Capítulo 11

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Por fin llegó un evento que Jane esperaba con ansias desde su llegada a Londres, la visita a Somerset House. Un lugar donde se recogían las obras de los más grandes pintores del mundo. Salas con sus paredes repletas de cuadros desde el suelo hasta tocar el techo. Y además era la primera ocasión en la que Jane estaría rodeada de tanto arte siendo ella misma, sin disfraces. La alegría que sentía al pasear por esas salas solo aumentó al ver al señor Benedict acercarse a ella junto a otro caballero algo más mayor.
- Señorita Wood, como siempre es un placer verla. Y más aún en un lugar como este. Permítame presentarle a mi gran amigo el señor Granville, habrá visto alguna de sus obras expuestas aquí.
- El placer de verle es mío señor Bridgerton. Lady Danbury me ha enseñado sus cuadros señor Granville, he de confesarle que me he convertido en su admiradora, tiene usted un trazo muy distinguido.
- Sus palabras harán que me sonroje señorita Wood, se lo agradezco. Aunque el señor Bridgerton me ha hablado tan bien de usted y de su talento con el carboncillo que quizás termine yo admirándola más a usted.- Dijo amablemente el señor Granville. Jane sonrió, la voz y presencia de ese caballero resultaban tan dulces y acogedoras, que Jane sentía que estaba hablando con un miembro cercano de su familia.
- El señor Bridgerton exagera, no ha visto más que dos dibujos míos, creo que su criterio está envenenado por su amistad conmigo, no es en absoluto objetivo.
Ambos caballeros rieron ante las palabras de la joven y permanecieron hablando de arte hasta qué Jane tuvo que excusarse por la llamada de su tía.
- Es una joven encantadora.- Dijo Granville cuando Jane ya se hubo alejado. - Y está claro que ambos compartís los mismos sentimientos el uno por el otro.
- Así es.- Respondió Benedict.
- Aunque el otro día cuando viniste a mi casa parecía que esos sentimientos estaban algo confundidos.- Recordó el señor Granville mirando a su alrededor asegurándose que no hubiese ningún curioso escuchando.
- Es complejo. Cuando estoy con ella veo todo tan claro. Mis sentimientos son tan evidentes y reales, que no pienso en nada más y todo está bien. Pero es cierto que existe otra persona y cuando estoy con ella me invade un sentimiento extraño, no sabría como explicarlo, pero me hace dudar de mí mismo. Creí que nadie mejor que usted podría entenderlo señor Granville.
El señor Granville suspiró pensativo y posó la mirada sobre el cuadro que tenía delante. Era una representación de la caída de Ícaro.
- Es difícil dejarse guiar por el corazón cuando está dividido. Pero quizás deberías intentar profundizar en aquellos sentimientos que te turban y confunden, para encontrar su origen. A veces dejarse llevar da miedo pero puede ser la respuesta.
- ¿Y qué pasa si la otra persona no llega a corresponder esos sentimientos?
- Supongo que entonces el destino habrá tomado la decisión por ti.
Benedict se quedó pensativo y buscó con la mirada a Jane que conversaba en la sala de al lado alegremente junto a su tía y Lady Danbury. Lo que sentía por ella era fuerte y verdadero, estaba enamorado, no creía dudarlo. Pero sentía que a pesar de sentir tantas cosas por ella, aún había sitio en su corazón para otra persona que de la misma forma hacía que se sintiese vivo. Y ese era Michael. Desde que se conocieron en la academia se creó un vínculo especial entre los dos, aunque al principio el señor Baker parecía no querer abrirse con Benedict, finalmente lo hizo y había resultado un gran amigo y apoyo para él. Quizá debía seguir el consejo del señor Granville y arriesgarse, y sólo rezar para volar lo suficientemente lejos del sol.

Ícaro || Benedict BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora