Stigma [KookV]

XV

Actualidad

Taehyung nunca fue completamente fan del frío, a pesar de que el invierno era su estación favorita del año, le dolía la nariz y el pecho y casi siempre estaba resfriado pero el otoño estaba terminando y los próximos meses amenazaban con ser crueles con él.

Se levantó con pesadez de la cama y observó el lugar, habían pasado ya unos meses desde que mudó todas sus cosas a una de las habitaciones de huéspedes en su casa y prácticamente estaba solo, pero definitivamente se sentía más tranquilo en ese aspecto; a Choonhee únicamente la veía para tratar temas relacionados con el embarazo de ésta y uno que otro asunto de la casa o de la apariencia. Vivían juntos pero ya no eran una pareja, si es que en algún momento lo fueron, y esta vez era por acuerdo mutuo luego de una larga charla con muchas confesiones de por medio.

-Buen día Tae.- saludó la fémina cuando se encontraron en el pasillo. -¿Desayunamos juntos?

El castaño saludó con una de sus manos y asintió con la cabeza, estar separados no era impedimento para pasar un desayuno tranquilo en compañía y ahora que estaban en buenos términos había descubierto que su amiga nunca se fue por completo, eso le agradaba. Ambos fueron hasta la cocina con la intención de preparar algo pero como muchas otras veces terminaron con un plato de cereal cada quien y una plática amena sobre cosas triviales para luego volver a esa vida de roommates que sólo se veían durante las mañanas y las noches o eso fue lo que pensó el castaño hasta que...

-Tae, no olvides la cena de Jungkook, es esta noche en la casa de mi padre. Le diré al chófer que me lleve pero por favor, no llegues tarde.- pidió. -Ellos dijeron que era algo importante.

Y vaya que lo era...

Algo que nunca dicen sobre el duelo, la tristeza y los corazones rotos es que el tiempo no se detiene y por más que necesites un respiro, la vida misma se encarga de recordarte todo lo que has perdido. Después de que Taehyung supiera que Seojoon no iba a molestarlo más, Jungkook cumplió su palabra y no volvió a buscar a Taehyung, pues sabía que con Seojoon lejos del país, no tardaría en recordar lo que perdieron y volvería a caer en el mismo bucle. Al día siguiente tomó un vuelo al extranjero sin avisar a nadie, con toda la intención de alejarse de Taehyung y pretender que podía olvidarlo.

Los meses pasaron y Jungkook regresó a Corea, aunque no por elección propia. Su retorno fue silencioso también, por eso cuando vio a su padre unos días atrás, el señor había insistido en hacer una cena por su llegada. Claro que quería negarse, pero muy dentro de él quería comprobar algo viendo a Taehyung sentado en la misma mesa.

Jungkook se estaba terminando de arreglar el cuello de la camisa frente al espejo de la que alguna vez fue su habitación. Al no tener intención de seguir viviendo en Corea, vendió su departamento, aunque el plan original de venderlo era para comprar un lugar para Tae y él, sólo lo vendió para no tener algo que lo atara a su país y cuando regresó, estuvo quedándose en un hotel pues sabía que no prolongaría la visita, pero su padre insistió en que se quedara en casa. Y ahí estaba, entre una mezcla de emociones, recordando que en esa habitación Taehyung y él tuvieron no sólo su primera vez juntos, si no muchísimas, que en esas mismas cuatro paredes, el castaño le dijo que lo amaba, ahí fue donde conoció al verdadero Taehyung, el cariñoso, atento, enamorado. De ese amor sólo quedaba ese hueco en el pecho y el frío de la ausencia.

Pero así como el verano, el invierno también llega a su fin en algún momento. Supo que era hora de dejar de añorar los recuerdos de Taehyung y volver a la realidad cuando un par de cálidas y delicadas manos acariciaron los brazos de Jungkook sacándolo de sus pensamientos. Sonrió con complicidad y ambos bajaron para beber algo antes de la cena.