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Ese día no comimos. No habíamos conseguido cazar nada antes del mediodía por lo que seguíamos en ayunas. Calum, Ashton y Lucy se habían ido en busca de más combustible para el coche y probar suerte con la comida. Rotten estaba en el porche sentada tirando piedras contra una pared intentado matar el tiempo. Entré en la casa y allí estaba Diana mirando por la ventana del salón con las manos apoyadas en el alfeizar.

- Diana... -dije susurrando en su oído mientras la abrazaba por la espalda.

- Déjame en paz Michael -contestó revolviéndose entre mis brazos. Mala señal que me llamara por mi nombre completo.

- Vamos... no te enfades. Sabes que quieres -añadí mordiéndole el lóbulo de la oreja.

Se dio la vuelta sonriendo y se sentó dejándome de pie entre sus piernas y me besó durante un buen rato. La cogí en cuello y la llevé al dormitorio de la casa para tener un poco de intimidad. Pasó rápido, sin preliminares, sin quitarnos más ropa de la necesaria. Solo necesitaba desahogarme después de ver a Rotten casi desnuda en el lago aquella mañana. No podía quitármela de la cabeza mientras Diana gemía debajo de mí y eso me hacía sentir tremendamente culpable. Me subí los pantalones nada más terminar dejando a Diana aún en la habitación tirada encima de la cama. Salí al salón y me encontré con Rotten, sentada en un rincón con un libro de Stephen King entre sus manos. Su mirada se juntó con la mía y sabía que había oído lo que en aquella habitación acababa de pasar. Puso una sonrisa de medio lado y siguió concentrada en su lectura. Al instante salió Diana y me dio un beso en la mejilla. Me intentó agarrar la mano pero yo la rechacé. No sé por qué lo hice, fue simplemente un acto reflejo. Diana frunció las cejas y salió de la casa dando un portazo haciendo que Rotten dejara su libro y me mirara sin entender nada. Resoplé y me senté en uno de los sofás pasándome una mano por el pelo.

- Veo que no la has dejado bien satisfecha -dijo Rotten sonriendo.

No pude evitar reírme de su comentario poco apropiado. Si ella supiera... Ella volvió al libro ajena a mi presencia.

- ¡Mike! -gritó Diana desde fuera y corrí a ver qué sucedía.

Diana estaba de espaldas con ambos brazos en el aire siendo apuntada por una pareja la cual se parecía bastante así que supuse que fueran hermanos. La chica llevaba un revólver mientras el chico agarraba entre sus manos un francotirador.

- ¿Algún problema? - pregunté sin sacar mi pistola de su funda.

- Queremos esta casa -sentenció el hombre.

- Lo siento amigo, ya está ocupada.

- Por poco tiempo -dijo riendo enseñándome su dentadura amarillenta.

Rotten aprovechó la conversación para salir por la ventana y rodear la escena hasta quedarse detrás de los visitantes sin ser notada. Sigilosa se posicionó detrás de la chica y en un rápido movimiento la agarró del cuello con su brazo y le arrebató el revólver para colocárselo en la sien. Mientras, yo aproveché que el hombre apuntase a Rotten para sacar mi pistola y apuntarle a él.

- Baja el arma y no os haremos daño -dije viendo como Diana cogía una escopeta y se ponía a mi lado, también apuntando al chico.

Nadie dijo nada durante un buen rato. Tras unos minutos apareció Ashton riendo y gritando por uno de los caminos que llevaban al claro en el cual se encontraba la casa. Debido al estruendo, Rotten desvió su atención hacia nuestros amigos, momento de debilidad que el hombre aprovechó para disparar su arma hacia el brazo de Rotten, lo que hizo que soltara el revólver y se agarrara el brazo herido.

Sin pensármelo dos veces disparé dos balas certeras en el tronco de aquel hombre haciendo que cayera desplomado al suelo. Antes de que la chica alcanzara el revólver que estaba en el suelo, corrí hacia ella y la agarré, consiguiendo atarle ambas manos en una brida y tirarla al suelo.

Rotten miraba su brazo ensangrentado con la boca abierta, temblando por el shock. Su vista no se separaba de su piel abierta que emanaba sangre a borbotones. Ashton, Lucy y Calum miraban la escena sin ser capaces de reaccionar.

- ¡Lucy ven conmigo! ¡Calum ocúpate de ellos! -grité refiriéndome al cadáver que había ahora en el jardín y a su hermana que yacía boca abajo.

Cogí a Rotten en brazos con facilidad debido a sus escasos kilos y acompañado por Diana y Lucy entré en la casa. La posé en el suelo con cuidado y espacié una mesa. Junté a ella una silla e hice que se sentara, dejando su brazo estirado encima de la superficie. Me senté a su lado y me limpié el sudor con mi camiseta mientras resoplaba. Sin decir nada, Diana trajo una sábana limpia y Lucy unos calmantes, alcohol y unas cuantas jeringuillas sin utilizar. De un botiquín de primeros auxilios que poseíamos saqué unas pinzas para retirar la bala pero Rotten me paró.

- Francotirador. La bala me ha atravesado -dijo levantando su brazo dejándome ver el agujero de salida del proyectil.

Sonreí debido a su agudeza y rasgué un trozo de sábana para hacer un torniquete un poco más abajo del codo. Su cara era un poema, tenía los dientes apretados resistiendo el dolor y su cara estaba mojada por el sudor.

- ¿Te acuerdas? -dije cuando estaba apunto de juntar su piel con un trapo empapado en alcohol.

- Sí, por desgracia -dijo sonriendo refiriéndose al día en que la conocí.

Dio un grito ahogado mientras curaba su herida. Mis manos temblaban. Había hecho esto demasiadas veces pero no era capaz de acostumbrarme. Cuando decidí que ya tenía mejor pinta le di paso a Lucy. Con sus cejas fruncidas se acercó a la herida y en una de las venas de Rotten inyectó unos calmantes para el dolor. Acto seguido le vendé el brazo y se levantó para sentarse en uno de los sofás, recostando su cabeza hacia atrás mientras suspiraba.

- ¿Estás bien? -dije poniéndome de cuclillas en frente de ella agarrando una de sus manos.

Afirmó con la cabeza y me incorporé. Le di un beso en la frente apartando los mechones sueltos por su cara y me dirigí fuera de la casa. Ashton estaba ayudando a Calum arrastrando el cadáver hacia el bosque. Me dirigí hacia él y sin decir nada le di un puñetazo justo en el pómulo. Se tocó la cara y me devolvió el puñetazo haciendo que empezáramos una pelea. Calum intentó separarnos pero se ganó un empujón por parte de Ashton. En cuanto oyeron el ruido, las chicas vinieron hasta donde nos encontrábamos. Lucy agarró a Ashton por los hombros y lo separó de mí. Escupí la sangre que se había formado en mi boca e ignoré a Diana que estaba a mi lado acariciándome la espalda. Me di la vuelta y me dirigí hacia dentro de la casa. Rotten estaba en la puerta y cuando quise pasar me bloqueó el paso. Me miró a los ojos y no pude más. Abracé su pequeño cuerpo, dejando mi cabeza en el hueco de su cuello y solté toda la rabia y todas las lágrimas contenidas. Mientras ella me rodeó la cabeza con sus manos y me acarició el pelo.

- Vamos Mikey... no pasa nada. Estoy bien. Todo está bien -dijo susurrando en mi oído haciendo que la apretara más fuerte queriendo que su cuerpo no fuera más que una simple prolongación del mío.

Rotten. [m.c]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora