LOS SECRETOS DE LUKE

CAPITULO 21

Los meses han pasado, más duro uno que otro, los celos, heridas de mi cuerpo, la obsesión de Luke y todo sigue como al comienzo.

Las lágrimas se hicieron presentes en mis ojos al ver como estaba tan deteriorado mi cuerpo, era un ser sin luz, que caminaba sin esperanza alguna.

Luke me daba más libertades al poder caminar por la casa asolas, la curiosidad me ganaba para saber si podía huir... Era inútil intentarlo, era más que astuto y se encargo de cubrir o quitar todas las salidas posibles para mi.

Francamente estaba tan decepcionada, tan herida que las fuerzas de querer huir ya no eran las mismas de antes, ya no me importaba si abusaba de mi, si me golpeaba o sumisaba... Simplemente me entregue a él.

— ¿No te parece que pensar demás es la enfermedad terminal de los sentimientos? —. Escuche su voz

Seguía mirando la ventana con abarrotes, no me inmunte ni un segundo en girarme y mirarlo, su sola presencia se hacía presente ahí y su voz tan roca me hacia estremecer.

— Eso no aplica en mi caso —. Respondí neutral

— ¿Por que no? —. Respondió rápidamente con curiosidad

— Porqué entre tú y yo no hay un sentimiento de por medio —. Respondí sin más

Una carcajada profunda salio de su garganta, más que una risa, era una risa amarga que quería controlarse de estrellar mi cabeza contra en ventanal.

— Se que estas leyendo mis pensamientos Alissa, y que presientes que quiero darte una golpiza por tus palabras —. Lo escuche caminar lentamente

— Pero... ¿Te cuento un secreto? —. El roze de las puntas de sus dedos en mi cuello me hicieron abrir los ojos de golpe al darme cuenta que estaba rodeando mi cuello

— No importa si me amas o me odias, prefiero que me odies mil veces más ya que ese sentimiento es más profundo que el amor —. Lamió mi oreja

— Te quedaras a mi lado, serás mía por siempre —. Sentí que su agarre se intensificó

— ¿Sabes cuál es la mejor parte? —. Su tono sarcástico me irritó

— Que hagas lo que hagas de la única manera que no podrías estar a mi lado es estando muerta, y como sigues viva yo te enseñaré lo que es morir en vida querida Alissa —. Giro bruscamente mi

— Siempre que te veo me vuelves a gustar como la primera vez que te vi Alissa —. Sonrió

Acerco lentamente su boca a la mía, lamió sin temor mis labios, ardían con su saliva ya que me daba tantos golpes en la boca que me había dejado heridas.

Comenzó a mover sus labios, lento, muy lento, algo anormal en él, correspondí a su beso recordando viejos tiempos donde no lo hacía y recibía un golpe.

— Seamos honestos Alissa —. Alejo su boca de la mía

— Tú no puedes soltarme y yo a ti nunca te diría que no —. Me quede callada pensando en sus palabras

Comenzó a besar mi cuello con brusquedad, sabía lo que seguía solo cerré los ojos y me deje sumisar por él...