🕛Desde Un Inicio 🕛

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Capitulo 36

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En una bodega, se escuchaban constantes disparos y gritos de personas, en algunos lugares yacían los cuerpos de algunos de estos, otros trataban de cubrirse entre cajas, turriles, etc. Pero vemos a alguien peculiar, un chico aproximadamente de unos quince años de edad, este vestía ropa negra, pantalones de cargo, playera y por encima un chaleco antibalas, sus pies estaban calzados con botines negros y por último, llevaba puesto una mascarilla que cubría la mitad de su rostro. Este, corría para cubrirse mientas que disparaba a sus oponentes del frente con una ametralladora.

Llegó a ocultarse detrás de unos turriles, se aseguró de que nadie lo haya visto ni que alguien estuviese ahí. Se sentó en el suelo y dejó su arma a un lado, se quitó la mascarilla que llevaba puesto y de un bolsillo de su pantalón sacó un pedazo de algodón y una pequeña botella que contenía desinfectante; vertió un poco del líquido en el algodón y con algo de temor se lo puso en su ojo donde tenían una gran herida abierta provocando una hemorragia preocupante; la herida había sido provocada a causa de una bala direccionada a él pero que sólo rozó con su rostro desde un punto alto.

Se quejó por el dolor pero tuvo que soportarlo, se limpiaba la sangre de todo su rostro lo mas rápido posible para poder salir de ese lugar pero mientras que lo hacía un hombre, también con mascarilla, aproximadamente de unos dieciocho años de edad, se paró en frente del muchacho con un revólver treinta y ocho, el menor levantó la vista e inmediatamente lo reconoció.

–Ja... Esta herida duele como el demonio -dijo el chico sarcástico- ¡Anda! Matame antes de que alguien mas lo haga ¿no es eso lo que querías? Pues aquí me tienes -argumentó con ironía-

El mayor no dijo nada y solo se quedo quieto por unos minutos, mirando al chico quien aun permanecía en el suelo quejándose del dolor que le causaba la herida en su ojo, entonces, este le extendió la mano.

–Anda, levantate -le dijo, a lo que el muchacho lo miró sorprendido y confundido-

–¿Es una nueva forma de asesinato? -le preguntó el joven de forma agresiva-

–No... Solo trato de ayudarte -respondió este otro de una forma fría-

–¿Tu? ¿Ayudarme? No me hagas reír Janja -argumentó el menor riendo sarcásticamente-

–Esto no lo hago por ti... Lo hago por mi... -comenzó diciendo mirando al chico- No tenía idea en lo que me metía... Pero me di cuenta cuando perdí a mis amigos... Mi única familia... Makucha, dejó que ellos murieran, los abandonó en aquel tiroteo de la semana pasada. Él nos traicionó y no puedo seguir con la culpa de que yo también me fui por miedo a que él me asesine a mi también... -relató con un tono muy entristecido- No pude salvarlos... Pero al menos puedo, ahora, ayudarte a salvar a tu familia

–¿A que te refieres? -preguntó el chico aun en el suelo pero presto a lo que tenía que escuchar-

–Escucha, no tienes mucho tiempo. Makucha ideó un plan para acabar contigo y tu familia, hará una emboscada mientras que tus padres están deteniendo al grupo de atrás, en cuanto se de la señal el activará las bombas que están enterradas en el suelo... Bajo de tu familia. En cuanto las bombas sean activadas, no importa lo que esté en la superficie, todo volará en pedazos... Y tu familia morirá. Así que es mejor que vayas ahora y lo detengas -ordenó Janja urgentemente.-

–¿Como puedo estar seguro si lo que me dices es cierto? -preguntó el chico poniéndose de pie-

Janja no dijo nada, pues si sabía que aquel chico no confiaría en él después de todo el frente que le había echo. Pero una cosa era segura para él y eso era que quería dar una vuelta a la página de su historia.

KionxRani ♡El Amor Lo Puede Todo♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora