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El más joven de la familia rusa se escabulló hacia la habitación del británico, abriendo la puerta lentamente.

El príncipe inglés estaba de espaldas, mirándose al espejo con cierto asco por sus marcas, sintiendo odio hacia sí mismo, mientras que al más joven le fascinaba todo el cuerpo de su enamorado. Estaba enamorado, no podía evitar amar todo sobre él; su físico, su personalidad, su mirada, sus imperfecciones y, sobre todo... Su voz.

Estaba centrado en los movimientos que su amado hacía con cada movimiento, escuchando cómo cantaba Ballerman, su canción preferida, haciendo pequeños pasos ligeros al meterse en su canto, girando hasta que abrió los ojos y se encontró cara a cara con el ruso, pegando un saltito al verlo.

—"Russia?"—

—"Mm...?"—

Rusia se agachó para mirar al otro, pues un pequeño país de Europa no se comparaba con la Gran Rusia.
Inhaló profundamente y soltó lo que quería decir.

—"Do you want to come with me yo Moscow?" [/¿Quieres venir conmigo a Moscú?/]—

Reino Unido, al saber que no le haría nada malo, retomó su postura elegante y respondió.

—"Of course…" [/Por supuesto…/]—

Las mejillas del más alto se tiñeron de rojo vivo, corriendo para salir rápidamente de la habitación del príncipe.

¡Lo había logrado!

Eddie, My Love.Where stories live. Discover now