CAPITULO 11

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Observé el cuerpo inerte de mi madre aún en la cama, todo estaba en silencio y eso era lo peor.

Me recordaba que aún estaba en ese maldito psiquiátrico, ese silencio adormecedor e incómodo.

Segundos después llegaron imágenes de Daila, comenzaba a torturarme las culpas y los miedos... Pero a pesar de todo no le creía del todo a mi madre.

Tome mi ropa y comencé a vestirme, sabía que sino era rápido esos malditos llegarían y podrían encontrarme, sonreí pensando que sería buena idea dejarles un regalo.

(...)

Caminaba entre las tumbas buscando el nombre de mi querida hermana, un sentimiento de felicidad se poso en mi pecho al ver que no estaba.

Pero entonces, solo entonces mi sonrisa se borro de golpe al observar una tumba más alejada de las demás, camine lentamente hacía ella y comprendí.

Caí de rodillas al leer el nombre escrito en ella Daila Anderson.

Me llene de rabia, el aire me faltaba, tome con brusquedad mi cabello mientras me retorcía de dolor, su muerte había sido varios meses atrás y jamás me enteré.

— ¡Eres una maldita egoísta Daila! —. Vocifere con todas mis fuerzas

— ¡Me dejaste en ese maldito hospital, me abandonaste! —. Miraba la tumba con odio

— Dijiste... —. Baje la mirada viendo unas cuantas plantas al rededor

— Que nunca me abandonarias —. Lágrimas salieron de mis ojos

Mis labios se resecaron, mi pecho palpitaba con fuerza, sentía que regresaba, que regresaba esa abstinencia por su presencia.

Era un dolor en el pecho que no podía soportar, era una inquietud que no me dejaba en paz... Era la maldita culpa de que sabía que había muerto en mis manos.

Narrado por Alissa.

Mi rostro se desfiguro al ver tal atrocidad, uno de los oficiales había abierto una maleta que estaba sobre la cama de la madre de Luke.

Lo peor estaría por venir, al abrirla encontramos el cuerpo inerte de aquella mujer, sus huesos rotos entre metidos en un portaequipaje.

Los ojos de ella seguían abiertos, estaba desnuda, trague saliva al ver tal atrocidad.

(...)

— Esta mujer presenta signos de violacion, desgarres internos vaginales, semen, también muñecas y tobillos rotos con rastros de agarres con cuerdas. —. Informó uno de los oficiales

— En el cuello presenta marcas de asfixia... Todo echo solo por una persona —. Nos miro

— Luke Anderson —. Al escuchar su nombre mi cuerpo sudo frío

Sabía que estaba en peligro, lo sabía y más cuando él se enterara de que su hermana estaba muerta.

Vendría, vendría y solo por un objetivo... Yo

LOS SECRETOS DE LUKE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora