CAPITULO 20

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— ¿Sabes que es esto Daila? —. Me mostró un plug que sabía de sobra que era

— Si... —. Dije en un susurro

— Pues este irá en tu ano, mi pene en tu vagina, mis dedos en tu boca —. Comenzó a decir donde pondría cada pedazo de él en mi

Quise levantarme y salir huyendo de ahí, pero caí abruptamente al piso al sentir como jalo la correa, mi cuello crujio un poco al sentir como me jalo.

Me quede tirada ahí sin más que hacer que llorar de nuevo, aunque sabía de sobra que era lo que menos ayudaba.

— Ven gatita, ven, ven —. Jalo bruscamente mi correa

Comencé a gatear hasta quedar frente a él, mis lágrimas no se detenían me sentía más que humillada.

— ¿Eres religiosa? —. Pregunto mientras comenzaba a ver como una gran ereccion se hacía presente

— No —. Negué con miedo

— Bueno, entonces déjame enseñarte a rogar perdón por tus pecados y pensamientos obscenos por mi —. Sonrió con burla y cinismo

Saco su pene y así me dejo ver el gran tamaño que tenía.

— Traga maldita gata —. Sentí su agarre en mi cabello y así sin previo aviso lo metió en mi boca

Puse mis manos en sus piernas tratando de sacarlo de mi boca, pero un látigo en mi espalda me hizo chillar de dolor mientras me atragantaba con su pene.

— Si tratas de sacarlo un latigazo recibirás —. Lo escuche decir

Seguí llorando mientras sentía como jalaba mi cabello y con mi boca se masturbaba a su antojo.

Era tan grande me costaba salivar, sentía que tocaba mi campana y eso me provocaba nauseas.

El movimiento de mi boca era brusco, de arriba hacía abajo, mis dientes rozaban con su tronco pero aún así a él no le afectaba.

Lo mire de reojo y note que estaba más que excitado, su cuello estaba ligeramente hacía atrás, mientras veía como su pecho subía y bajaba de excitacion

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