —armándose de valor, Hyunjin detalló la profunda mirada de su madrina, sus ojos blancos se mostraban vidriosos—. Háblame de la marca que tienes en el cuello. —alzando su mano, el pelirrojo dejó a la vista la marca que Félix le había hecho días atrás—. Y dime por qué se parece a la mía.

Luna del inframundo | Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora