Stigma [KookV]

V

Cerca de las tres y media de la madrugada un Taehyung ya bastante alcoholizado se negaba a subir al auto de Seojoon y balbuceaba algunas palabras que para el mayor resultaban inentendibles, nunca se hubiera imaginado que el primogénito de los Kim fuera tan terco cuando estaba ebrio, ni mucho menos que insistiera tanto en que lo llevarán con "Kookie". Al principio Seojoon se mostró confundido pero luego entendió que se refería a Jeon Jungkook, su cuñado y el mismo del que le habló un poco.

-Tae, por favor tengo que llevarte a tu casa.

El castaño negó con su dedo índice mientras se tambaleaba. -No... ahí no, yo tengo que ver a Koo...kie.- arrastró las palabras mientras intentaba pararse derecho y fallaba.

-Yo ni siquiera sé dónde vive Jeon.- se quejó.

-Entonces y-yo te llevo, dame las... llaves del auto.- exigió estirando una de sus manos y moviendo sus dedos.

-¿Estás loco? No voy a dejar que manejes.

-Entonces me voy caminando.- declaró seguro y antes de dar siquiera un paso el equilibrio le falló, fue una suerte que Seojoon estuviera ahí para tomarlo y evitar que se golpeará.

-No puedes ni andar, hagamos algo, dame la dirección de Jeon y te llevaré.- cedió.

-Que buen-a idea ¿Por qué no se te ocurrió antes? Kookie vive en... en ¿En dónde vive Kookie?- suspiró el castaño. -Creo que lo olvidé.

-Te llevaré a tu casa.- replicó el Park.

-¡No!

Luego de un rato de intentar convencerlo de que fuera directamente a su casa y de que el Kim se resistiera en cada oportunidad, al final ambos llegaron a un acuerdo, Taehyung le entregaría su teléfono al mayor y este contactaría a Jungkook para que fuera por él, así todos estaban felices. No fue difícil encontrar el contacto del pelinegro y hasta notar algunas cosas a las que decidió no darles importancia y simplemente llamar con la esperanza de que él atendiera.

Jungkook se había quedado dormido un par de horas antes. Últimamente le costaba tanto conciliar el sueño que el cansancio acumulado hizo de las suyas. La serie que estaba viendo seguía reproduciéndose en la televisión y una parte de lo que se transmitía, se estaba colando en el subconsciente del pelinegro y ahora tenía que ir sigilosamente por un edificio abandonado para evitar que los zombies lo atraparan, sin embargo, una alarma se activaba y los zombies se abalanzaron contra Jungkook, él intentaba defenderse, pero se había quedado sin municiones, fue hasta que uno se lanzó a morderle el rostro que Jungkook despertó sobresaltado y desorientado. Vio la televisión y entendió la mitad de lo que había ocurrido, la alarma, era su celular vibrando sobre la mesa. Lo tomó con prisa, odiaba las llamadas en la madrugada. Nunca eran nada bueno.

Al ver el nombre en la pantalla se quedó helado, se apresuró a atender, pero no dijo nada. No entendía por qué Taehyung lo estaría llamando, pero a este punto no iba a cuestionarlo, sólo quería escuchar su voz aún si era para dejarlo.

-¿Hola? ¿Jeon? Soy Park Seojoon.- habló el chico un tanto sorprendido de que contestará tan rápido a tan altas horas de la madrugada. -Esto es una larga historia pero te llamo yo porque Tae no está en condiciones de hacerlo.- dijo viendo hacia el castaño abrazado a uno de los pilares del estacionamiento. -¿Crees que puedas venir por él? No ha parado de mencionarte.

-¿Es Kookie?- preguntó Taehyung con la voz apagada y dio media vuelta, mala idea pues la fuerza de gravedad hizo lo suyo y terminó cayendo sobre sus posaderas, él sólo se quejó.

-¡Taehyung!- exclamó y se acercó para ayudarlo, aunque seguro el castaño no lo había sentido tanto. -Jeon entonces ¿Te mando la dirección?

Jungkook frunció el ceño y pasó la lengua por la parte interna de su mejilla ¿Qué asuntos tenía Taehyung con Seojoon? Y lo más importante, ¿Por qué no estaba en condiciones? Y aunque quería preguntarlo, sólo iba a tomar más tiempo. -Sí. -Respondió de forma cortante. Mientras más rápido fuera, más lejos estaría Tae de alguien más. Aunque la motocicleta era más rápida, tomó las llaves de su auto. -Voy para allá. -Avisó y colgó la llamada, puso la dirección en el mapa y condujo como alma que llevaba el diablo. El destino estaba algo lejos, así que lo mejor era darse prisa.