Capítulo 18

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- ¡Jane!
La voz de la madre de Jane se escuchó por toda la casa y enseguida la joven se reunió con sus padres en la cocina. El señor Wood estaba sentado en una silla y su madre leía una carta emocionada.
- ¿Va todo bien? - preguntó Jane preocupada al ver a su madre aguantarse las lágrimas.
- Es de Emily. Se ha prometido con el señor Owen.
Al escuchar las palabras de su madre Jane soltó un grito de alegría y abrazó a sus padres. Una vez pasada la emoción inicial su madre le entregó la carta de su hermana donde relataba como había sucedido todo. Al parecer había sido un flechazo de cuento de hadas, aunque Jane no pudo hacerse la sorprendida porque desde el momento en que Emily mencionó a Eric Owen en sus cartas supo que acabarían juntos. ¡Qué feliz era por su hermana! No había nadie en la tierra que mereciese ser más feliz que Emily. Y ese joven caballero parecía de lo más agradable y conveniente. No era tan rico como un Bridgerton pero en elegancia estaba sin duda a su altura.
- La tía quiere que vayamos a Londres a celebrarlo, al parecer quiere dar un baile. - Las palabras del señor Wood hicieron que Jane bajase de repente de la nube en la que se encontraba. ¿Volver a Londres? ¿Tan pronto? No sabía si estaba lista. Además era seguro que los Bridgerton estarían invitados y no estaba preparada para ese encuentro.
Su madre percibió el cambio de humor de su hija y decidió intervenir.
- Es el primer baile que da la tía Hall desde la muerte del tío, estoy segura de que querrá que estés allí. Y Emily tendrá muchas ganas de verte.
Los padres de las Wood nunca llegaron a saber que pasó esos meses atrás en Londres, pero ambos se habían percatado de lo poco que había hablado Jane de su visita y lo mucho que evitaba ese tema.
- Además ha pasado tanto tiempo que tal vez ya no se acuerden de tí. En Londres va y viene tanta gente.
Las palabras de su padre hicieron que sonriese. Quizás su padre tenía razón. Ella no era una persona tan interesante como para seguir rondando los pes sambenitos de nadie. Seguramente Benedict Bridgerton ya estaría cortejando a otra jovencita, tal vez estaría incluso prometido para entonces.

Con el corazón en la garganta, Jane se dirigió junto a sus padres hacia la capital para celebrar las futuras nupcias de su hermana. A medida  que se iban acercando a su destino, el pulso de Jane se aceleraba más y el carruaje en el que iban se volvía más y más sofocante.
Cuando por fin llegaron a casa de Lady Hall casi agradeció abandonar el carruaje para poder respirar aire fresco. Pero al ver a su tía bajar las escaleras hacia ella sintió de nuevo la angustia por todo lo que había pasado. Pero para su sorpresa, Lady Hall la recibió con un fuerte abrazo y palabras de cariño. Su madre y su hermana tenían razón, su tía no estaría enfadada para siempre con ella; o simplemente la emoción del compromiso le había nublado la mente.
Enseguida salió Emily para recibirla y las dos hermanas compartieron un saludo emocionadas como si llevasen años sin verse. Y a pesar de que no había sido más que un mes y un par de semanas, las dos sentían que habían pasado siglos.

- Es perfecto Jane. ¿Se puede morir de felicidad? - Dijo Emily cuando las dos consiguieron quedarse solas. - Es tan educado e inteligente.
- Lo que más me importa es que sepa tratarte como mereces. - Repuso su hermana.
Emily asintió y comenzó a relatarle todos sus encuentros. Desde su presentación un día en las carreras, hasta el día de su propuesta. - Incluso la reina ha dicho que será una unión perfecta.
- Es que eres su diamante. - Añadió Jane haciendo que su hermana se sonrojase.
- ¿Y tú qué me cuentas de Kent? - Preguntó Emily esta vez.
- Desde luego nada tan divertido. - Respondió Jane con una sonrisa algo melancólica.
- Siento que hayas tenido que venir. Habría entendido perfectamente que no quisieses.- Emily cogió la mano de su hermana como muestra de cariño y Jane sonrió esta vez emocionada.
- No me lo habría perdido por nada del mundo. Además, parece que la tía ya no me odia.
Emily hizo una pequeña mueca pero intentó disimularla fallidamente.
- ¿Ha pasado algo? - El corazón de Jane empezó a latir con fuerza de nuevo y por un momento pensó que se desmayaría.
- El señor Bridgerton estuvo aquí el otro día.- Las palabras de Emily no hicieron más que aumentar su miedo. - Estuvo hablando con la tía un tiempo y después se fue. Pero la tía no ha querido decirme nada.
- ¿Crees que tiene algo que ver con...?
- No lo creo. - Respondió segura Emily. - Al principio cuando llegó ambos parecían tensos, pero al irse escuché desde el salón como se despedían entre risas.
¿Entre risas? Jane no podía entender nada. La conversación con su tía antes de que Jane volviese a Kent no fue de lo más agradable. ¿Qué podría haber pasado? Quizás su tía le habría ofrecido una suma muy alta a cambio de su dinero. Pero, ¿por qué? Los Bridgerton tenían mucho más dinero que su tía. No podía ser esa la razón.
El sentimiento de miedo y angustia fue sustituido por curiosidad e inquietud y de nuevo Benedict Bridgerton volvió a estar en sus pensamientos. También surgió cierto sentimiento de esperanza al pensar que durante ese tiempo Benedict había podido pensar en ella. 

Mientras la señora Wood acompañaba a Emily a la modista para comprar unos vestidos para la fiesta de compromiso, Jane decidió quedarse en el despacho de su tío a dibujar sentada en un sillón frente a la chimenea. Quitando su casa de Kent y la academia, esa habitación era su favorita para sentarse y dibujar. Había algo muy agradable en ella, a pesar de que la última vez que había estado allí fue cuando su tía se enteró de todo. Aún así el olor a carbón y libros antiguos le resultaba de los más agradable y le recordaba a su tío.
- Es una habitación un tanto extraña. - Las palabras de su tía hicieron que se sobresaltara. Lady Hall se acercó solemnemente al sillón vacío que había junto a Jane y se sentó. La joven siguió la mirada de su tía que observaba el retrato de su marido sobre la chimenea.
- Cuando entro aquí sigo sintiendo que sigue vivo. Como si de un momento a otro fuese a entrar por esa puerta. - Lady Hall apartó la mirada del cuadro y la fijó en su sobrina. - Me recuerdas mucho a él. Con tu terquedad y convicción. Seguro que le habría hecho mucha gracia verte disfrazada con un traje de tu padre y esa peluca.
Jane no supo qué responder y aceptó la mano que su tía le tendía y la apretó con cariño. 
- Siento haber sido tan dura contigo, pero necesito que entiendas que lo hice porque tenía miedo de lo que podría pasar. Y nunca me perdonaría que algo os arruinara la vida a ti y a Emily. 
Las palabras de su tía hicieron que Jane comenzase a llorar. El miedo que había sentido ese tiempo pensando que su tía no querría volver a mirarla, pensar que había podido destruir la vida de su hermana, como había herido a Benedict y la idea de no volver a pintar. La angustia que habría sentido y se había convertido en un dolor constante en su pecho por fin empezaba a desaparecer.

Más tarde ese día, Emily se dirigió a toda su familia mientras estaban en el salón esperando a la hora de la cena.
- Mientras mamá y yo estábamos en la modista, hemos decidido que mañana deberíamos ir todos juntos a Somerset House.- Emily miró a su hermana sabiendo que ir a ese sitio la haría feliz y Jane sonrió entusiasmada.- He pensado que será un buen sitio para que además conozcáis a Eric Owen, porque no será tan formal y estresante como un baile o una reunión en casa.
Todos estuvieron de acuerdo y se acordó que al día siguiente visitarían Somerset House todos juntos.

Ícaro || Benedict BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora