Rotten. [m.c]

XV

Después de que les contásemos que una de los nuestros también había sido secuestrada Matt nos enseñó una foto de su hija sacada de una polaroid cuando todo esto ya había empezado y, para mi sorpresa, compartía varias características con Rotten. Ambas tenían el pelo castaño oscuro, ni liso ni rizado, aunque su hija lo tenía más corto. Tenían los ojos de un verde similar, más oscuros que los míos. Aunque los de Rotten nunca habían brillado tanto como los de esa chica. Su sonrisa tampoco coincidia. Jane, que así era como se llama la otra chica secuestrada, enseñaba sus dientes color marfil en la foto haciendo que la boca le llegara de oreja a oreja. Amber y Lucy observaban la foto a la par que yo y se miraron sin necesidad de hablar para saber lo que estaban pensando.

- ¿Tienes alguna idea de por qué han podido secuestrarla? -pregunté devolviéndole la instantánea.

Negó con la cabeza mientras se la guardaba en el bolsillo trasero de sus pantalones de caza.

- Es una niña corriente. No sé que puede tener que le interese a esos hombres. Sé lo que hacen estos días con las chicas jóvenes y pensar que le puedan estar poniendo las manos encima me revuelve el estómago.

Cuando esas palabras salieron de su boca, ese sentimiento me inundó. Pensar que algún hijo de puta podría estar abusando de Rotten hacía que me saliese humo por las orejas.

- ¿Por qué nos mirasteis la espalda cuando nos capturasteis? -preguntó Lucy cambiando de tema.
- Marcan a su gente -contestó Amber-. Les ponen un sello como al ganado. Un triángulo en la parte baja de la espalda en su símbolo.

Todos nos mantuvimos en silencio por un rato. Nos mirábamamos pendientes de si a alguno se le ocurría algún plan. Probablemente me estaba arriesgando al fiarme tan pronto de unos extraños pero teníamos un objetivo común y cuantos más fuéramos mejor. Salvaríamos a Rotten y a su hija y cada uno seguiría su camino.

- Podríamos infiltrarnos -dijo uno de los jóvenes que acompañaban a Matt-. Desde dentro sería más fácil sacarlas de allí y, además, si quisiéramos entrar por las malas nuestras tripas estarían tiradas por los suelos antes de que llegaramos a alcanzar su perímetro.

- Es una buena idea, aunque ni Amber ni yo podríamos estar involucradas, nos conocen y se darían cuenta de mis intenciones -comentó Lucy.
- Solo entraré yo, es menos sospechoso -contesté doblando mi saco de dormir y metiéndolo en su bolsa.

Todos intentaron replicar pero mi mirada les dejó muy claro mis intenciones, así que decidieron no hablar en vano.

- Si seguimos caminando a paso ligero estaremos allí antes de que anochezca -dijo Amber ojeando el mapa que había desplegado en el suelo.

Asentimos y sin más dilación nos pusimos a caminar por los bosques. La carretera era demasiado peligrosa. Si nos veían, nuestro plan se desmoronaría. Ni siquiera paramos a comer. Hicimos breves pausas para beber pequeños sorbos de agua, coger fuerzas y continuar con la marcha.

Cuando el sol estaba empezando a bajar, una pequeña casa apareció entre los árboles. Realizamos el método para asegurarnos de que no habia peligro. Como usualmente, dimos unos golpes en la puerta, haciendo que el ruido atrayera a los posibles caminantes. En ese caso, una mujer o lo que en su día fue una, salió de la casa chorreando sangre por la boca. Amber se la cargó sin problema, clavándole un cuchillo en la nuca.

-Michael ven por favor -dijo Matt separándome del resto del grupo cuando ya estábamos dentro de la vivienda-. Toma, escóndelo bien. Estaremos comunicados. Cuidaré de las chicas mientras tú salvas a mi hija -me entregó un walkie-talkie y me abrazó-. Muchas gracias. No sé cómo agradecerte que vayas a ponerte en peligro por Jane.

Le seguí el abrazo y me separé antes de que el pobre hombre se pusiese a llorar. Acto seguido, me fui a la habitación contigua donde Lucy le quitaba el polvo a unas mantas. Antes de que me diera tiempo a reaccionar se abalanzó rodeandome con sus brazos y pude escuchar sus sollozos. Nunca la había visto llorar.

- Sálvala por favor... -gimoteó hundiendo su cara en mi pecho.
- Lo haré -contesté acariciándole la cabeza para que se tranquilizase-. A partir de aquí sigo solo. Os quedaréis con Matt. Me ha prometido que os cuidará. Sé fuerte ¿vale?

Asintió energicamente con la cabeza y se limpió rapidamente las lágrimas con las mangas de su camiseta. Cogí mi mochila, no guarde nada de valor porque probablemente me lo fuesen a requisar cuando entrara en su campamento. Guardé un cuchillo en una bota y el walkie-talkie en la otra.

Me alejé de la casa mientras Amber y Lucy me observaban desde el marco con una mezcla de esperanza y compasión en sus ojos, esperando que volviera. Y que no volviera solo.

N.A.: Aquí estoy después de muuuucho tiempo con un capítulo aburrido de transición :( Os prometo que en breves empezará el salseo

Me gustaría dar una explicacióna a la gente que sigue leyendo Rotten. después de tanto tiempo porque se la merecen: es mi último año de instituto y, como espero que comprendais, estoy muy agobiada. Casi no tengo tiempo libre y encima, estoy poco inspirada cuando me pongo a escribir.
Por si eso fuera poco, ayer entrenando me lesioné la mano derecha y escribo como un puto mono. Así están las cosas :(
Igualmente voy a seguir escribiendo Rotten. con la mayor rapidez que pueda, y dejaré un poco de lado temporalmente mis reseñas y 12 mensajes que no debería haber envíado.

Muchas gracias a todos, os quiero ❤