¿Subconsciente al poder?

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― ¿que dijiste? ― Bill miro a Dipper sin creer lo que había escuchado y aunque deseará negar que eso fue lo más emocionante que haya oído sabía muy en el fondo que eso no seria verdad.  Desde donde se encontraba, vio atentamente como Dipper comenzaba perderse en sus pensamientos, como si estuviese aclarando alguna duda matemática.

― confiare en ti ― repitió más seguro.

Dipper por primera vez quizo escuchar a su subconsciente, además, tampoco es que quiera morir de hambre mientras esta al lado de un demonio.

Sonrío ante la valentía que sentía, ya sin miedo se arrastró hasta quedar frente a Bill quién parecía estar sorprendido

― ¿porque lo harías? ― pregunto pregunto Bill con un toque de temblor en su voz.

― fácil ― Dipper mantuvo serenidad en su voz poco más hasta se olvidaba de lo débil que se sentía ― de querer obtener algo ya hubieras aceptado el trato que te propuse ― los vellos de Bill se erizaron al recordar el dichoso trato ― o como dijiste, me hubieras atacado cuando estaba inconciente ― Dipper rasco su mejilla nervioso

Bill fruncio la frente apenas Dipper mencionó el trato

― ¿qué te hace pensar que no te dejaría a tu suerte? ― pregunto al ver como Dipper se inclinaba para tomar el hilo de colores. 

Dipper se detuvo ante la pregunta, medita unos segundos antes de quitar el escudo

― Es un riesgo que quiero tomar y  porque, de todas maneras ya no tengo nada que perder ― respondió Dipper con una voz vacía y cansada aunque muy bien disimulada demostrando que lo que decía era algo sin interés

Bill quedó en silencio, apreciando que ya no había escudo que lo detuviera y aunque aún no disponía de poder alguno, pudo apreciar lo que era la libertad de ir a donde se le plazca la gana.

De reojo vio a Dipper mirando a la nada. Y sin previo aviso salió corriendo hacia el bosque.

Dipper abrió los ojos a más no poder, grande fue su sorpresa al ver como el demonio desaparecia de su vista, suspiró con resignación y gateo hasta llegar a la tienda.

Ahí recostado sólo puedo pensar en que sería de él, ahora que su familia lo despreciaba y que al fin se da cuenta de que su gemela ya no era su lugar seguro. Prácticamente ya no tenía nada.  Dudo siquiera haber tenido algo.

Por unos segundos sintió como el dolor en su corazón se convertía en irá, se sentía como si hubiera construido una enorme casa y que al final no le hayan permitido entrar para hechar siquiera un vistazo a su creación

El ambiente se volvió abrumador y el silencio pesado en ese enorme lugar, de su cabeza quito aquella gorra y la lanzó lejos, se cubrió con las mantas dispuesto a ya no pensar.

Algo que bien sabía no tenía la posibilidad de hacerlo

Con la visión de como se estaba su familia, se puso a ordenar sus ideas. Ahí mismo vio su gema, sus dedos blancos cogieron aquella pieza, dedico su tiempo para verlo, extrañado de que Bill no la haya reconocido.

Por otro lado, Bill llego al pueblo, debido a su apariencia, llamo la atención de todos apenas ingresó a la cafetería de Linda Susan

― ¿Que sorpresa? ― hablo Susan desde el mostrador ― ya te habías desaparecido por mucho tiempo, dime, ¿lo de siempre?

― claro, ya sabes, el descanso no es eterno ― respondió Bill de juguetona.

Susan rió ante las palabras del muchacho, alisto el pedido ― te envío algo extra ― murmuró divertida ― ya sabes, va por parte de la casa

Bill le guiño el ojo antes de salir.  Camino hasta llegar al bosque, apenas noto que nadie estaba al rededor, empezó a correr.

Se sentía con adrenalina, para él, lo más importante era llegar hasta Pino

Se detuvo apenas vio su cuerpo empedrado, por un momento tuvo el presentimiento de que Pino no este dentro de la tienda.

A pasos lentos se acerco, se inclino e ingreso entre aquellas telas, encontrándose con Dipper viendo atentamente su gema.

― he vuelto ― dijo con un grito emocionado, tomando por sorpresa a Dipper quién apenas se levantó, le lanzó la gema.

Bill quien tenía dos bolsas de papel en alto, cerro los ojos al sentir el objeto impactar sobre su rostro

Dipper palidecio mientras Bill abría un ojo

― que calida bienvenida ― dijo mientras se acomodaba cerca del menor ― ten, te traigo la especialidad de  la casa ― sin rechinar, Dipper recibió la bolsa

―  ¿como obtuviste esto?

Bill elevó los hombros ― me lo dan cuando voy a la cafetería. 

― ¿así? ― Dipper dio su primer bocado ―  delicioso ― murmuró

― si, desde que evite un robo, me dan esto

― ¿evitar un robo?

― eres muy preguntón, pero si, en realidad solo se que entre para comer algo, llegó un idiota a interrumpir mis sagrados alimentos y pues, paso lo que paso

Después de comer ambos quedaron en completo silencio.  Bill vio la gema el cual recogió, Dipper se puso nervioso, pero ese sentimiento se esfumó al  ver como Bill le entregaba la gema

Lo recibió sin decir nada y lo guardo en su bolsillo

―  ¿sabes qué seguiré con mi plan, verdad? ― hablo Bill viendo el techo

― Lo sé ― Dipper llevo su mirada hacía el Rubio ― me has ayudado en mucho, puede que no sea insignificante para ti, pero, pido tengas piedad por Guideon y Pacífica, son los únicos amigos que me quedan

Bill miro confundido a Dipper ― ¿que no sería para tú familia? ¿O para ti?

La mirada de Dipper era diferente y Bill noto ese cambio

― creeme, lo más importante es Guideon y Pacífica, con lo demás has lo que quieras ― sin más palabras, Dipper quedo dormido

Bill sonrío con tristeza, la família Pines lograron sacar lo peor de Dipper

Tu Eres Mi Salvación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora