Entré en la tienda que Rotten y yo compartíamos con dos latas de conserva de melocotón para que desayunásemos. Qué romántico, nunca le había llevado el desayuno a la cama a ninguna chica antes. Romántico e irónico. Rotten estaba boca arriba, con los brazos extendidos por encima de su cabeza, su pelo esparcido por una almohada improvisada, que consistía en un montón de ropa envuelta, y su boca ligeramente abierta. Nunca la había visto tan relajada. Cuando dormíamos en la enfermería, ella en la cama y yo en un sillón, siempre nos despertaba Bibi a ambos por lo que esa era la primera vez que verdaderamente la observaba en su estado más vulnerable.
- Rottie despierta... -dije moviéndole suavemente un brazo.
- No me llames así -gruñó perezosa tapándose la cabeza para que el sol no le diese en los ojos.
Tras un rato bostezó, se incorporó y comimos nuestro desayuno juntos, en silencio, eso sí. Como casi siempre.
- Te estaré esperando fuera. Diana te va a enseñar cómo hacer tu trabajo -sentencié antes de salir de nuestra "habitación".
Ella se quedó limpiando hasta la última gota de zumo que quedaba en el envase.
- ¡Hola Mikey! -gritó Diana acercándose a mí.
- Buenos días -contesté-. Rottie sale ahora. Ella es un poco... arisca. Dale tiempo hasta que coja confianza.
Diana asintió con fuerza y en cuanto vio a Rotten salir de la tienda, la abrazó como si fuesen amigas de toda la vida. La nueva se quedó inmóvil y no pude evitar reírme. Diana era demasiado intensa a veces y Rotten era todo lo contrario. Nos fuimos los tres hasta el parterre en el que iba a trabajar y las dejé allí. Me senté no muy lejos observando el panorama y fumando un cigarrillo. Diana hablaba y se reía todo el rato, mientras que Rottie mantenía su mirada fija en lo que hacía, se notaba que no estaba conforme con su labor y de vez en cuando se apreciaba como maldecía. Ellas dos eran como el día y la noche. Diana era como la rosa más bonita del jardín, y Rotten era un hierbajo. El problema es que yo le tengo alergia a las flores.
- Esa chica es rara... muy rara -dijo Diana interrumpiendo mis pensamientos sentándose a mí lado.
No contesté, mantuve mi mirada fija en ella, viendo como cogía una pala y hacía hoyos en el suelo. Diana apoyó su cabeza en mi hombro.
- Habéis dormido juntos -dijo.
- ¿Y?
- Vamos Mikey... no me tomes por tonta.
- Diana, es una niña, ¿estás preocupada por ella?
Negó y me besó, nos besamos. Nos mantuvimos así hasta que un carraspeo nos interrumpió.
- Hacedme el favor de dejar de intercambiar saliva y decidme que más hacer, no tengo todo el día.
Diana se levantó rápidamente y fueron de nuevo al trozo de tierra a trabajar. Diana y yo éramos nada, no era mi tipo y si la hubiera conocido en otras circunstancias probablemente nunca me hubiese fijado en ella. Bueno, supongo que ella tampoco en mí. La soledad era muy dura y cuando te pasas entre cadáveres todo el día, a veces es gratificante que alguien te esté esperando en casa. Muchas veces se me pasaba por la cabeza que era egoísta por mi parte, pero necesitaba a Diana tanto como ella a mí. Ella lo había perdido todo y yo casi, solo me quedaba Calum y lo que quedaba del antiguo Ashton.
El día pasó rápido, hicimos un descanso para comer una ración ridícula de carne y un par de nueces y luego las chicas volvieron a su trabajo, mientras que a mí me tocó hacer guardia en la torre de vigilancia junto a Calum.
- ¿Qué tal con la chica nueva? Me refiero a aquella que te intento matar -dijo sonriendo.
- Bueno, no lo ha intentado de nuevo, eso ya es algo. Sé poco, por no decir nada, sobre ella. Su pasado ha debido de ser difícil porque nunca comenta nada de él.
- Creo que nadie tiene un pasado de color de rosa últimamente.
Asentí y le pasé mi cigarro a Cal para que diese una calada.
- ¿Echas de menos a Luke? -me preguntó pillándome totalmente por sorpresa.
Nunca habíamos hablado de nuestro amigo desde que murió. El campamento anterior en el que habíamos estado había sido tomado por una horda y no fuimos capaces de sacar a Luke de allí. Ashton, Calum y yo estábamos haciendo guardia cuando todo sucedió por lo que no nos resultó demasiado difícil huir pero Luke se encontraba dentro un edificio, el cual estaba lleno de caminantes y no pudimos arriesgar nuestras vidas para solamente encontrárnoslo tendido en el suelo siendo comido por esas cosas, así que nos fuimos sin saber nada de él y obviamente, le dimos por muerto, ya habíamos pasado por la misma situación unas cuantas veces y sabíamos lo que pasaba siempre.
- Cada día más -respondí recuperando mi cigarro.
- Por lo menos él ya no está viviendo esta vida de mierda -dijo Cal dándole un largo trago a una lata de cerveza.
- ¡Mike! -nos interrumpió un grito de chica.
Dejé el fusil en el suelo de la torreta y salí corriendo de allí, hacia donde se encontraban las chicas. Rotten estaba desmayada en el suelo y Diana intentaba reanimarla, tratando de no echarse a llorar.
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Rotten. [m.c]
FanfictionEn un mundo donde la muerte es lo que reina, ¿podrá Michael hacer que se olvide del infierno por un rato? ¿Podrá hacer que sonría de nuevo? ¿Podrá hacer que recupere la esperanza? ¿Podrá hacer que deje de sobrevivir y empiece a vivir? No es una típi...