Capitulo 20

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¿Han sentido ese vacío en el estómago al darse cuenta de que algo malo está sucediendo?

Eso mismo sintió Bill al ver a Dipper con los ojos rojos, una extraña sensación de miedo y nervios, donde lamentablemente el cuerpo parece estar oxidado y no hay fuerza humana que pueda moverlo

Un simple suspiro salió de sus labios al darse cuenta de que detesta ver a Dipper en este estado

Su cuerpo no reaccionaba y maldijo en sus adentros lo inútil que se sentía en ese momento.

Para Dipper fueron segundos, pero para Bill fueron minutos inclusive horas para que sus manos sujeten las mojadas mejillas

— ¿Qué sucede? ¿Te duele algo? ¿Por qué lloras? — Pregunto alterado, buscó alguna herida en el rostro pálido de Dipper, sus ojos las tenía exageradamente abiertas Dipper vio como Bill actuaba más demente de lo normal, su rostro era delicadamente girada de un lado a otro, sus ojos volvieron a humedecerse, siente el horrible dolor en su pecho, como si una piedra estuviese sobre su corazón, no respondía, no hallaba las palabras, simplemente se sentía decepcionado de todo mundo, de él mismo, sus ganas de llorar solo aumentaron al ver a Bill, ahora solo tenía a ese demonio quien en cualquier momento puede matarlo

¿En qué situación se metió?

Sin pensarlo más Bill lo abrazó con fuerza, se sentía preocupado— porque lloras pequeño, calma mi ángel todo está bien, estoy aquí— murmuró con voz entre cortada.

Ambos se dejaron caer en el piso sin soltarse del abrazo. Bill recodo las labras de Brenda; aunque no lo haya mostrado es más que obvio que él está sufriendo

— Bill, mi familia sufre afuera por mi culpa —  dijo en un susurro roto, si voz apenas logró salir debido a su llanto

— ¿Qué? ¿Eso te tiene mal? — Bill suspiro con cierto alivio, este chico en serio logrará matarlo de un susto — creí que te habías lastimado — Bill beso la coronilla de Dipper — entiendo como te sientes —  dijo mientras sobaba la espalda del menor

Dipper levantó la cabeza para ver a Bill a los ojos — ¿En serio?

— La verdad no, pero tú eres tan bueno que sufres por aquellos que no valen nada

Ante esas palabras Dipper intentó salir del abrazo, Bill tenía razón, su familia fue quien lo abandonó primero, es tonto llorar por ellos.

Bill sintió una inmensas ganas de vomitar al sentir a Dipper querer salir de sus brazos, lo abrazo con más fuerza, su Pino necesitaba consuelo y eso le dará. Con cuidado lo cargo 

— ¿Qué... Que haces? — Dipper se aferró al cuello de Bill por temor a caerse

— debes comer, debes dormir, mañana estarás en condiciones para hablar — dijo Bill recostandolo en la cama, hizo levitar un bol de frutas, Dipper no tenía apetito, menos en ese momento. Al darse cuenta de eso, Bill acercó más la fruta al rostro del menor — los humanos deben comer ¡a comer!

Dipper le vio desconcertado, suspiro y de mala gana se agarró una manzana — ¿Qué? — dijo con el ceño fruncido, no solo lo obligan a comer, sino que ¿también debe ver como se burlan de él?

— nada, es solo que recordé la vez que saltabas para alcanzar una manzana — Dipper seguía viéndolo de manera desconcertada — nada olvídalo, humanos tienen cerebro de pollo

Dipper vio su manzana antes de darle un mordisco — sería bueno eso — murmuro después de tragar

— ¿El que?

— tener cerebro de pollo

— si quieres puedo ayudarte con eso

— ¿en serio? — el brillo en los ojos de Dipper hizo que Bill ensanchara su sonrisa

— claro, sería divertido ver como olvidas todo... Hou — dijo ya entendido a lo que Dipper se refería — sabes que, olvida ese tema — se levantó de la cama, con pasos rápidos fue al baño en busca de unas toallas. Cuando regreso a la cama Dipper ya había terminado la manzana, con cuidado se acercó y empezó a secarle el cabello, Dipper no dijo nada, solo se dejó hacer — me alegra que me hayas elegido — dijo Bill en voz baja después de unos minutos de silencio, la cabeza de Dipper cayó rendido en sus manos — dulces sueños mi pequeño — Bill hizo desaparecer la toalla, acomodando a Pino entre sus brazos se puso a recordar todo lo que ha vivido con Dipper, solo de recordar la manera en la que se sentía cuando cruzaban sus miradas, su piel se le erizaba y sonreía como idiota. Así como ahora lo estaba haciendo, se acurrucó y cubrió a Dipper con su calor.

Siempre se negaba a tener sentimientos por alguien, cupido solía lanzarle flechas, pero él siempre lograba esquivarlas, destino era cómplice de cupido por esa razón los odiaba, ambos hacían apuestas acostás de él para ver quién lograba engancharlo a alguien. Pero ahora, se siente feliz por sentir cosas cálidas hacia Dipper, no le importa si fue cupido o destino, solo sabe que quiere estar así, abrazado a su ángel sin pensar en nada más.

(...................)

— Lo has logrado, felicidades — dijo Brenda, bebió de la copa que sostenía. El lugar era oscuro con una iluminación apagada de color rosa, Brenda giró para ver a su acompañante, un hombre obeso con unas ridículas alas pequeñas unidas a su cuerpo — lograste que Cipher se enamore con tus dichosas flechas, cupido

Aquel hombre solo hizo un gesto de estío antes de beber su ponche — ¿De qué hablas? Hace tiempo que deje en paz a ese engendro, casi me arranca mi ala derecha la última vez que me metí con él

Brenda enarcó una ceja, ella no hizo nada para que Bill se enamore... de hecho, ni siquiera pensó en unirlo a Dipper Pines y si ninguno de los dos fue, eso significaba una sola cosa — Ellos están reescribiendo todo

— son tus rebeldes después de todo, ¿no destino?

Para Brenda todo parecía irreal, tanto Bill como Dipper decidieron rechazar lo que ella les ofreció y salieron a buscar sus propios caminos, sonrío derrotada — son tal para cual

Tu Eres Mi Salvación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora